Investigadores de la Universidad
de Santiago de Chile (Usach) lograron generar un arroz reconstituido
que requiere la cuarta parte del agua y la mitad del tiempo que
necesita el grano tradicional para su cocción, informaron hoy
fuentes oficiales.
Se trata de un proyecto desarrollado por la Usach y cofinanciado
por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) que, según un
comunicado oficial, demostró que es posible generar productos
innovadores a partir de subproductos del proceso del pulido del
arroz.
Entre esos subproductos, se incluyen el grano partido, media
grana, puntas de arroz, fragmentos, harinas, harinillas y otros, con
la sola excepción de la cascarilla del cereal, señaló el texto.
La iniciativa "buscó darle mayor aprovechamiento y valor agregado
a un subproducto de bajo valor e interés comercial", destacó en el
texto Juan Carlos Galaz, ejecutivo de innovación de la Unidad de
Proyectos y Programas de la FIA.
La materia prima, de un precio de mercado significativamente
inferior al arroz entero, puede transformarse nuevamente en granos
de arroz reconstituidos, o en harina, saborizados o coloreados
mediante un proceso de extrusión (dar forma o moldear una masa),
precisó el comunicado.
Galaz declinó asegurar si este producto podría servir de
paliativo a la escasez de arroz que se aprecia actualmente a nivel
internacional, pero destacó que si la industria chilena se interesa
por invertir y producir a nivel comercial este grano reconstituido,
"evidentemente se podría aumentar la cantidad de arroz disponible en
el mercado".
En la actualidad, en Chile se cultivan unas 23.900 hectáreas de
arroz, con una producción aproximada de 140 mil toneladas,
equivalente al 50 por ciento del consumo del país, que importa el
resto, principalmente desde Argentina.
El consumo de arroz por habitante en Chile alcanza a diecisiete
kilos anuales.
A juicio de Laura Almendares, decana de la Facultad Tecnológica
de la USACH, dar un valor adicional al arroz es "un gran hecho"
frente al aumento del precio internacional de éste y otros cereales.
Explicó que durante el desarrollo del proyecto se logró
corroborar cada una de las variables para la producción de extruidos
de arroz, habiéndose obtenido productos definitivos para el mercado,
con pruebas que permitieron conocer el comportamiento culinario de
los granos reconstituidos.
Asimismo, se hicieron estudios sobre las perspectivas comerciales
del producto y análisis de mercado, con un buen nivel de aceptación
entre dueñas de casa y adultos jóvenes.
Según Laura Almendares, el trabajo tiene una "enorme proyección",
pues permite hacer más rentable el cultivo del arroz.