El liderazgo que ha asumido Mario Desbordes ante la molestia que se generó en las filas de Renovación Nacional (RN) por lo que califican como un desequilibrio de fuerzas en la definición de los futuros intendentes, trajo a la memoria lo que fue el papel “crítico” que desempeñó el otrora presidente de la colectividad, Carlos Larraín, en el primer gobierno de Sebastián Piñera. Y aunque los expertos consultados por DF advierten diferencias entre ambos liderazgos y momentos políticos, admiten que el impasse si bien puede explicarse por factores y pugnas internas de poder, también puede tener alcances mayores para lo que será el despliegue de la agenda legislativa de la futura administración.
"El gobierno ha hecho un gran esfuerzo por integrar a los partidos"
En palabras del académico de la UDD, Gonzalo Müller, la reacción de RN está más bien vinculado a un tema interno y al hecho que la presidencia de RN esté prácticamente vacante y la esté asumiendo Desbordes, por lo que "una de las maneras de empoderarse hacia el interior de los partidos es tener una voz fuerte frente a lo que es el gobierno y sus definiciones". En ese sentido, advierte que "los otros partidos también pueden reclamar de que fueron clave, pueden decir que tienen más alcaldes o senadores. O sea, no está tan clara la supremacía, como fue en el primer gobierno donde la UDI doblaba a RN, ahora hay una diferencia, pero de cinco a seis diputados, que tampoco es tanto".
Por ello, junto con subrayar que en las designaciones "se ha notado que el gobierno ha hecho un gran esfuerzo por escuchar e integrar a los partidos", Müller destacó el llamado de atención del próximo gobierno, en voz de la futura vocera, Cecilia Pérez, a los partidos de la coalición, al advertir que "por un intendente más o un subsecretario menos, un partido reclame tan fuerte, es decirles que no entendieron el mensaje". "Es un rayado de cancha del gobierno, de la lealtad que espera de los partidos, porque Pérez dijo que iban a rechazar cualquier tipo de cuoteo político, no usó la palabra equilibrio, ni defendió ese punto".
"Debordes busca legitimarse como opción para presidir RN"
Para el decano de la Facultad de Gobierno, de la U. Central, Marco Moreno, lo que resiente RN es que "la designación de intendentes mostró la influencia UDI de la dupla Chadwick-Larroulet", y por ello "leen acertadamente que la paridad no es tal porque los cuatro intendentes designados como independientes tienen vínculos estrechos, de exmilitancia o cercanía con la UDI, como es el caso de Jorge Martínez, en Valparaíso".
"RN ve que a pesar de tener un mayor número de parlamentarios, eso no se traduce en poder efectivo en la distribución de espacios de poder", y si bien esta es una tensión casi histórica, es un hecho que "la distribución de los espacios de poder generará dificultades en una coalición que no siempre ha sabido procesar sus conflictos y disputas". Además, recuerda que "la presión de los parlamentarios electos y estructuras regionales por colocar a los suyos genera un clima complejo en lo que es el proceso de designaciones".
Por lo mismo, Moreno lee el malestar de RN "en clave de presión para el resto de los cargos de libre designación del presidente como gobernadores, jefes de servicios, directores de empresas públicas y embajadas" y advierte que "Debordes busca validarse y legitimarse como opción para ser presidente de RN".
Chile Vamos "se muestra como una coalición electoral y no política"
Junto con destacar que en la reciente designación de intendentes hubo "aciertos" como la nominación, de Karla Rubilar en la Intendencia Metropolitana, la analista y académica Javiera Arce sostiene que la definición de Jorge Ulloa en el Biobío fue "el peor desacierto" porque genera "la primera fricción con los otros grupos que le dan un soporte político a Piñera desde la perspectiva liberal como son Evópoli y RN. Pagarle a la UDI salió caro".
A ello, dice, se suma esto de que RN se sienta "perjudicado", lo que es "súper importante porque el intendente es el que hace la cirugía mayor en las regiones para poder concitar los apoyos políticos para la siguente elección", toda vez que tras las parlamentarias el partido "salió muy potenciado, ya que tiene la bancada más grande".
Por lo mismo, advierte Arce, "no se le puede hacer un desaire como el que se está haciendo y, por lo mismo, hay una cierta licencia de hacer ese reclamo". El problema, apunta la experta, es que el bloque "se muestra como una coalición electoral y no política", lo que puede acarrear consecuencias mayores en el futuro y sobre todo en el plano legislativo. Un cuadro, anticipa, que estaría cruzado "por la pugna que se vive en RN entre conservadores y liberales, lo que generaría una fractura en términos programáticos e indisciplina legislativa".
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