Cada uno en su feudo. Así se desplegó el gobierno ayer en la Cámara de Diputados, previo a la revisión de la reforma laboral por parte de la comisión de Trabajo. El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se reunió con los diputados del PPD; el vocero de La Moneda, Marcelo Díaz, con los socialistas; y la titular de Trabajo, Ximena Rincón, con la Democracia Cristiana.
En los tres encuentros, el Ejecutivo entregó el mismo mensaje: la necesidad de respaldar el proyecto del gobierno y el acuerdo que alcanzó en el Senado, es decir, apoyar las “adecuaciones necesarias” en la huelga, la obligatoriedad de la negociación colectiva interempresa (con salvedades para micro y pequeñas empresas), y la norma que permite a una empresa mandante contratar nuevos servicios cuando una firma subcontratista enfrente una huelga.
Los diputados del PPD atendieron la petición del gobierno, pero demandaron precisiones, específicamente en dos puntos. El primero, cerrar los espacios de interpretación en el artículo de huelga con adecuaciones necesarias; y el segundo, cautelar a las micro y pequeñas empresas en la negociación colectiva obligatoria.
Un resultado similar logró Rincón. “La DC en su conjunto respaldó al Ejecutivo”, expresó. Sin embargo, un grupo de diputados también exigió “una redacción más clara” en la norma de huelga, puntualmente para establecer que “las funciones convenidas en los contratos” deben ser realizadas habitualmente.
Ambas reuniones, con la DC y el PPD, fueron fructíferas, pero no un éxito. En las dos colectividades un grupo minoritario rechaza los planteamientos del gobierno y el acuerdo alcanzado en el Senado. Estos legisladores votarán bajo la premisa de mantener lo aprobado en junio del año pasado por la Cámara, es decir, rechazarán las adecuaciones necesarias, insistirán en negociación colectiva obligatoria para todas las empresas y votarán en contra de la norma de paralización en compañías subcontratistas. “Mi piso es lo que aprobó la Cámara” y “esta es una reforma para el fortalecimiento de los sindicatos y no para cautelar los negocios de las empresas”, fueron las posturas manifestadas por legisladores de la DC y el PPD.
Díaz no convenció al PS
Más dura fue la posición de los diputados del PS. El jefe de la bancada, Manuel Monsalve, fue claro: “Los diputados socialistas no se sienten parte del acuerdo alcanzado en el Senado, tampoco se sienten representados por los contenidos de ese convenio”.
El legislador aseguró que la bancada rechazará las adecuaciones necesarias y la huelga pacífica e insistirá en la negociación interempresa obligatoria y que las compañías mandantes asuman los costos de subcontratar funciones. “Tenemos unanimidad”, afirmó Monsalve, es decir, el gobierno tiene 16 votos menos. A ellos se suman los 6 parlamentarios del PC, que sintonizan con el PS.
El jefe de la bancada socialista fue especialmente crítico con el gobierno, sobre la disposición de adecuaciones necesarias. “No hay claridad y se está dejando a los tribunales de justicia la interpretación de la norma. Qué garantías podemos dar a los trabajadores para que se garantice el derecho a huelga efectivo”, expuso Monsalve.
En la misma línea, el diputado PPD de la comisión de Trabajo, Cristián Campos, cuestionó a los ministros Valdés y Rincón. “Hacemos un llamado al gobierno para que no existan dos posturas que son antagónicas. Es necesario que en este tema la Nueva Mayoría tenga claridad”, señaló el legislador, aludiendo a las diferencias entre la ministra del Trabajo y el titular de Hacienda.
La primera era partidaria de establecer la “habitualidad” en las funciones convenidas en los contratos, mientras que el segundo optó por dejar todo en manos de “la jurisprudencia y los tribunales de justicia”.
Al cierre de esta edición, la comisión de Trabajo de la Cámara revisaba la reforma laboral aprobada por el Senado.
En la antesala, Rincón aseguró que el Ejecutivo mantiene su intención de aprobar la reforma laboral durante este mes. Sin embargo, el Ejecutivo retirará la discusión inmediata y la repondrá en la sesión del jueves, por lo que se vería lunes y martes próximo en comisión y miércoles en la Sala. Así, una eventual comisión mixta quedaría para la primera semana de abril.
CUT PIde tiempo para diputados
Tanto el mundo empresarial como el de los trabajadores están expectantes al camino que transitará por estos días el proyecto de reforma laboral. Ayer el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alberto Salas, insistió en que esta iniciativa "tiene que ver más con sindicatos" y que se deben "generar equilibrios en las negociaciones colectivas, que estas huelgas no produzcan más daño de lo que se está negociando, de manera que la empresa no sea chantajeada".
En cuanto a la negociación interempresa, el dirigente destacó que cada compañía tiene una propia realidad, aunque sea de los mismos tamaños e incluso el mismo rubro, que la hacen esencialmente distinta. "Por lo tanto, es muy peligroso, sobre todo en las pequeñas empresas, hacer una negociación con trabajadores de empresas que no pertenecen exactamente a esa unidad productiva".
Y fue más lejos: "La verdad es que ya la reforma laboral está jugada. Reiterar que a nuestro juicio la reforma no soluciona, hay que trabajar, la agenda laboral de Chile es mucho más rica, es mucho más amplia, y nosotros siempre vamos a estar disponibles para colaborar en eso".
Mientras, en una actividad paralela, la líder de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, fue clara en afirmar que "si vamos a tener que llegar a una comisión mixta, entonces, nada obliga a que tengamos que hacer una tramitación veloz o con una celeridad que hoy no se entiende cuando es necesario que la Cámara de Diputados cuente con todo el tiempo para poder analizar las modificaciones que se han hecho".
Sobre el reciente "impasse" con el presidente del Senado, Patricio Walker, la dirigente sindical aseguró que "más que de la forma y de los errores que se pudieron haber cometido por parte del presidente del Senado en el proceso de tramitación, estamos preocupados por el fondo".