Un exiguo crecimiento de 3,0% mostró la economía chilena en
el primer trimestre del año, informó esta mañana el Banco Central. La cifra se
compara negativamente con la expansión de 4,0% y 3,9% que mostró la actividad
en el tercer y cuarto trimestre del 2007, respectivamente. La expansión del PIB mostrada en el período es menos de la mitad de lo anotado en igual lapso de 2007 (6,2%).
“En términos desestacionalizados, la actividad aumentó 1,4%
respecto del cuarto trimestre del año anterior, en tanto la tendencia ciclo
anualizada registró una variación de 4,3%”, dijo el Central en un comunicado.
La entidad que dirige José de Gregorio, dijo que Comunicaciones
y Construcción destacaron como las actividades de mayor dinamismo, seguidas por
Transporte que presentó una tasa de expansión más moderada. “En términos de
incidencia, fue Construcción el sector de mayor aporte al resultado final, secundado
por Comercio, Transporte y Comunicaciones”, explicó el organismo.
Por el contrario, Electricidad, gas y agua (EGA), Minería y
Pesca exhibieron una contracción. El primero fue el sector que registró la
mayor incidencia negativa, dada la alta magnitud de su caída. Minería, con una
leve contracción, tuvo menor impacto, mientras el efecto de Pesca fue
prácticamente nulo.
Demanda
Con todo, la demanda interna se mantiene fuerte. En el
primer trimestre, ésta creció 8,3% que si bien es inferior al 8,6% del último
trimestre del 2007, es superior al resto de ese ejercicio.
El resultado se explica por el crecimiento de 5,7% del
consumo privado y por el dinamismo de la formación bruta de capital fijo (FBCF)
que alcanzó una tasa de 15,5%. En tanto, las exportaciones e importaciones de
bienes y servicios crecieron 2,1% y 14,5%, respectivamente.
El ingreso nacional bruto disponible real registró un
crecimiento más moderado que en los trimestres anteriores, al anotar una tasa
de 1,6%. El resultado reflejó mayores rentas pagadas al exterior que
compensaron los efectos positivos de los términos de intercambio.
El ahorro bruto total ascendió a 22,6% del PIB en términos nominales, como resultado de una tasa de ahorro nacional de 24,4% del PIB y un ahorro externo de -1,8% del PIB. Este último corresponde al superávit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos.