Directivos de las principales petroleras
del mundo coincidieron hoy en que las fuentes tradicionales de petróleo en Latinoamérica
se están "agotando", en el encuentro inaugural del Foro Económico
Mundial, al que asisten siete jefes de estado y medio millar de empresarios y
líderes.
Altos mandos de Petrobras, Petróleos Mexicanos (Pemex), Shell, StatoilHydro y BP, convocados por la secretaría de Energía de México, concluyeron que
el futuro energético de la región dependerá de cuantiosas inversiones e
innovación tecnológica.
A lo largo de la jornada llegaron a la ciudad turística de Cancún, donde se
celebra hasta mañana el capítulo latinoamericano del Foro Económico Mundial
(FEM), los mandatarios de El Salvador, México y Colombia, aunque está
confirmada también la participación de los líderes de Guatemala, Costa Rica,
Trinidad y Tobago y Honduras.
El presidente de Petrobras, José Sergio Gabrielli, dijo a Efe, al término de
una reunión con directivos de trasnacionales petroleras, que en América hay
tres caminos para el desarrollo de los hidrocarburos: el petróleo ultrapesado
de Venezuela, las arenas impregnadas de Canadá y los pozos en aguas profundas
de Brasil.
"Las tres actividades requieren inversiones muy grandes, tecnología muy
compleja e innovación", destacó el ejecutivo, para quien es necesario
combinar todos los esfuerzos y las capacidades públicas y privadas para
asegurar el futuro energético de Latinoamérica.
Gabrielli participó hoy, en el marco del FEM, en un encuentro con los
presidentes de Pemex, Jesús Reyes Heroles; de la noruega StatoilHydro, Helge
Lund; el vicepresidente para América de Shell, Marvin Odum; y el segundo al
mando de la británica BP, David Peattie.
La cuestión principal de la industria petrolera actual es "el acceso a las
reservas y la producción en declive", puntualizó el empresario brasileño.
En rueda de prensa, en la que no participaron todos los ejecutivos, Reyes
Heroles dijo que el mercado internacional del petróleo está "enfrentando
una problemática donde los hidrocarburos de fácil acceso se han ido agotando, y
los que estamos desarrollando apenas están siendo capaces de sustituir la
declinación" de los anteriores.
El director de Pemex manifestó que las mayores dificultades que experimentan
las compañías para descubrir nuevos yacimientos y mantener los mismos niveles
de producción explican los altos costos de los hidrocarburos, que están por
encima de 100 dólares el barril.
Reyes Heroles y Gabrielli, que encabezan dos de las tres mayores petroleras de
Latinoamérica, después del grupo estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), la
mayor de la región, manifestaron que las dos compañías esperan la aprobación en
México de la reforma energética presentada por el Ejecutivo para analizar las
posibilidades de colaboración.
El área de asociación deseada por las dos compañías es la exploración de
yacimientos petrolíferos en aguas profundas del Golfo de México, donde
Petrobras ya tiene 300 bloques de exploración del lado estadounidense.
"Pemex estaría interesado en poder beneficiarse de la experiencia de
Petrobras en la materia, pero está sujeto a que haya una reforma", precisó
Reyes Heroles.
En tanto, el directivo brasileño consideró
que no se puede excluir a Venezuela en el desarrollo de la industria petrolera
latinoamericana.
"Venezuela tiene hoy una de las más grandes reservas de petróleo
ultrapesado del mundo, y todas las compañías que quieran trabajar con miras al
futuro deben tomarla en cuenta", dijo.
Por su parte, Daniel Yergin, presidente de la firma de investigación Cambridge
Energy Research Associates (CERA), destacó a su vez que los proyectos de
explotación petrolera en el mundo son cada vez más costosos.
En este sentido, manifestó que un estudio de CERA reveló el
"asombroso" dato de que un proyecto petrolero que cuesta actualmente
5.000 millones de dólares hace diez años hubiera tenido un valor diez veces
menor.
Los empresarios de las multinacionales discutieron también la necesidad de
invertir en energías sostenibles.
Los patrones futuros de producción y consumo reflejan que el mundo necesitará,
"como mínimo, un 50% más de energía en 2030 que lo que utiliza en la
actualidad", lo que significa una situación "insostenible",
destaca un documento final de conclusiones del Foro Económico.