Las fisuras evidenciadas al interior del partido más conservador del bloque oficialista en su intención por imprimir el anunciado “sello DC” en el programa de gobierno, sumada a la preocupación de La Moneda por la constante baja del respaldo ciudadano a la reforma educacional que reflejan las encuestas, y, la expresa orden de la mandataria, Michelle Bachelet, de que la Nueva Mayoría se coordine y defienda una reforma que “no es sólo del ministro Eyzaguirre, sino que de todo el gobierno”, obligaron a la DC a convocar a un Consejo Nacional para discutir y levantar un discurso único frente a la iniciativa que lidera el Mineduc.
La coordinación DC
Tres horas duró la reunión del partido, tras la cual, el presidente de la falange, senador Ignacio Walker reiteró la necesidad de introducir otros mecanismos para lograr los objetivos que promete la reforma. Ello, sin perjuicio de que “lo medular es el apoyo unánime a pesar de los matices”, según afirmó el nuevo secretario ejecutivo de la reforma educacional, el ex diputado y ex ministro Andrés Palma, quien además respondió a la declaración de Walker asegurando que es probable que muchas áreas del proyecto serán modificados. “Habrá cambios en esta etapa de diálogo porque cuando uno dialoga, acoge posiciones”.
Por su parte, el presidente de la comisión de Educación de la Cámara, Mario Venegas, aludiendo a las intervenciones que Walker ha hecho en los últimos meses y que han sido motivo de disputa al interior de la falange, dijo que “esperamos que a futuro, lo que diga la DC sea aquello consensuado y no que aparezcan opiniones personales, por muy respetables que sean, como la voz de la DC”.
En el contexto del reciente arribo de Palma al Mineduc, ampliamente interpretado como una movida del gobierno para contener los cuestionamientos de la colectividad, sumado al expreso mandato de unidad que hizo Bachelet en defensa de la reforma, la DC ratificó su apoyo a terminar con el lucro, la selección y el copago, respaldo que hasta ahora había estado en entredicho.
El ministro a la deriva
El tema educacional se tomó la agenda del consejo de gabinete del viernes pasado. Tras esa instancia, el fin de semana y desde ayer a primera hora el titular de la cartera, Nicolás Eyzaguirre, ha apuntado directamente a los aspectos más cuestionados de la reforma, interpelando a apoderados y sostenedores de colegios particulares subvencionados, que en estos meses se han posicionado con fuerza como detractores a la iniciativa.
“¿Hay alguna razón derivada del proyecto de ley que impulse a un colegio a cerrar o a cambiarse a particular pagado? Ninguna, absolutamente ninguna”, clarificó el secretario de Estado. Además, agregó que “nunca faltan algunos que tienen intereses económicos que echan a correr la voz de cuestiones que son inexactas o falsas”.
Junto con ello enfatizó que el gobierno mantendrá un sistema de provisión mixta, algo que la oposición ha cuestionado constantemente.
Todos los intentos apuntan a que el gobierno está resuelto a revertir los efectos del deficiente manejo político y comunicacional que mostró el titular del Mineduc en el primer trimestre de gobierno y a contrarrestar la delantera que le llevaría la oposición en difundir su discurso y postura entre los actores del sector.
Y es precisamente en esta “segunda fase” de diálogo y negociación a la que habría entrado el proyecto -según lo señaló el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre-, en la que cobra especial importancia para el gobierno, que todos los partidos del bloque entren a contener al unísono los múltiples flancos de críticas abiertos hacia la reforma.