El aumento en los precios internos es un fenómeno que afecta a un sector de la población más que otro, siendo el 20% más pobre (quintil 1) el más golpeado. Así lo muestra un informe del Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Universidad del Desarrollo, que plantea que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se incrementó 0,4% en dicho segmento en mayo, duplicando el indicador general.
Acorde al análisis, en doce meses la inflación del 20% más pobre se ubicó en 4,6%, cuatro décimas por sobre el indicador a nivel nacional. Situación similar a la que se dio en los hogares del quintil número 2.
En el desglose, las divisiones de mayor peso para los hogares más pobres anotaron incrementos durante el mes. Así, alimentos y bebidas no alcohólicas avanzaron 1% en el período, mientras que el ítem vivienda y servicios básicos se expandió 0,1% en el quinto mes del año.
En el otro extremo, la variación de precios en el 20% más acaudalado del país fue considerablemente menor que la de los más pobres y a nivel nacional. Así, el IPC en el quintil 5 anotó una variación de sólo 0,1%, situándose en 4,2% en 12 meses.
Las divisiones de mayor peso para el 20% de más altos ingresos presentaron las siguientes alzas: bienes y servicios diversos aumentaron en 0,4%, seguido de equipamiento y mantención del hogar, que se incrementó 0,2%, mientras restaurantes y hoteles lo hizo en 0,3%.
"En mayo se incrementó la brecha entre la inflación anual relevante para los hogares del 20% de más altos ingresos y la de los del 20% de más bajos ingresos", advierte el director del CEEN de la Universidad del Desarrollo, Cristián Echeverría.
En concreto, en febrero fue la última oportunidad en el ambos quintiles coincidieron en materia inflacionarias, con un IPC en 12 meses de 4,8%. A partir de entonces, los precios para el 20% de mayores ingresos han caído en los últimos tres meses.
El IPC general de mayo se ubicó por debajo de las expectativas del mercado, que anticipaba una expansión entre 0,3% y 0,4%. De esta manera, el indicador completó cinco meses por sobre el rango meta del Banco Central (entre 3% y 4%).
El informe también analizó el crecimiento de las remuneraciones reales versus la expansión del salario mínimo real en los últimos seis años.
Así, entre julio de 2010 y abril de 2016, las remuneraciones reales promedio han crecido 16,5%, mientras que en el mismo período el salario mínimo real -ajustado por IPC- se ha incrementado 16,2%.