Paula Valverde: “El recambio generacional en la política me hace mirar con esperanza lo que pueda venir para la equidad de género”

Con cautela, pero más bien positiva, observa este año tanto en lo político como en lo económico la emprendedora y directora de Endeavor Chile, Paula Valverde.

Dice que el 2021 fue "bastante frondoso, fértil", especialmente para el retail, que es el rubro en el que está, debido a la inyección de liquidez que hubo en el país producto de la pandemia. "Económicamente el cierre de 2021 fue muy bueno, con un segundo semestre histórico, pero sabemos que era excepcional", afirma.

El escenario político lo define como "complejo, porque hay mayor nivel de incertidumbre", pero, agrega, "eso no quiere decir que no podamos tener esperanza en que cosas buenas pueden salir". Cree que el cambio generacional que viene con el nuevo gobierno "va a traer al presente problemas que otras generaciones quizás ya habían hecho parte de lo habitual", y eso es bueno, señala.

También ve complicaciones este año, como costos marítimos y de mano de obra más altos, y algo de freno en las ventas. De hecho, menciona que ya desde enero y febrero se ha visto a menos gente comprando. Además, recuerda, "seguimos en pandemia, más acostumbrados a vivir con ella, pero hasta que no pase 100% sigue generando esta sensación de incertidumbre de qué puede pasar".

Respecto de Limonada, su empresa de ropa infantil, destaca que están en un plan "bien ambicioso" de internacionalización, con tres tiendas ya abiertas en el estado de Florida, EEUU, y otras tres en planes de abrir este año. "Hoy nuestro foco principal está en la internacionalización de Limonada", remarca.

En Chile, el mayor esfuerzo está en lo digital, para conciliar ese mundo con el espacio físico de 120 tiendas que tienen en el país.

-Dada la menor liquidez y la baja en las ventas que ya notan en enero y febrero, ¿están proyectando un débil 2022?

-El año en general será más lento que el anterior, porque 2021 fue excepcional, pero diría que las expectativas del año se están cumpliendo.

-¿No está pesimista?

-No.

-¿En EEUU ya están en equilibrio?

-De las tres tiendas, dos ya están llegando a su punto de equilibrio. Pero en general estamos todavía en la etapa de la inversión.

-Ustedes están en el negocio del vestuario, que está cambiando, que enfrenta el desafío de lo medioambiental. ¿Cómo se preparan para eso?

-Creo que hay dos tipos de vestuario, y sin intentar decir que el nuestro es el que no contamina, sí pienso que la contaminación más grande está dada por la cantidad de rotación que tienen los inventarios. Antiguamente la ropa iba pasando de generación en generación. Hoy se usa y se bota. Nosotros nos hemos caracterizado por seguir haciendo ropa de calidad que pueda pasar de generación en generación, ropa que no necesites comprar cada temporada, una chaqueta Limonada puede usarla la hermana más chica, la que sigue, todas. Creo que el problema de la ropa es que la estamos viendo como desechable.

La ropa seguirá siendo algo que la gente va a tener que comprar y las marcas deberíamos estar enfocados, más que solamente pensar en hacer ropa con algodón orgánico o que tenga productos reciclados, en traer menos contenedores, que la ropa dure más.

"La responsabilidad más grande la tenemos como sociedad"

Este cambio en la manera de pensar respecto de la ropa, también lo ve Paula Valverde en la necesidad de cambiar la mirada en igualdad de oportunidades para las mujeres.

"Tenemos que cambiar la mentalidad y educar a nuestros niños de manera diferente. No hablar tanto de corresponsabilidad sino incorporarla en la administración del hogar, en el cuidado de los hijos. Hay que hacer un reseteo para tener una sociedad y un mundo mejor en el futuro", afirma.

Destaca que se ha avanzado en los últimos años en términos de impulsar a las mujeres, pero el problema es que la brecha era demasiado grande, y ampliada por la pandemia. "Se habla mucho de emprendimiento y de equidad de género, pero cuando se destapa la olla de la pandemia te das cuenta de que la realidad es que la mujer sigue teniendo menos oportunidades y falta de apoyo", sobre todo en el cuidado de los hijos, los enfermos y los mayores.

En el caso del emprendimiento, dice que la escasa presencia de mujeres en innovaciones tecnológicas o científicas, y en los llamados unicornios, tiene que ver con la falta de incentivos desde la infancia. "Tenemos una deuda gigante con nuestras niñas". Plantea que ahí es necesario implementar políticas públicas que permitan hacerse cargo de este problema.

También identifica como una dificultad para las mujeres en el área laboral el que muchas veces interrumpen sus carreras por la maternidad, y ahí, dice, el problema tiene que ver con la falta de flexibilidad para compatibilizar vida laboral y privada. "Hemos avanzado, pero creo que aún queda mucho camino".

-El próximo gobierno se define como feminista. ¿Qué expectativas tiene en estos temas?

-Mis expectativas tienen que ver con la edad. El recambio generacional en la política me hace mirar con esperanza lo que pueda venir. Creo que era necesario y creo que pueden efectivamente estar más conscientes de esta desigualdad, haber entendido una problemática que las generaciones más antiguas ya lo tienen arraigado. El gabinete paritario y el verlos trabajar codo a codo entre hombres y mujeres son buenas señales para empujar o generar una conciencia de que se necesitan cambios profundos en la educación y en las políticas públicas.

-Y respecto de la empresa, ¿cuál es el rol?

-Las empresas tenemos el deber y la responsabilidad de buscar la mejor manera para que nuestras mujeres puedan compatibilizar vida familiar y trabajo. Pero diría que la responsabilidad más grande la tenemos como sociedad, que cada papá y mamá esté consciente de que tiene que criar hijos corresponsables. Los niños aprenden por lo que ven. Necesitamos empezar a actuar distinto como sociedad.

-¿Qué se puede hacer hoy para que haya más emprendimientos liderados por mujeres y a que a esos les vaya mejor?

-Las políticas públicas deberían hacerse cargo de eso. Las mujeres deberían tener quizá mayores incentivos, mayores subvenciones, apoyos. Muchas mujeres emprenden por necesidad hoy día, pero la cantidad de mujeres luchadoras es enorme, aquellas que se hacen cargo solas de sus hijos, de sus familias. Se necesita acompañar más a la mujer en este proceso de emprendimiento, porque la tienen más difícil.