Pese a que el precio del gas licuado subió casi un
30% en 2007, en relación al año anterior, de acuerdo a cifras del Instituto
Nacional de Estadísticas (INE), los chilenos siguen prefiriendo este energético
a la hora de calefaccionar sus ambientes.
De acuerdo al portal de comercio internacional de la
Cámara de Comercio de Santiago, las estufas a gas
lideraron las importaciones durante 2007 con US$ 4,2 millones, equivalentes a
107.312 unidades que representaron el 68% del total de estos artefactos
importadores, le siguieron las estufas y calefactores eléctricos con 32.188
unidades con un 15% de participación, más abajo se ubicaron las de combustibles
sólidos (madera) con un 13% y las de parafina con sólo un 4% de participación.
Durante el
primer trimestre de 2008, las importaciones de estufas alcanzaron a US$ 1,4
millones, lo cual representó una caída de 48% respecto a igual período de 2007,
en que llegaron a US$ 2,7 millones. No sólo en montos se registró un importante
descenso, las unidades ingresadas también mostraron una importante baja de 51%
con 36.430 unidades. Esta situación refleja que la baja no se debe a sólo un
factor precio, por la caída del dólar de los últimos trimestres, sino que
también a una menor demanda de estos artefactos.
En un análisis por montos importadores durante 2008,
lideran las estufas a gas con el 60%, equivalentes a US$848. 000. Se ubicaron
en segundo lugar las estufas a combustibles líquidos o parafina con US$ 459.000
y 32% de participación y las de combustibles sólidos (madera) con un 7%,
correspondientes a US$ 98.000, en tanto, las estufas y calefactores eléctricos
mostraron una brusca caída en los primeros meses de este año, con sólo el 1%
participación, reflejando quizá el impacto del eventual racionamiento eléctrico
anunciado para 2008 y las alza en las cuentas de la luz del último año.
Sin embargo, en un análisis por unidades, las estufas
a gas también encabezaron el ranking con un 45% de las unidades, pero
curiosamente se ubicaron en segundo lugar las estufas a combustibles sólidos
(principalmente madera) con 41% de participación, y bastante más atrás las
estufas a combustibles líquidos o parafina con un 13%, mientras que las
eléctricas llegaron a sólo 1%. En total durante el primer trimestre de 2008, se
importaron 36.439 unidades.
Probablemente, una de las razones del alza que
experimentaron este año las estufas a parafina en valor, pero no así en
unidades, se deba a la mayor importación y demanda de estufas japonesas que son
conocidas por su ahorro energético, mayor capacidad calórica y su precio más
elevado que las tradicionales estufas a parafina.