El mercado laboral sigue resintiéndose en Chile. El indicador más evidente es el incremento de la tasa de desempleo, que en el trimestre móvil mayo-julio se incrementó a 7,1%, ubicándose por sobre las expectativas de los analistas y la mayor tasa desde septiembre de 2011.
Pero no es el único indicador: otra cifra que da cuenta del deterioro es el número de trabajadores que se desempeñan a tiempo parcial involuntario. O sea, que desean trabajar más horas pero que la capacidad de la empresa o la disponibilidad de proyectos se lo impide. Y esta cifra se encuentra en máximos de tres años.
Según un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), presentado ante la comisión de Hacienda de la Cámara, uno de cada diez trabajadores en Chile se encuentra subempleado al mes de julio. En concreto, el 10,3% de los ocupados se desempeña a tiempo parcial involuntario, el máximo desde junio del 2014. Los ocupados en este segmento se incrementaron 7,7% en 12 meses a julio, su mayor expansión desde fines del 2013, totalizando 832 mil personas. Desde inicios de este año, los ocupados a tiempo parcial involuntario han crecido a tasas superiores respecto a quienes lo hacen de manera voluntaria (ver gráfico).
Según el INE, en el último trimestre móvil se consolidó el “importante” crecimiento de este segmento, el cual fue liderado por los rubros de Transporte y Construcción. La principal razón (44,1% del total) se relaciona con que “no hay más clientes o es temporada baja”.
Este tema fue parte del análisis sobre el mercado laboral que realizó el Banco Central en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de septiembre.
Señales de debilidad
Los economistas advierten que el aumento en el trabajo involuntario es otro síntoma de la creciente precariedad del mercado del trabajo.
“Es evidente que el crecimiento significativamente mayor al registrado durante el invierno del 2015 (cuando el empleo a tiempo parcial involuntario se contrajo 3,3% en 12 meses) refleja factores cíclicos”, señala el economista jefe de Itaú Chile, Miguel Ricaurte.
El economista de BCI Estudios, Antonio Moncado, advierte que los ocupados en este segmento perciben bajos ingresos, debido a la menor disponibilidad de horas en sus respectivas plazas. “Seguimos previendo un aumento paulatino en el desempleo, que lleve al indicador en torno a 7,6% a fines de año”.
El gerente de Macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, prevé una tasa que llegará a 7,3% en el trimestre móvil finalizado en agosto. “Además, el empleo asalariado está prácticamente estancado desde hace 5 meses. No descarto que en los próximos meses registre una variación interanual negativa”.
Mientras que Álvaro González, de Santander Chile, advierte que la cantidad de trabajadores sin contrato y que trabajan por acuerdo de palabra a tiempo parcial aumentó de forma “importante” durante el último trimestre. “Esto habla de la imposibilidad del mercado de ofrecer alternativas más flexibles ante un escenario de bajo dinamismo”.
