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Las fuerzas en pugna de la DC se miden en decisiva Junta Nacional

Este sábado, la disidencia y el oficialismo falangista intentarán imponer sus diferentes visiones en el encuentro.

Por: | Publicado: Viernes 25 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Por Claudia Rivas Arenas



Después de los permanentes dimes y diretes entre disidencia y oficialismo al interior de la DC, que han dejado en evidencia diferencias profundas, finalmente ambas corrientes esperan que la Junta Nacional sea la instancia que dirima el rol que el partido debe jugar en el gobierno y frente al programa que la presidenta Michelle Bachelet comprometió en su campaña. Unos y otros esperan que la visión que han representado públicamente se cristalice en la cita, a través de un voto político que represente a la mayoría del falangismo y tras el cual se cuadre la colectividad.

La posición representada por el timonel de la tienda, Ignacio Walker, quien defiende los “matices” con que su conducción ha respaldado las reformas emblemáticas de la actual administración porque representan el “perfil” o “identidad propia” de la tienda, ha ganado adeptos tan importantes en la DC, como el ex diputado y presidente del partido, Gutenberg Martínez, cuyo liderazgo sigue vigente pese a haber estado alejado de la primera línea estos últimos años. Por lo que constituye un aliado relevante para el cuestionado para Walker.

Hace unas semanas, Martínez salió a defender públicamente la postura asumida por el timonel en cuanto a que la Democracia Cristiana debe mantener su “perfil propio al interior de la Nueva Mayoría y expresarlo en el marco del debate de las reformas. Algo que se ha convertido en un elemento de permanente tensión al interior del conglomerado, pero también dentro de la propia DC. En este contexto, el vicepresidente falangista, Fuad Chahín, tiene la convicción de que en el cónclave, se juega “el apoyo a la conducción de Walker y la decisión de seguir fortaleciendo nuestra identidad propia o si nos vamos a seguir desperfilando”.

Falta de debate


Chahín refleja nítidamente la posición de quienes respaldan el discurso del timonel. Los que discrepan, en tanto, plantean que la postura que asuma el partido, tras la junta, debiera apuntar a respaldar sin “matices” el programa de gobierno y su implementación. Y si bien el debate interno debiera centrarse en éste que, para la disidencia, es un tema fundamental, lo cierto es que no existe optimismo sobre el particular. En los días previos a la cita, las desconfianzas internas se han ido profundizando y los críticos de Walker no descartan que el cónclave esté organizado de manera tal de evitar una discusión de fondo sobre el tema que ha pronunciado las diferencias en el partido.

Un alto representante de la disidencia segura que “la junta está organizada para que la gente no se pueda expresar” y que sólo va a haber espacio “para que hablen los que están esperando esta instancia para quejarse porque no se les dio un cargo u otro en el gobierno y de lo mal que nos han tratado en la instalación. Porque ese es un tema al que Walker le ha sabido sacar partido internamente”.

Martínez, la figura


En medio de este escenario, la reaparición de Martínez es lo que genera más expectativa al interior de la DC y en el marco de la junta. Unos lo aplauden y otros lo observan con recelo, pero todos coinciden en que su liderazgo sigue siendo potente, por lo que no descartan que vuelva a ejercer un rol de influencia a partir de ahora. Incluso no descartan que pudiera aspirar a volver a la presidencia de la DC.

El ex dirigente, en todo caso, llega a esta junta en una alianza con Walker. Martínez siempre ha sido un enérgico defensor de la identidad DC, a la que apela el actual timonel para justificar sus diferencias con el programa de gobierno, por lo que aunque para algunos falangistas resulta extraña esta conexión, otros la explican como “funcional” a los intereses políticos compartidos en esta etapa.

Y se especula que -como es traidción- el cónclave terminará con un voto político de consenso que aúne los que elaboran ambas corrientes. De allí que el resultado se pueda deducir sólo de la elección de los candidatos al Consejo Nacional, instancia de toma de decisiones, al que postulan oficialistas y disidentes para completar 15 cupos.

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