Por Víctor Hugo Moreno
Dante Sica es experto en temas de negociaciones e intercambio comercial bilateral entre Argentina y Chile, como actual director de la consultora económica trasandina Abeceb. De visita en nuestro país, para hacer una presentación ante la Cámara Nacional de Comercio Automotriz, se nutrió del álgido debate por la reforma tributaria y educacional que marcan la agenda nacional. En ese contexto, entre sus actividades, se reunió con el ex ministro Alejandro Foxley, para enterarse más a cabal del proceso que vive el país y en entrevista con DF analiza ese escenario y enfatiza en el respeto por las instituciones que hay en Chile y que bajo esa premisa cualquier reforma debería seguir con esos lineamientos.
- ¿Cómo evalúa el acercamiento que está llevando a cabo Chile con Argentina y la idea de que nuestro país funcione como una bisagra entre el Atlántico y el Pacífico?
- Es bueno que los presidentes se sienten a hablar. Argentina ha generado en los últimos años muchos conflictos comerciales con sus socios que congelaron las relaciones de acercamiento. El gran desafío es tener un mayor nivel de integración en áreas como infraestructura y energía, para capitalizar la mayor demanda mundial que habrá en esos sectores y capitalizar las fortalezas de la región. No puede ser que el Mercosur y Argentina no tengan salida al Pacífico. Sin embargo, hay un problema que se tendrá que dilucidar que son los conflictos políticos entre Chile y Bolivia que atentan contra la idea de tener proyectos en común, por ejemplo, en energía.
- ¿El conflicto con Bolivia, podría dificultar el rol que pretende tener Chile en la región?
- Usted planteaba que Chile tiene que ser la bisagra entre el Atlántico y Pacifico. Quizás ese era un rol más de Argentina que de Chile, porque tiene más problemas políticos en la región que Argentina. Nosotros no tenemos ese tipo de problemas limítrofes. Chile quiere ponerse como bisagra cuando viene saliendo de un conflicto con Perú, y ahora se suma el que tiene con Bolivia. Argentina ha perdido tanto peso, que no asume ese rol de articulador que podría tener, en el escenario que le describo.
- ¿Cuáles son los principales problemas para alcanzar una mayor integración regional?
- Es claro que en América Latina hay dos estrategias muy diferenciadas. Los del Pacífico tienen una apertura comercial muy grande, con el 80% del PIB mundial, mientras que el Mercosur sólo con el 7%, y además funcionando mal. Tenemos que tratar de avanzar. Hay que poner una agenda de Estado, en integración territorial, para tener puntos comunes en donde el Mercosur pueda salir por el Pacífico
- ¿Cuáles son los desafíos en vías de lograr una mayor unidad?
- El desafío como región de aquí a no más de 10 años es lograr una mayor integración de infraestructura energética. Pero ahí, en el futuro, Chile va a tener que resolver su problema con Bolivia. Y en ese tema, si hubiese más trabajo a nivel político, se podría poner bajo un paragua y seguir avanzando en otros temas, en cuerdas separadas con lo económico.
- En ese sentido, Argentina ha complicado el escenario con una serie de restricciones, ¿podría cambiar ese escenario en lo que queda del gobierno K?
- Hay una política de corte del gobierno argentino que es discrecional que hace incompatible una integración, pues Argentina tiende cada día más a cerrarse. Es difícil, mientras no se garanticen reglas reglas claras.
La institucionalidad chilena
- ¿Cómo se observa desde el extranjero el proceso que lleva a cabo Chile con tres grandes reformas: tributaria, educacional y constitucional?
- Chile tiene niveles de crecimiento que no son de un país latinoamericano, ha crecido en infraestructura, no ha tenido endeudamiento y cuenta con un escenario de responsabilidad fiscal. Chile tiene una clase media que demanda, por ejemplo, temas en educación, que la consideran cara y elitista. Es claro que se necesita una reforma fiscal que le dé más peso al Estado. En una primera etapa quizás se tengan que evaluar de nuevo las cuentas, pero esto no hará retroceder a Chile. La reforma tributaria no cambiará el escenario de reglas claras e institucionalidad construido por Chile.
-Se ha escuchado en varios sectores que hablan de un gobierno de Bachelet más cercano a la izquierda
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- En Chile observo una libertad para el debate. Uno que viene de países donde la transparencia y el debate no son moneda corriente, puede comparar. Chile nunca va a ser ni Venezuela ni Argentina desde el punto de vista político.