Hacienda asume caída del PIB de 0,5% en 2023: repunte se vería en el último trimestre
Al presentar el Estado de la Hacienda Pública, el ministro Mario Marcel destacó la mejora en el balance fiscal de este año, el que pasará del déficit proyectado en julio de 2,8% a un superávit de 1,6% del Producto.
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De luces y sombras fue el primer informe del Estado de la Hacienda Pública del ministro de Hacienda, Mario Marcel. Ante la Comisión Mixta de Presupuestos, la autoridad se sumó a las proyecciones de un escenario cada vez más claro de recesión para el próximo año, al anticipar una caída el Producto Interno Bruto (PIB) de 0,5% -más que la baja de 0,1% prevista en julio-, pero que tendrá una curva que sugiere esperar recuperación hacia finales del período. Es decir, lo peor del cuadro previsto será el primer trimestre y lo más favorable el último.
“Esperamos que la actividad económica comience a recuperar la senda de crecimiento para 2023”, dijo Marcel en el Congreso, como parte del inicio formal de la tramitación de la Ley de Presupuestos.
Esto implicará caídas de la formación bruta de capital fijo de 2,5%, es decir, de menor cuantía que lo anticipado en julio (-6%), mientras el consumo privado se contraerá algo más (4,8%).
Estos números se registrarán luego que 2022 terminarán con una baja de 1,8% por el lado de la inversión y un alza de 1,6% del consumo privado.
Este cuadro redundará en una expansión del PIB de 2,2%, es decir, mejor que el 1,6% previsto en julio.
De hecho, el ministro ayer dijo que el aterrizaje de la economía ha sido más suave de lo anticipado a la luz de la nula variación que registró la actividad económica en agosto.
Con el dato de agosto de Imacec “podemos decir que el tercer trimestre tampoco va a ser tan grave como se pensaba” y subrayó que “las políticas públicas han movilizado medidas y recursos para amortizar esos impactos sobre las personas de menores ingresos y empleo, así que estamos teniendo una combinación bastante mejor”.
De todas formas, alertó que el último trimestre de este año será el “más negativo”, pero que la “luz al final del túnel” se comenzará a ver en 2023. “Esto va mostrando que esta idea de que nos dirigíamos a una situación económica particularmente crítica, en la práctica ha sido bastante más moderada”, afirmó.
Cifras azules
Un punto especialmente realzado por Marcel del estado de la Hacienda Pública fue la mejora en el balance fiscal, cuyo déficit proyectado originalmente para 2022 de 2,8% transitó a un superávit de 1,6% del PIB. Esto implicaría un balance cíclicamente ajustado del Gobierno Central de 0,6% del PIB
Esto significará –sostuvo- pasar de “un déficit cíclicamente ajustado de 10,7% del PIB en 2021, un verdadero record histórico para Chile, a un superávit, en Chile no teníamos un superávit de esta magnitud desde 2007”.
“El Presidente respalda el compromiso con la responsabilidad fiscal, como todo el gabinete con los cuales discutimos el conjunto del proyecto de Presupuesto 2023”.
“Ya podemos comenzar a divisar un escenario en 2023 de empezar a ver recuperación de la actividad económica... a generar una inflexión y poder ver la luz al final del túnel en esta materia”.
“La consolidación fiscal llevará a estabilizar la deuda pública a fines de este mandato. De esta forma, se permitirá un ahorro de más de US$ 1.200 millones en intereses”.
Mario Marcel, ministro de Hacienda
Estas cifras constituyen la cifra de consolidación fiscal, lo que llevará a estabilizarse la deuda pública a fines de este mandato a 41% porcentuales por debajo de su nivel prudente de 45% del producto.
De esta forma, habrá un ahorro de más de US$ 1.200 millones en intereses que permitirán destinar recursos a gastos prioritarios, indicó.
Anticipó que tendremos “la consolidación fiscal más profunda respecto a un amplio espectro de países”, enfatizando que la importancia de ser responsables en el uso de los recursos de todos los chilenos es un principio que ha guiado mi vida profesional. Junto al exministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, iniciamos en 2001 la aplicación de la regla fiscal”.
Estas cifras tendrían un deterioro el próximo año hasta volver a cifras rojas del orden de 2%.
Lo anterior se dio en un contexto en que el nivel de los ingresos esperados excedió en 27% los estimados en la ley de presupuestos anterior. El gasto del gobierno central experimentará en 2022 una caída del 24,5% real reflejando el término de las transferencias masivas de 2021.
El presupuesto 2023, en cambio, se prevé un alza del gasto de 4,2% para llegar a un monto de unos US$ 81 mil millones.
En el mensaje de la iniciativa, se plasmó que “el Presidente podrá otorgar la garantía del Estado a los créditos que contraigan o a los bonos que emitan las empresas del sector público, y universidades estatales, hasta por la cantidad de US$ 500 millones”.
Asimismo, se pide autorizar al Presidente “para contraer obligaciones, en el país o en el exterior, en moneda nacional o extranjera, hasta por US$ 15 mil millones que, por concepto de endeudamiento, se incluye en los ingresos generales de la Nación”.
Parlamentarios expresan preocupación
por ejecución de la inversión pública
Una vez terminada la presentación del ministro Marcel, fue el turno de los parlamentarios de la comisión mixta de presupuestos de hacer sus consultas respecto al informe de Hacienda.
El senador José García Ruminot (Renovación Nacional) presentó sus dudas acerca del cálculo estructural y de los ingresos permanentes, en relación a que la última operación renta fue “espectacularmente buena” por el crecimiento económico.
“Cuando veamos el proyecto o las indicaciones al proyecto de responsabilidad fiscal, va a ser necesario revisar aquellos aspectos que se consideran ingresos permanentes y probablemente también por la parte de gastos”, dijo.
Mientras que otros parlamentarios manifestaron su preocupación por la ejecución de la inversión pública. El diputado Ricardo Cifuentes (Democracia Cristiana), apuntó a que “es relevante resolver los cuellos de botella que tiene la ejecución de la inversión pública este 2022, donde a agosto de este año solo se ha ejecutado un 43% de las inversiones y de las transferencias de capital, como también se requiere que los recursos para la seguridad sean los necesarios”.
Un punto que compartió la senadora Alejandra Sepúlveda (Federación Regionalista Verde Social) y agregó su inquietud por la evaluación de programas. “Ahí tenemos que colocar un ojo distinto, ¿Cómo hacemos para que ese programa efectivamente tenga un resultado que nosotros esperamos de un mejoramiento de la calidad de vida de las personas y de la familia?”.