Literalmente, no existe un solo país en el mundo cuyo sistema de pensiones no esté atravesando una crisis. Ninguno. De hecho, Japón e Inglaterra se encuentran aún en la etapa inicial, mientras se espera que incluso la envidiada economía alemana sea la última en caer.
¿Por qué? gran parte de la deuda del Estado corresponde a bonos federales, que incluyen programas de pensiones instaurados en los 70 para funcionarios públicos, quienes comenzarán a jubilarse en el corto plazo. Además, el Estado transfiere una subvención de miles de millones de euros al fondo de jubilación -en 2016 la cifra alcanzó los 14 millones de euros-, que es financiada con impuestos.
Por eso es que el actual estado de crisis del sistema previsional en Chile no sorprende a nadie, y a diferencia de los 80, cuando se creó el sistema de AFP, los ojos del mundo no están puestos en nuestro país.
De todas formas, el modelo chileno sigue siendo hoy en día una de las alternativas analizadas en múltiples debates, en los cuales participan activamente varios ganadores del premio Nobel de Economía. Pero ¿cuál existe algún esquema que se lleve las preferencia? No. De hecho, la mayoría apoya “híbridos” que mezclan en mayor o menor medida el de reparto y el de capitalización individual.
Quizás el único con una fórmula original es Robert Merton -ganador del Nobel 1997-, quien en junio pasado, en una conferencia realizada en St. Louis, EEUU, señaló que si uno vive 10 años más que sus padres, pero quiere retirarse a los 65 años, al igual que ellos, la única forma de lograrlo es ahorrando 33% de los ingresos.
Entonces la solución, para quienes insisten en no ahorrar más o trabajar más tiempo, se encuentra en el mayor activo que tiene la clase media: sus casas. ”Las viviendas son similares a una renta anual: proveen un techo mientras sea necesario. Por eso, debemos cambiar nuestra mirada sobre ellas, y no considerarlas un bien que heredarán nuestros hijos -quienes posiblemente no vivirán en ellas-, sino como un activo”, afirmó el economista, quien propone el modelo de la hipoteca revertida. Es decir, se entrega el dominio de la casa a una entidad definida -no tiene que ser necesariamente el Estado-, a cambio de una pensión.
“Chilenos odian su sistema”
No sólo Joseph Stiglitz (Nobel 2001) ha criticado el ejemplo local.
De hecho, Paul Krugman (Nobel 2008) es quizás quien más ha hecho alusión al caso chileno, aunque ha ido cambiando su opinión. Primero, en 2004 planteaba la opción de que EEUU adoptara el sistema creado por José Piñera, debido a que era más exitoso que el de Seguro Social. Sin embargo, en una cátedra dictada diez años después en el Westchester Community College, destacó el modelo estatal aplicado en Europa, señalando que no existe una relación clara entre el tamaño del gobierno el crecimiento económico, y que de hecho la actual crisis de los mercados no se debía a los programas de beneficios y pensiones -”que son bastante buenos”-, sino a la política fiscal de austeridad.
“Los chilenos odian su sistema privatizado de seguridad social”, señaló en esa oportunidad y también en la columna “You blew it” (“Lo arruinaron”).
El efecto en el mercado
Por otro lado, William F. Sharpe (Nobel 1990), plantea una mirada distinta: quizás los fondos de pensiones son el origen el problema. En una entrevista publicada en 2014 al Financial Analysts Journal, afirmó que ésta era “una crisis de proporciones épicas”, ya que los fondos, que debían reportar ganancias en el largo plazo, terminaban, a fin de cuentas, apostando por capital privado de riesgo, pero que se encuentran dentro de hedge funds. “Como quieren minimizar el valor de los pasivos, usan una alta tasa de descuento, y con el fin de justificarlo, tienen que construir carteras muy arriesgadas.
De esta forma, creen que la solución es poner el dinero en capital privado, o tal vez un fondo de cobertura, dado que pueden esperar un adicional de 300 o 400 puntos básicos de rendimiento esperado para una prima de iliquidez”, dijo, ejemplificando que éste era el caso típico de una organización que pide un préstamo mientras emite un pago supuestamente garantizado y luego usa ese dinero para invertir en valores de riesgo. “El perro se muerde la cola”, concluyó.
Angus Deaton
En su paper "Grandes transferencias de efectivo a los adultos mayores en Sudáfrica", el profesor de Princeton rescata el modelo que se comenzó a aplicar en los 90, que implicó que las pensiones estatales se igualaron en todos los grupos, alcanzando a la mayoría de la población de raza negra, y por casi el doble del ingreso per capita. Destaca el beneficio sobre los niños, ya que 3/4 de los pensionados vive con sus nietos, mientras que el tercio restante sigue trabajando para ahorrar en su pensión, que sigue en el sistema individual del apartheid.
Jean Tirole
Nobel de Economía 2014
El presidente de School of Economics de Toulouse, propone, entre varias reformas, una al sistema previsional, que baje subsidios estatales y alivie el alto déficit fiscal, "Con una legislación laboral más flexible, las empresas podrían crear muchos más empleos. Deben entender: hay que acostumbrarse a este nuevo mundo, ya no es el de hace 50 años. Existe un creciente desempleo, y subirá el populismo (...). Esto es grave, y de nosotros depende cómo manejar esta crisis económica. que será mucho más violenta que las anteriores", dijo.