Sánchez inicia campaña para crear fondo: “Es para que la UC se proyecte 100 años, no para cubrir déficit”
Junto con aclarar que la idea no responde al tema de la gratuidad, destaca el rol de las donaciones para universidades prestigiosas del mundo.
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A su preocupación y ocupación por la reforma a la educación superior, el médico y rector de la Universidad Católica (UC), Ignacio Sánchez , sumó una nueva campaña, la de convocar a ex alumnos y amigos de la casa de estudios para crear un fondo de reserva, tipo endowment y existente en otras latitutes, que le permita a la entidad apuntalar su desarrollo y crecimiento presente y futuro.
Se trata de una iniciativa que lanzó a principios de junio -durante la cuenta de su gestión 2015-, por lo que ha proyectado que para cuando la UC cumpla 130 años de vida haber recaudado US$ 30 millones, de modo que utilizando sólo una parte de los intereses se puedan desarrollar y dar continuidad a nuevos proyectos, así como contratar más profesores extranjeros que puedan dar cátedras en distintos temas. Pero de partida, aclara que la medida no es producto de un déficit o de la reforma educacional.
Sobre el proyecto de educación superior, cuyo texto está adportas de conocerse y que tendría cuatro ejes (institucionalidad del sistema, nueva regulación, aseguramiento de la calidad y nueva acreditación además del financiamiento), reafirma su disposición analizar y debatir en profundidad todos los temas, pero “lamentablemente se ha conocido a través de minutas”, dice.
De lo poco que se ha conocido sobre la iniciativa -pues se ha entregado información parcelada, repara-, el rector admite que le inquieta lo relacionado con “la autonomía universitaria, sobre cómo se velará por el desarrollo y crecimiento de las instituciones y que tiene que ver con la calidad, y cómo se va a financiar el sistema”.
- ¿En qué consiste la creación de un fondo de reserva para la UC?
- Cuando una universidad como la nuestra alcanza ciertos niveles de privilegio, por ejemplo hace más de cinco años estamos entre las dos o tres principales universidades de Latinoamérica y 160 a nivel mundial, uno dice cómo podemos llegar a estar entre las primeras 120 o 100, cómo avanzar en la productividad de la investigación; lo que redunda en la capacidad de aportarle al país un desarrollo más potente.
Y aunque seguimos peleando para que el presupuesto de los proyectos concursables crezca, debemos tener una conversación amplia con el mundo privado y decir que los países donde las universidades lideran la educación superior, las donaciones juegan una parte muy importante en los presupuestos.
Nosotros hemos tenido donaciones que han apoyado el desarrollo de esta universidad desde sus orígenes. Lo que queremos es abrir un contacto, un proyecto con nuestros ex alumnos, los amigos de la Universidad Católica para crear un fondo de reserva para el crecimiento y el desarrollo presente y futuro de la universidad.
Nos hemos puesto una meta ambiciosa, pero realista, de US$ 30 millones de aquí a dos años. Que a través de la utilización de los intereses de ese monto, uno pueda aportarle recursos a la universidad, para proyectos de desarrollo, para contratar más profesores o extranjeros que den catedra sobre un tema.
- ¿Qué entidad administrará el fondo?
- Será administrado por la UC, en instrumentos financieros de mercado de capitales nacionales que sean seguros y con una adecuada rentabilidad. Se creará un directorio que incluya representantes de los donantes, nos interesa involucrarlos y demostrar la mayor transparencia y seriedad en el uso de los recursos. El monto no se toca, si no que un porcentaje de los intereses. Nos interesa que este monto crezca lo más posible para tener nuevos proyectos.
Esto no significa que no valoremos el apoyo que el Estado nos da en proyectos de investigación o en fondos basales. Tampoco esta campaña responde al tema de la gratuidad o a que haya deficiencias de recursos.
Hay que dejarlo claro: esta no es una campaña para cubrir déficit de la UC, todo lo contrario, es para que la UC se proyecte en el tiempo, para los próximos 100 años, para que la calidad de la UC siga creciendo.
Esta campaña quiere adherir a mucha gente. De esta universidad los egresados son más de 100 mil, calculamos 120 mil desde su fundación y cerca de cinco mil cada año.
- ¿Qué lo hace pensar que esta iniciativa prospere? Usted mismo ha dicho que el nivel de donación en Chile es muy bajo...
- Como toda campaña, nace pensando que hay que hacer un cambio cultural, sabemos que es difícil y por eso nos hemos puesto metas, que en comparación con el extranjero son muy bajas. Yale hace poco recibió US$ 240 millones de un donante. Estoy seguro que lo podemos lograr.
Como toda buena película el boca a boca ayuda mucho, doy a la UC porque me parece que está dando pasos importantes, porque no solo está desarrollando su propios proyectos, si no que a través de su crecimiento todo el sistema universitario puede crecer. Si hacemos que ex alumnos de la USACH o de Concepción, por ejemplo, también se sienten motivados por donarle a sus instituciones, estamos liderando una campaña de cambio cultural a nivel país. Por otro lado, existen facilidades tributarias para el donante.
"Nos están coartando la autonomía de crecimiento"
- ¿Le parece serio el tratamiento de una reforma de esta envergadura a través de minutas?
- Hemos dicho que hemos echado de menos un análisis y un diálogo más en profundidad. El diálogo ha existido, pero a nivel de minutas, de grandes titulares, no a nivel de analizar temas en profundidad. Toda esta discusión, que hemos tenido un tiempo largo para hacerla, ha sido insuficiente.
- ¿Por qué?
- Se ha ido entregando por cápsulas y entregar la información parcelada tiene un problema: Primero, uno no ve el cuadro general y no puede dimensionar el tratamiento global del tema. Segundo, se estimula la defensa corporativa de cada uno de los que están a cargo de las instituciones, que uno no puede criticar, porque en el fondo las personas tienen que mantener y proteger los proyectos universitarios que están llevando a cabo. Creo que no ha estado la confianza para decir discutamos esto ampliamente, a lo mejor se han querido evitar las grandes demandas y expectativas, pero cuando esto se alarga las expectativas son igual amplias.
- ¿Le preocupa el debate que se viene?
- Nosotros estamos desde hace dos años preocupados y ocupados en aportar. No es que de la UC o del Cruch haya solo preocupación, ha habido columnas, monografías, seminarios y libros sobre la temática. Entonces, estamos expectantes para saber cuánto de esto que se ha aportado se verá reflejado en las propuestas durante este año y parte del próximo, porque esto será una discusión larga, estamos decididos a aportar en el debate parlamentario, a mejorar las cosas que haya que mejorar y apoyar lo que nos parezca positivo. Hemos dado nuestra opinión y hemos visto receptividad.
- De los ejes que se conocen, ¿cuál le inquieta más?
- Es el que asegura la autonomía universitaria, lo hemos dicho. El segundo era sobre cómo se iba a velar por el desarrollo y crecimiento de las instituciones y que tiene que ver con la calidad, y tercero es cómo se va a financiar el sistema. Esos son los focos en los que vamos a poner la mayor atención, cuando comencemos a ver el texto.
- ¿Es real el riesgo de perder autonomía?
- No está el riesgo que alguien me diga qué profesores contratar o qué curriculum hacer, pero sí hay un riesgo claro en decir que se puede tener este crecimiento de alumnos y estos valores. Si nos controlan la matrícula y los aranceles, en el fondo nos están coartando la autonomía de crecimiento y de calidad. Si el Estado dijera este es el valor parejo para todas las instituciones y tiene que arreglarse con este valor, independiente de la calidad que demuestre, eso es un riesgo fuerte para la autonomía que tiene que ver con el hecho de decidir internamente hacia qué calidad queremos optar.
- Pero hay un debate sobre la necesidad de regular los aranceles.
- Puede haber aranceles que están muy disociados con la calidad de lo que se entrega y ese análisis hay que hacerlo, pero no se puede castigar a las universidades que lo están haciendo bien por universidades que están abusando de los aranceles.