Macro

Ajuste de la economía sigue su curso: liquidez en los bolsillos siguió disminuyendo en octubre

El llamado “M1” cayó un 26,6% anual el mes pasado, profundizando su contracción desde septiembre. El “M2” y el “M3” crecieron en el mismo mes, pero menos que en el período anterior. 

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Lunes 7 de noviembre de 2022 a las 16:53 hrs.
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La economía chilena sigue en pleno proceso de ajuste, y otro antecedente de ello es lo que está mostrando la liquidez en los bolsillos de las chilenas y chilenos. La forma de medirlo son los agregados monetarios -el dinero que está en poder del sector privado no bancario- y el que refleja con más fuerza la desaceleración es el  llamado “M1”. 

Dicho agregado es el concepto más líquido de dinero, compuesto por billetes y monedas en circulación, cuentas corrientes y cuentas a la vista. Y, el mes pasado reportó una contracción de 26,6% frente al mismo período de 2021, más profunda que la baja de 24,3% registrada en septiembre. 

El Banco Central atribuyó dicho desempeño a “un menor dinamismo en todos sus componentes, a excepción de las cuentas vista de personas”, se lee en el Informe Mensual de Estadísticas Monetarias y Financieras dado a conocer este lunes. 

Carmen Gloria Silva, economista de Banco Santander, señala que el dato de octubre estuvo “en línea con lo esperado”, y que la desaceleración ocurre en la medida que los excesos de liquidez de los hogares se disipan y retornan a los niveles previos a la pandemia. 

Añade que “el contexto de elevadas tasas de interés ha contribuido a reemplazar los saldos en las cuentas corrientes y vista por depósitos a plazo, lo que reduce la masa monetaria”. 

Los otros agregados

No solo el “M1” dio señales de moderación en octubre: también lo hicieron los otros agregados, pero en menor medida. El “M2” -que considera, además del M1, los depósitos a plazo en pesos chilenos- creció un 1,2%, desacelerándose desde el 3,2% registrado en septiembre. 

Según el instituto emisor, este resultado fue consecuencia de la incidencia del M1, compensado “parcialmente” por un mayor crecimiento de los depósitos a plazo. 

Por último está el “M3”, que incluye al M2 y los depósitos en moneda extranjera, así como la tenencia de bonos por parte del sector privado no bancario. En el décimo mes del año este agregado registró un incremento de 4,2%, más débil que el 5,3% anotado en septiembre. 

El dato, según el ente rector, es consecuencia de una menor contribución del “M2” y de los documentos del Banco Central en manos del sector privado no bancario.

Hacia adelante, Silva espera “contracciones de igual magnitud, al menos hasta fines de 2022” en el “M1”. 

Dice que luego, en 2023, “conforme la economía se desacelera y los salarios se moderan, los agregados monetarios también cederían, pero las tasas de variación anuales serían  cada vez menos negativas, debido a bases de comparación menos exigentes”.

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