Gobierno recibe el respaldo de la OIT para salvar la titularidad vía reforma constitucional
La ministra Ximena Rincón analizó, en Suiza, el proyecto laboral con Guy Ryder. En Chile, La Moneda se enfoca en persuadir a la oposición.
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Antes de retornar a Chile desde Suiza, la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, movió una pieza que puede resultar clave para la reforma constitucional que el gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría exploran como salida al fallo del Tribunal Constitucional (TC), que objetó uno de los pilares de la reforma laboral: la titularidad de los sindicatos en la negociación colectiva.
En Ginebra, donde participó en la 105° Conferencia Internacional del Trabajo, la secretaria de Estado se reunió con el director general de la OIT, Guy Ryder, quien valoró “la voluntad del gobierno chileno por llevar adelante una reforma laboral”. No sólo eso, también consideró “oportuna la intención del Ejecutivo de encontrar una forma adecuada y consistente con el ordenamiento jurídico del país, de reconocer el papel preponderante de los sindicatos, lo que estaría en conformidad con el Convenio 135 de la OIT”.
La declaración de Ryder no es casual o fortuita. Al contrario, tiene directa relación con el camino que el gobierno está explorando para elaborar una reforma constitucional que establezca una titularidad “moderada”, con un rol preeminente de los sindicatos y con materias que el empleador pueda negociar única y exclusivamete con ellos, como pactos de adaptabilidad, los servicios mínimos en una huelga y la extensión de beneficios.
Esto, según la lectura de parlamentarios y asesores del oficialismo, en perfecta sintonía con el artículo 5° del Convenio 135, ratificado por Chile en 1999, que establece que “cuando en una misma empresa existan representantes sindicales y representantes electos (de grupos negociadores), habrán de adoptarse medidas apropiadas para garantizar que la existencia de representantes electos no se utilice en menoscabo de la posición de los sindicatos interesados o de sus representantes”.
Un cambio constitucional de estas características tiene el respaldo de todos los partidos de la NM, que concuerdan en que es hora de “actuar con realismo político”, es decir, avanzar con titularidad “en la medida de lo posible” y entendiendo que el respaldo de la derecha es fundamental.
Oposición no transa
Con la salida técnica resuelta, a la NM le falta encontrar la respuesta política a su reforma constitucional. Ese esfuerzo, liderado por los ministros Nicolas Eyzaguirre, de la Segpres; y Rodrigo Valdés, de Hacienda, ha sido hasta el momento infructuoso.
“Cualquier propuesta que instale el monopolio sindical en algunas materias, como los pactos de adaptabilidad, contradice los principios de la OIT y no la vamos a aceptar”, sostuvo el presidente de la UDI, Hernán Larraín, quien luego de conocer el respaldo de la OIT al papel preferente de los sindicatos matizó: “Hay que ver la fórmula. Valoramos el rol de los sindicatos, pero la libertad de asociación es fundamental. En la mediada que se respete la libertad de afiliarse y no afiliarse, se podrá conversar”.
Esta postura, a juicio del presidente de la comisión de Trabajo de la Cámara, Patricio Vallespín (DC), “es confundir la libertad sindical con la inexistencia de la asociación colectiva en las empresas, lo que es aberrante”.
Si no hay sindicatos en una empresa, puntualizó el parlamentario, “entra el grupo de forma natural a la negociación, lo que es un reconocimiento al papel preferente de la organización estable de los trabajadores: El sindicato”. Para Vallespín, el apoyo de la OIT al papel preferente de los colectivos sindicales “es revelador y constructivo, porque es lo que ocurre en todos los países desarrollados”. El diputado llamó a la oposición a estudiar la reforma constitucional “sin ideologismos”.
CHILE VAMOS PROPONDRÁ AMPLIAR LA ADAPTABILIDAD PACTADA
La oposición no se cierra, al contrario, quiere conversar con el gobierno, sobre los efectos del fallo del Tribunal Constitucional (TC) y cómo regular la negociación colectiva de los grupos de trabajadores y de los sindicatos.
Eso sí, aclaran desde el bloque, "sólo cosas formales que garanticen la seriedad de un grupo negociador y que estos colectivos transitorios no se utilicen como práctica antisindical". Nada, agregan, "de mayores atribuciones o prerrogativas para los sindicatos", como lo recomienda la legislación internacional. ¿Qué posibilidades contempla Chile Vamos? Que mientras negocie un sindicato, no lo pueda hacer un grupo de trabajadores. Sólo cuando el contrato colectivo entre la organización sindical y el empleador
esté firmado.
También registrar la constitución de los grupos negociadores en la Dirección del Trabajo, para que el organismo ejerza las facultades fiscalizadoras que correspondan.
Otras propuestas de la oposición, elaboradas por el abogado de LyD y asesor de Chile Vamos, Sergio Morales, son extender los pactos de adaptabilidad, ya no sólo para las jornadas de trabajo, horas extraordinarias y jornadas pasivas -como lo establece la reforma laboral-, sino que también a la flexibilidad pactada para situaciones de crisis, que permita reducir salarios, por ejemplo; y para productividad, donde los aumentos de los sueldos estén directamente relacionados con los incrementos en la productividad de las empresas.