Banco Central pone fichas en un mejor 2021 con altos riesgos por la pandemia
En el IPoM empeoró el pronóstico para el cierre de este año debido a una recuperación que ha tardado más en algunos sectores. Si bien puso paños fríos a la cuarentena en la RM, advirtió un sesgo bajista a las proyecciones.
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Con el telón de fondo del empeoramiento de las condiciones sanitarias en el país y el retroceso de la Región Metropolitana a la fase dos, con cuarentenas totales a partir del fin de semana, el Banco Central presentó ayer el último Informe de Política Monetaria (IPoM) de 2020, en el que por una parte empeoró su pronóstico para el año, aunque mejoró su apuesta para el próximo.
El factor decisivo para la materialización de ambos escenarios tiene nombre y apellido: el manejo de la emergencia sanitaria.
Para 2020 asumió una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de entre 6,25% y 5,75%, mayor a la prevista en septiembre (-5,5%/-4,5%), confirmando que el país tendrá su peor desempeño desde la crisis de los '80.
Según el reporte, el deterioro se explica por una recuperación más tardía a lo previsto hace tres meses.
"En Chile, pese a que los contagios han disminuido y la movilidad ha aumentado respecto de mediados de año, las mejoras de la actividad han sido más lentas que lo previsto en septiembre", señaló el banco.
Por lo mismo, apuntó a rubros más rezagados como la construcción y los servicios, mientras que recalcó que sectores como el comercio y la industria manufacturera han recuperado niveles de actividad pre pandemia.
En línea con este cuadro, el IPoM redujo prácticamente todas las proyecciones: la demanda interna se contraerá 9,1% este año, dos décimas peor a lo esperado en septiembre; la inversión lo hará en 13%, 2,4 unidades más bajo que en septiembre y el consumo total cederá 6,3%, 1,9 puntos porcentuales menos que el pronóstico anterior.
Y dado que la caída en 2020 será más pronunciada, también lo será el repunte en 2021: el rango de expansión del Producto subió desde 4% a 5% de hace tres meses a uno de 5,5% a 6,5%.
El banco también revisó al alza los principales componentes: la demanda interna crecerá 9,4%, 3,8 puntos porcentuales superior a lo previsto en septiembre, con una inversión avanzando 7,3% -siete décimas peor a lo esperado- y un consumo creciendo 10,3%, 3,5 puntos porcentuales mejor al último reporte.
Paños fríos por la cuarentena
El instituto emisor reiteró el mensaje de la Reunión de Política Monetaria del lunes, asegurando que si bien el retroceso a fase 2 podría "retrasar en algo" la recuperación, a su vez podría "reducir el riesgo de acciones más drásticas a futuro".
Incluso, señaló que en lo venidero, el escenario central prevé que la economía "seguirá mejorando, que las restricciones a la movilidad no retornarán a niveles como los de mediados del 2020 y que continuará el impulso fiscal y monetario".
Eso sí, el emisor fue explícito en señalar que las perspectivas para este año y el próximo están sesgadas a la baja, sujetas al control del virus.
"El riesgo de un aumento significativo de los contagios sigue plenamente vigente, y podría tener efectos económicos relevantes si se deben reimponer medidas sanitarias más restrictivas", aseguraron los consejeros, no descartando que en ese escenario se requieran nuevas medidas de estímulo.
Importancia de la vacuna
Si bien el banco reconoce que en la mejoría de la actividad habrá otros componentes, como la celeridad con que las restricciones sanitarias se relajen, que las personas adecuen su comportamiento y la normalización de las confianzas de empresarios y consumidores, el escenario base del IPoM asume que la inmunización al Covid-19 comenzará en algunos países en lo que queda de año y que la mayor parte ocurrirá en el próximo.
Para Chile, se asume el anuncio del Gobierno de que durante el primer trimestre de 2021 comenzarán las inyecciones y se espera alcanzar un universo de 15 millones de personas.
El análisis del banco destaca que mientras no se dé la inmunidad de grupo, los rebrotes siguen condicionando la recuperación, pero destaca que el daño será menor que en el inicio de la pandemia. "Mientras tanto, rebrotes como los observados recientemente en Europa y EEUU ralentizarán la recuperación mundial, aunque con un impacto significativamente menor que a comienzos de año", señala el informe.
Mayor apoyo a la consolidación de deuda de empresas
Con el compromiso de continuar apoyando la fase de recuperación de la economía el presidente del Banco Central, Mario Marcel, adelantó que como parte de la propuesta que prepara el Gobierno para apoyar a las empresas a través de financiamiento con el uso de garantías estatales, la entidad recomendará acciones vinculadas a que se asegure una mejor distribución de la carga financiera de las empresas.
Durante su presentación en el Senado y más tarde ante la prensa, el economista explicó que aún cuando se tiene poco conocimiento sobre cómo está repartido el nivel de endeudamiento de las compañías -que puede tener diversas fuentes- y su capacidad de cumplir con los compromisos adquiridos de pago, considera oportuno avanzar en estos mecanismos que permitan una consolidación del refinanciamiento de los créditos para evitar impagos, tal como ocurre en otros países en este contexto, aseveró.
"Nos parece que es una línea posible de trabajar en Chile", afirmó, dado que en el contexto actual se asume que la reprogramación de cuotas y los créditos que se otorgaron en lo más complejo de la crisis deberán ser saldados con la incerteza sobre la velocidad y capacidad que tengan para generar ingresos.
En este sentido, comentó que el Consejo espera que el Gobierno presente una iniciativa de ley en el Congreso con medidas para las empresas asociadas al Fondo de Garantía para el Pequeño Empresario (Fogape) y "veremos en el proyecto si la manera en que se plantea la flexibilidad del uso de las garantías también facilitaría un proceso de estas características".
A esto sumó las facilidades de liquidez de la FCIC dos con los ajustes que pueda requerir por parte del banco.