Las expectativas empresariales cayeron a su nivel más bajo
en 4 años durante abril, llegando a 58 puntos, según el Índice de Expectativas
Empresariales de la Cámara
de Comercio de Santiago (CCS).
La medición es la más baja desde que se realiza la medición,
desde diciembre de 2003. El valor está 8 puntos por debajo del registro de
diciembre y 10 de su promedio histórico.
La fuerte caída en las expectativas es generalizada, ya que
se produjo en todos los segmentos empresariales (pequeñas, medianas y grandes
empresas) y en todos los sectores de actividad.
Marca, además, un contrapunto con el pulso de la actividad
económica, debido a que si bien las expectativas han continuado en descenso, el
crecimiento económico ha salido de su punto más bajo del tercer trimestre de
2007, para situarse por sobre el 4% en 12 meses en el primer trimestre de 2008, afirmó la CCS.
Pese al desmejorado comportamiento del IEE, el sentimiento
de negocios aún permanece en el rango optimismo moderado, es decir, por sobre
los 50 puntos, aunque se aproxima al límite inferior de esa zona.
De hecho, los antecedentes muestran que la tendencia
pesimista se manifiesta en forma transversal en el universo de empresas, es
decir, no sólo en las medianas y pequeñas, sino también en las grandes. De esta
forma, el porcentaje de grandes empresas que poseen un IEE de 50 puntos y
menos, se ha duplicado, desde un 22% a 42% entre diciembre 2007 y abril de
2008. Entre las pequeñas empresas, en tanto, este porcentaje se situó en 50% en
abril.
El análisis de los antecedentes muestra que el deterioro en
el sentimiento de negocios proviene no sólo de una desmejorada visión del
entorno económico global que rodea a las empresas, sino también de condiciones
individuales menos favorables para la inversión y empleo de las mismas
empresas.
Entorno económico
En relación a la evaluación del entorno, se aprecia que el
porcentaje de empresas que espera un deterioro en las condiciones económicas
globales en los próximos 12 meses subió nuevamente, llegando a un 27% en abril
de 2008, desde un 19% en diciembre de 2007. A modo de referencia, en 2004 y 2005, período en que el IEE alcanzó sus
máximos históricos, el porcentaje de empresas que esperaban deterioro en la
economía fluctuaba entre 2% y 4%.
El análisis por sectores muestra que la industria es la que
posee el IEE más bajo (56 puntos), marcando un importante contraste con la
construcción (65 puntos). El relativo mayor pesimismo en la industria parece
ser consistente con su mayor orientación a los mercados externos, afectados por
el deterioro del dólar y por la desaceleración de la economía mundial.
El sector construcción se mantiene encabezando el IEE, lo
cual es coherente con el relativo dinamismo que presenta la inversión en
construcción en la economía chilena, y con el efecto acelerador que se espera
observar en el rubro hasta que entre en vigencia el fin de la exención
tributaria a la construcción de mayor costo a contar de 2009.
Actividad futura
Las expectativas de actividad futura para las empresas
muestran, en general, un empeoramiento de las ventas, del empleo y de la
inversión, y además se observan algunos indicios de que este deterioro podría
tender a mantenerse en los próximos trimestres.
Por una parte, la esperanza de crecimiento en las
inversiones para los próximos 12 meses muestra una caída desde 8,3% en
diciembre de 2007, a 7,2% en abril de 2008. Este descenso en las
intenciones de inversión, se agrega al
observado anteriormente, a lo largo de la mayor parte de 2007. En marzo de
2007, en particular, las intenciones de inversión en 12 meses eran de 9,7%.
Sin perjuicio de ello, indica la CCS, lo que suena más
preocupante son los indicios de que esta tendencia podría continuar en los
próximos trimestres. El análisis de lo que ocurre con la capacidad instalada en
las empresas sugiere que el proceso de desaceleración de la inversión podría
continuar en el corto plazo.
En efecto, los antecedentes indican que la capacidad
instalada en las empresas arroja importantes grados de holguras que
descomprimen las presiones por nuevas inversiones futuras. De este modo, la
investigación arroja que en abril de
2008 sólo un 77% de la capacidad disponible total de las empresas estaba en
utilización, lo que representa un porcentaje inferior a los estándares que
rigen en la materia, que son de aproximadamente 85%.
En materia de empleo, también se aprecia una desaceleración
en las intenciones de contratación de mano de obra. La variación esperada para
los próximos 12 meses cayó de 3,9% en diciembre de 2007 a 3,4% en abril.
Particularmente acentuada es esta reducción en la industria, la que cae de 9,6%
en diciembre de 2007, a 1,9% en abril de 2008.
Por otro lado, al analizar el empleo esperado en relación a las intenciones de inversión para
los próximos 12 meses, es posible apreciar un relativo desincentivo a la contratación
laboral. Los antecedentes históricos indican que, en general, por cada 1 punto
de aumento en las intenciones de inversión, se produce un aumento de 0,6 puntos
en las intenciones de contratación laboral. Sin embargo, en los últimos dos
trimestres esta relación ha caído a 0,47 puntos de empleo por cada punto de
inversión, una de los índices más bajos observados en los últimos años. Sólo en
una oportunidad anterior se registró una relación por debajo de esta última.
Por último, en materia de ventas esperadas para los próximos
12 meses, también se observa un retroceso que va desde 12,9% a un 11,8%. En las
grandes empresas, en particular, la caída es desde un 9,2% a un 7,8% en el
mismo lapso. El sector más débil en su perspectiva de ventas es transporte, con
un 4,2%, consistentemente con el importante aumento en sus costos. Algo similar
ocurre en el rubro silvoagropecuario, afecto a importantes aumentos de precios.