Las autoridades de Chaitén
sueñan con convertir esta ciudad en la Venecia de Chile aprovechando
la reconstrucción que habrá que hacer por los daños provocados por
la erupción del volcán, que ha destruido más del 70%.
Esta idea fue lanzada, en declaraciones a EFE, por el intendente de la sureña región de Los Lagos, Sergio Galilea, quien
afirmó con determinación: "Chaitén no puede morir".
E incluso, remarcó que "si el volcán -situado a 10 kilómetros de
distancia- explotara, me la jugaría para que lo reconstruyéramos
básicamente ahí mismo", aunque "quizás, -matizó- un poco más al
norte".
A juicio del intendente, Chaitén -capital de la provincia de
Palena- se podría reconstruir en la zona del embarcadero, que está
emplazado a un nivel más elevado que la ciudad y que no ha resultado
tan afectada por los efectos del volcán: la lluvia de ceniza y las
inundaciones, entre otros.
El volcán Chaitén -que se encuentra a sólo diez kilómetros de la
ciudad de Chaitén y a 1.220 kilómetros al sur de Santiago- entró en
erupción el pasado 2 de mayo, lo que obligó a efectuar una
evacuación de todos los habitantes de la zona.
Durante un par de semanas, el volcán ha emitido una columna
eruptiva -una mezcla de gases y piroclastos que se eleva
verticalmente sobre el centro de una emisión volcánica- de entre
7.000 y 10.000 metros de altitud -con episodios superiores a 20.000
metros- que ha cubierto de ceniza la urbe y otras localidades
cercanas.
Y tras ello, el cráter del volcán Chaitén ha comenzado a expeler
una lava viscosa que se desplaza a un ritmo casi imperceptible por
el curso del río Blanco y se ha ido depositando sobre la desalojada
ciudad, causando socavones, grietas y nuevos riachuelos.
Y a su vez, la destrucción de la mayoría de las viviendas y de
los vehículos que fueron abandonados en la huida masiva.
"Probablemente, ahora, ya no es un río, sino que son tres o
cuatro brazos. Por tanto, la base urbana de Chaitén, en el caso más
maravilloso que yo sueño, va a ser como Venecia, con muchos cauces
fluviales", manifestó Galilea.
Para ello, -insistió- la ciudad se levantará "las veces que sea
necesario".
Actividad volcánica persiste
El jefe del Programa de Riesgo Volcánico del Servicio
Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), Luis Lara, explicó a
EFE que la actividad volcánica ha ido decreciendo, pero podría
prolongarse aún durante semanas o, tal vez, algunos meses.
El volcán debería de volver a "una etapa de menos actividad sin
columna eruptiva", indicó Lara, que precisó que el proceso de
remoción de las laderas -que pueden ser desde derrumbes y aludes
hasta caída de rocas- "podría continuar por más tiempo que la
columna eruptiva, porque hay una gran cantidad de material".
Actualmente, la columna de ceniza que se erige del cráter del
volcán no supera los tres kilómetros de altura y la actividad
sísmica ha decrecido progresivamente.
"Es posible que en el umbral de algunas semanas o meses declinará
completamente la actividad volcánica, pero después de eso puede
haber nuevos ciclos, parecidos a los que ha tenido en estás últimas
semanas", advirtió el vulcanólogo.
El volcán se mantendrá, según el jefe del Programa de Riesgo
Volcánico del Sernageomin, con "cierta actividad por periodos más o
menos prolongados (...) y nunca volverá a la calma absoluta".
Por ello, este investigador recalcó que "cualquier otro lugar que
se escoja para habitar debe ser sujeto a una evaluación técnica muy
rigurosa (...) y que represente un nivel de peligro menor que el
actual, porque estamos hablando de un emplazamiento urbano".
En ese sentido, el gobernador de Los Lagos, Sergio Galilea, dijo
que la reconstrucción de Chaitén sólo tendrá sentido cuando el
volcán "se aquiete" y "con un margen de seguridad".
En el mismo lugar
De todas maneras, Galilea informó de que cuentan con el apoyo de
organismos como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
(PNUD) y de la Unión Europea (UE), además de un laboratorio
vulcanológico con diez especialistas, entre ellos, tres
estadounidenses que vigilan la actividad del Chaitén.
Asimismo, recordó que aún existe un área "cero" de 20 kilómetros
alrededor del volcán y que sólo algunos operarios con máquinas
entran a la ciudad de Chaitén para estancar el curso del río por el
que la lava fluye y evitar así que se esta urbe se inunde entera.
Galilea pidió a los habitantes de la zona afectada "que
tengan fuerza" y recordó su promesa: "el 18 de septiembre de 2010,
voy a celebrar el bicentenario de Chile en la plaza de Chaitén".