La conmemoración del trigésimo cuarto aniversario del homicidio del sindicalista Tucapel Jiménez fue el escenario ideal para el reencuentro de los principales actores del debate laboral. Al acto, que se desarrolló en el Cementerio General, asistieron la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, y parlamentarios que han participado activamente en la búsqueda de un acuerdo político que permita la aprobación del proyecto. Por un lado estaba Jorge Pizarro, presidente de la Democracia Cristiana, y uno de los cinco senadores falangistas que insisten en moderar la reforma; y por otro, Tucapel Jiménez (PPD), Osvaldo Andrade (PS) y Hugo Gutiérrez (PC), diputados que se acercan más a lo planteado por el mundo sindical. También estaban las directivas de la CUT y la ANEF.
Pese a las diferencias, los legisladores oficialistas concordaron en que “los tiempos se agotan” y que el despacho de la reforma no se puede dilatar más allá de marzo. También en que si bien lo ideal es aprobar el texto con el respaldo y consenso de la Nueva Mayoría, si eso no ocurre el gobierno debe zanjar el asunto, asumir una posición y llevar la discusión a la votación en sala, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
“El gobierno debe presentar las indicaciones y yo espero que éstas generen acuerdo. Si no es así, votar no más, no hay mucho más que decir”, expresó Pizarro, quien dijo que el compromiso con el Ejecutivo no ha cambiado: aprobar la reforma durante la primera quincena de marzo.
El senador descartó que su partido sea un obstáculo para la aprobación del proyecto y aseguró “estar convencido” de que la DC aprobará la reforma laboral.
En una línea similar se manifestaron los diputados Tucapel Jiménez y Hugo Gutiérrez. “Siempre es bueno el diálogo y lograr un acuerdo, pero los plazos ya se están cumpliendo. El gobierno debe tomar una posición”, manifestó el diputado del PPD, mientras que su símil comunista señaló que en la exploración de un acuerdo político “se corre el riesgo de moderar aún más la reforma laboral”.
Osvaldo Andrade se sumó también al llamado de ir cerrando el debate. “Estamos conscientes que hay que aprobar la reforma laboral pronto. Si existe la posibilidad de un acuerdo será bienvenido, si no, se expresará en la votación”, indicó el diputado.
Extensión de beneficios y reemplazo en la huelga se mantienen como los principales focos de tensión al interior del oficialismo. Junto con negociación interempresa y -en menor medida- descuelgue, entrada en vigencia de la norma y subcontratación, son los nudos que la ministra del Trabajo intenta desarmar.
Comisión mixta
La ministra Rincón, quien ha tenido una serie de conversaciones con distintos parlamentarios, explicó que el grueso de la negociación ya se realizó en enero, cuando se informó a los distintos senadores las indicaciones que el gobierno había elaborado.
“Tenemos los textos que debieran ser los que se sancionen en el Parlamento, que garanticen la reforma en su espíritu, para reequilibrar la relación entre los sindicatos y los empleadores”, afirmó.
Rincón reafirmó los plazos, pero puntualizó que tampoco son perentorios. “Avanzamos mucho en la última semana de enero. Queremos evitar la comisión mixta y estamos trabajando para eso, pero tampoco dramatizamos que se llegue a esa instancia”, admitió la secretaria de Estado.
CUT reafirma paro y suma apoyo de la ANEF
Se sumarán con banderas propias, pero participarán. El presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), Raúl de la Puente, confirmó que los empleados públicos adhieren a la movilización nacional convocada para el 22 de marzo por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
"Si hay marchas, estaremos en la marcha; si hay protestas, ahí estaremos; si el paro es todo o la mitad del día, participaremos. La fórmula que sea, ahí vamos a estar", sostuvo el dirigente sindical, quien subrayó que las asociaciones y organizaciones participarán con sus propias demandas y reivindicaciones, como "empleo decente, incentivo al retiro y negociación colectiva para el sector público".
Este respaldo fue destacado positivamente por la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, quien señaló que la jornada de protesta se realizará "sí o sí, independiente de lo que ocurra con la reforma laboral", proyecto que, de acuerdo a los plazos que maneja el Ejecutivo, debería estar aprobada para esa fecha.
"La movilización del 22 es una necesidad del período. Hay un proceso de cambios que llegó para quedarse, pero que mecánicamente no está garantizado que avance y eso requiere de diversas acciones", detalló la dirigenta, quien agregó que "la CUT ha aportado a este proceso con diálogo, debate y propuesta, pero la herramienta privilegiada para presionar es la movilización".
A juicio de Bárbara Figueroa, los trabajadores deben tener un rol protagonista en las transformaciones sociales que demanda la ciudadanía y evitar que los sectores políticos más conservadores detengan este proceso.
"Si uno ve la presión por moderar las reformas puntuales que se han tramitado, uno puede suponer que cuando iniciemos el debate constitucional se va a generar una tensión muy fuerte entre quienes quieren que se toque lo menos posible y quienes vamos a empujar por una nueva Constitución, con asamblea constituyente, y reformular todo lo que tengamos que reformular", sostuvo la presidenta de la multisindical.