“Al final del día la evaluación que se podrá hacer de la reforma laboral cuando se dejen las pasiones de lado, es que será efectivamente un tranco histórico para nivelar la cancha en el marco de lo que se puede y se quería hacer ahora”. Así proyecta el senador socialista, Juan Pablo Letelier, lo que será la nueva legislación que lleva más de un año de tramitación y que hoy vive la cuenta regresiva.
“El sindicato interempresa es lo sustantivo y creo que hay que precisar claramente el tema de la subcontratación. Antes del 15 de abril esta reforma va a estar en el Tribunal Constitucional”, prevé Letelier, quien presidirá la instancia.
- ¿Qué le parece el “triunfo” de las “adecuaciones necesarias” cuando se pensaba que sería materia obligada para la comisión mixta?
- Siento que ha sido algo sobrevalorado, que es parte de una pirotecnia, pero que al final del día con los dictámenes que la Dirección del Trabajo va a sacar en esta materia y con las resoluciones que va a ir sacando los Tribunales de Justicia, se va a demostrar que en Chile no habrá reemplazo interno en las huelgas.
- ¿Pero es indudable que producirán una mayor judicialización?
- Sí, claro, y habría sido así igual. Los empresarios que nos les gustan los sindicatos -porque hay otros que no tienen problemas-, que tienen una práctica de poca colaboración con sus trabajadores, claro que van a judicializar, pero van a tener que pensar dos veces, porque el monto de la multa si tratan de hacer un reemplazo interno durante una huelga les va a salir caro. Mañana no se podrá pagar un reemplazo como algo insignificante, como se hace hasta ahora.
Ese es un espacio de disputa judicial y administrativa que vale la pena dejarlo con las pirotecnias verbales a cambio de que tengamos titularidad sindical, extensión de beneficios y negociación interempresa.
- ¿Pero si no le gustaban las “adecuaciones”, ahora sigue pensando que se garantizará la huelga efectiva?
- Sí, claro, tengo la convicción de que la definición de huelga quedó limpia. Ahí es donde está definido el derecho fundamental.Esta reforma es un tranco histórico muy importante y se va a ver complementado mañana. No sólo por los fallos administrativos y judiciales sino por un proceso constituyente que va a cambiar la Constitución en esta materia y por otras reformas laborales que están pendientes.
- ¿La DC ganó y el PC perdió?
- Hay triunfos que son aire en una bolsa de papel. Eso es lo que quieren aquellos que creen que ganaron con las adecuaciones necesarias. Esa es mi convicción, porque la definición de huelga es lo fundamental.
Toda esta discusión de las adecuaciones es cuando hay sindicatos no representativos. Por eso digo que este es un triunfo para algunos que se han quedado con un lenguaje, les concedimos el lenguaje, adecuación necesaria es como ajuste. Pero este triunfo para ellos no tiene ninguna relevancia si es que tenemos sindicatos grandes y significativos, que efectivamente cuando vayan a un proceso de negociación representen a todos sus compañeros.
- ¿Habrá grandes modificaciones en la comisión mixta?
- Podemos abordar temas relacionados, pero la esencia de los cuatro temas será sindicato interempresa, eliminar la referencia que no tiene un aspecto jurídico, pero sí ideológico de estar calificando en el ejercicio de los derechos laborales como violentos o pacíficos, no aporta en nada. No hay que olvidar que la huelga es un conflicto. Hay que precisar los temas de subcontratación.
- ¿Será sin sorpresas entonces?
- Sorpresas, no, se va a consolidar un proyecto que permitirá nivelar la cancha. Después de despachado de la comisión mixta va a haber una serie de voces críticas, que en verdad no tienen que ver con la ley. Tiene que ver con la profunda desconfianza que hay en un sector de nuestro país y no sin razón a las prácticas de los empresarios.
“No ha tenido una voz única”
- ¿Cuál es el rol que ha jugado el gobierno en la tramitación? Burgos aterrizó en la votación en la Cámara.
- Es evidente que este es un tema que no ha tenido una voz única. Eso está a la vista. Si hubiese habido voz única, no se habría generado cierto momento de ambigüedad en la interpretación. Eso está a la vista y ocurrió. Lo importante es cuál es la voz que predominó y la voz que predominó fue lo que planteó la ministra Rincón y la presencia del equipo político en la tramitación en la Cámara no hizo más que reforzar y respaldar lo que estaba planteando la ministra.
Esta fue la primera vez que un ministro de Hacienda se haya involucrado tanto en una reforma laboral en la historia de nuestro país. Pero aquí los ministros sectoriales son los que tienen expertise en esta materia.
- ¿Jugó mucho en contra que los ministros Valdés y Rincón tuvieran un doble discurso?
- Refleja nuestros diferentes puntos de vista respecto del mundo del trabajo. Si para dar este avance que es importante se generaron debates, algunos a mi juicio sobrevalorados en materia de adecuaciones necesarias, esos temas son debatibles y tendremos que evaluar cómo funcionan. En el gobierno y en la Nueva Mayoría hubo diferentes opiniones, pero no van a cambiar lo que es el torrente asociado a esta reforma.
- ¿Se puede garantizar que no habrá una segunda reforma laboral como ocurrió con la tributaria, entendiendo que ya una legislación laboral es difícil de modificar?
- Esta es una reforma sobre derechos colectivos, pero aquí uno de los debates que tiene que seguir tiene que ver con los contratos por obra o faena. Se tendrá que abordar una ley sobre polifuncionalidad. Es decir, no vamos a volver sobre modelos de negociación colectiva, pero derechos individuales, sin duda.
- ¿Pueden existir más reformas, pero no ajustes a lo ya realizado?
- No sobre la materia que se está legislando ahora.
- Pero esta reforma no le termina gustando a nadie...
- La raya para la suma va a ser cuando salga de la comisión mixta, se apruebe y después del TC. Cualquier observador serio de la CUT, que tenga los pies en la tierra, considere la sociedad chilena de hoy, la correlación de fuerzas, coincidirá en que esta reforma es un paso histórico. Y eso la CUT lo reconocerá hidalgamente al terminar la reforma.
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