No sólo las reformas estructurales y el bajo crecimiento marcó el año pasado al mundo empresarial. Casos de colusión como el del papel “tissue” y los supermercados llegaron a cobrar cuentas al sector privado. Desmarcándose de la Sofofa que suspendió a CMPC tras estallar el caso “tissue”, el máximo tribunal de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) decidió el 14 de enero no sancionar a sus socios directos involucrados, y esperar la resolución del caso ante el TDLC.
Pese a todo, el ex líder de la CNC, Carlos Eugenio Jorquiera, asegura que no ve “grandes quejas contra la institucionalidad de libre competencia” y que, por lo mismo, la legislación es “suficiente”.
- ¿Fue correcta la decisión del máximo tribunal de la CNC de no sancionar por ahora a los socios involucrados en el caso de colusión?
- En principio, a la luz de los antecedentes según me informaron, me pareció que era un tema correcto, pero no participé activamente.
- ¿Era prudente quizás aplicar una suspensión al igual que en la Sofofa?
- No son absolutamente vinculantes, pero sí puede un comité proponer que corresponde una sanción porque se ha llegado al convencimiento de que no obró de acuerdo a las reglas. La justicia actúa cuando hay temas que presenta características de delitos y cada uno va por su carril propio.
- ¿Esto no significa que de comprobarse delito no se pueda sancionar?
- Son carriles absolutamente aparte. La justicia ordinaria va a intervenir cuando decida y nosotros no tenemos nada que hacer en ese momento. Podremos presentar un reclamo, apelaciones, recursos, pero la justicia es la justicia. Y nosotros, mientras la justicia no nos prohíba ejercer una conducta determinada, somos absolutamente autónomos para adoptar sanciones de carácter gremial, como suspensión o, bien, la expulsión si eso fuese necesario.
- ¿Las empresas no se tienen que relajar a partir de esta decisión?
- Absolutamente no, porque las pruebas se van produciendo con el tiempo. Si al principio no existía ningún antecedente y después sí hay, vamos a actuar. No hay nada escrito.
- ¿Por qué cree usted que en la Sofofa hubo suspensión y en este caso no? ¿Los casos son muy distintos?
- Porque a lo mejor manejaron antecedentes diferentes que la CNC no los haya tenido a la vista. No nos estamos consultando a cada rato. La Sofofa es autónoma, la CNC es autónoma de tomar sus decisiones y después ellos podrán reconsiderar o no si dentro de la investigación llegamos a que, en definitiva, la persona inicialmente imputada no era merecedora de que se mantenga esa sanción.
- ¿A los empresarios les está faltando mayor cultura sobre libre competencia?
- Sí, hay un relativo déficit en esta materia de nosotros, de analizarlo más en seminarios, con más participación, en fin.
- ¿Por qué se producen estos casos? ¿La economía chilena es menos competitiva de lo que creíamos?
- No. No culpo ni siquiera a los dueños, porque no me consta. Creo que aquí viene una vocación por aumentar los negocios. Muchas veces decisiones de ejecutivos, que pueden haber terminado siendo ilegales, no son advertidas a tiempo tampoco por los controladores.
- ¿Considerando que hay un proyecto de libre competencia en curso se deberían endurecer las penas?
- Las penas son duras. Las penas que existen ya sin reforma son muy fuertes. Nunca nos va a ver muy entusiasmados para que se suban las penas. Nos interesa que se cumplan las leyes. Vamos a estar de observadores del asunto y como gremios podemos preocuparnos de que se mejore las legislaciones por si la ley no pudo hacer nada o la autoridad porque no tenía las facultades legales suficientes.
- ¿No es que los ejecutivos vean que la legislación es débil y fácil de vulnerar por años?
- Pienso que no. La legislación es suficiente. No necesitamos pena de muerte para ninguna de estas cosas ni nada que se parezca, es suficiente.
- Si las prácticas entre proveedores y supermercados no deben cambiarse y la Ley está bien, ¿dónde está el error para que por años se escondan casos de colusión?
- Uno, el error está en la cultura de los que participan. Si hay un delincuente, alguien tiene que denunciar, la autoridad no puede andar tras la persecución de eétos per se.
Presidenta se debilita
- ¿Cómo ve el cierre de 2015 en materia económica y política?
- Un año complejo, por ponerle un calificativo cristiano al tema, con déficits de lo que uno espera del Poder Ejecutivo e, incluso, del sector privado también.
-¿Hay culpa compartida?
- Sí. Bueno, nosotros no estamos dirigiendo el país, somos solamente apoyo al país, a las autoridades. La principal deficiencia viene del gobierno que, en definitiva, se toma un escenario gigantesco de actuaciones, se empiezan a preocupar de cuántos autos tienen que pasar por acá y para allá, o sea, se sobreactúa (...)
- Y, en ese sentido, el liderazgo de la Presidenta se ha ido empeorando cada día? ¿Está faltando que ella entre a golpear la mesa?
- La influencia de la Presidenta se fue debilitando no solamente el año pasado, sino que ha ido gradualmente debilitándose sin buscar una sinergia con el sector privado que parezca positiva en el sentido de que nos juntemos.
- ¿Como una real alianza público-privada de la que tanto se habló?
- Este país no se maneja por iniciativa del sector público, pero tampoco nosotros somos los dueños del cuento. El gobierno tiene que regular en definitiva cómo debería funcionar el camino al desarrollo.
- ¿Y qué debe hacer en concreto?
- Cuando estoy hablando y enfocando la labor de la Presidencia de la República, el Poder Ejecutivo, no solamente estoy hablando “indoor” en Chile, sino que tenemos una actividad internacional muy importante que hay que hacerla crecer. Me preocupa la situación por nuestros vecinos del norte. Podemos tener problemas con Argentina.
Mi visión es un poco pesimista si no hay un trabajo fecundo. No se está desarrollando con optimismo nuestra vinculación con Perú y Bolivia. Tenemos que ver cómo nos vamos a seguir entendiendo.
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