A partir de la próxima semana, la Cámara Alta comenzará a debatir el proyecto simplificado de reforma tributaria, tras un paso sorprendentemente poco agitado por la Cámara de Diputados, en gran medida fruto del acuerdo del gobierno con los legisladores independientes.
Eso sí, en el Senado se espera una discusión más profunda. Precisamente con el fin de negociar con la oposición y también con el bloque oficialista, el Ejecutivo pactó con senadores de distintas bancadas retirar la disposición de discusión automática para el proyecto y retomar el trámite a partir del lunes 27 de agosto en la comisión de Hacienda del Senado para el día siguiente ver el proyecto en la sala de la Cámara Alta.
En medio de este “receso”, la semana distrital que comienza hoy jugará un rol central en las conversaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo para la discusión que el 28 de agosto se dará en la sala de la Cámara Alta.
Las opciones que maneja el gobierno para ese trámite son optimistas, dado que podrían conseguir algunos votos de la oposición o lograr un acuerdo para que algunos parlamentarios se ausenten de la sala a la hora de la votación para conseguir la aprobación del proyecto.
En el caso de que el panorama sea negativo para las intenciones del Ejecutivo y se rechaza la propuesta se establece la comisión mixta, que de acuerdo al cálculo del gobierno sería con cinco diputados y cinco senadores, lo que genera un espacio de negociación adicional.
Finalmente, como última instancia, está también disponible la opción del veto presidencial, que fue lo que zanjó el acuerdo por el último reajuste al salario mínimo.