El diputado Aldo Cornejo (DC) aborda la actualidad política e insiste en la preocupación de su partido ante la necesidad de poner las bases para una reforma previsional a partir del actual gobierno, tampoco deja pasar su inquietud por las evidentes muestras de desorden en el oficialismo y la responsabilidad que en ello le cabe al gobierno.
Pese a ello, el legislador falangista enfatiza en conversación con DF, que “le podrá gustar a la gente o no, pero en Chile las instituciones están funcionando con absoluta normalidad y cumpliendo su rol”.
Además, está optimista del resultado de su partido en las municipales y asegura que la presidencial está abierta.
- ¿La situación política está como para hablar de inestabilidad social?, se lo preguntó porque un diputado de oposición hablaba de que hay que recuperar la paz social.
- Para nada. Yo no calificaría esta secuencia de marchas, por distintas razones, como una alteración de la paz social, esa es una exageración con intencionalidad política.
- ¿Y comparte con el presidente Lagos que habría una crisis institucional de legitimidad?
- Yo iba a decir lo mismo, pero el presidente Lagos lo aclaró después. No hay que ser adivino para darse cuenta que Chile vive una crisis política que tiene que ver, más que con el funcionamiento de la institucionalidad, con la legitimidad de determinadas instituciones, particularmente las de generación democrática, léase gobierno, Parlamento. Ahora, esta crisis de legitimidad también afecta a instituciones que se mueven en el ámbito privado. No hay ninguna duda de que las Administradoras de Fondos de Pensiones tienen una crisis de legitimidad.
- El ministro Díaz dio a entender que hay un cierto grado de ingobernabilidad, ¿comparte esa mirada?
- No creo que haya un escenario de ingobernabilidad, creo que el ministro Díaz se equivocó. Entiendo que esta fue una declaración a título personal, pero no la comparto. No creo que estemos en una crisis de gobernabilidad o de paz social, estamos en un problema complejo desde el punto de vista político.
- ¿Pero existe un cierto desorden?
- Para hablar con franqueza, cuando el gobierno no conduce con claridad, obviamente que se produce desorden dentro de su coalición, esa es una cuestión que uno puede ver todos los días, al menos aquí en el Congreso. Es decir, cuando estamos hace ya varios meses diciendo que hay cambio de intendentes, gobernadores, seremis, subsecretarios, ministros, si eso se dice es porque hay un problema y ese problema no se resuelve. Aquí hay, efectivamente, un problema de conducción política, de claridad política, de hacia dónde vamos.
- ¿Lo resuelve un cambio de gabinete?
- Por sí solo, no. El cambio de gabinete sí puede significar un punto de inflexión en la medida que implique correcciones de las políticas que se están aplicando y la opinión pública las perciba.
- Eso suena un poco al discurso de la oposición, ¿a qué apunta usted?
- Uno debe tener la capacidad, desde el gobierno y también desde el punto de vista nuestro, de darnos cuenta que hay cosas que se conversaron, se dijeron, se prometieron, pero que a lo mejor no tenemos posibilidad de enfrentar con éxito.
“El sistema fracasó”
- ¿Qué le parece que José Piñera haya vuelto a defender su obra?
- No es el mejor abogado para defender las AFP, porque su ideólogo viene a defender un sistema que fracasó. Encuentro muy difícil la tarea del señor Piñera de defender aquello que 10 millones de chilenos reclaman que no cumplió con las expectativas que él mismo generó.
- La DC ha puesto mucha presión al gobierno para avanzar en una reforma al sistema de pensiones, ¿eso no es perjudicial ahora?
- Cuando en 2014 se inició el proceso de reforma tributaria, todos escuchamos que la mayor recaudación se iba a destinar a educación, ese era el eje fundamental del gobierno y yo lo comparto, pero también se dijo que se iba a ver el tema de las pensiones. Para nadie es un misterio de que este es un tema muy complejo por diversas razones, pero me parece un error, desde el punto de vista político, y una mala señal no asumirlo. No me gusta cuando escucho que el tema quedará para el próximo gobierno, porque es un profundo error político, cuando hay un gobierno que tiene un 20% de aprobación y un gabinete que tiene el 13% de aprobación.
- ¿Debería hacerse una reforma tributaria enfocada sólo a este tema?
- No, el horno no está para bollos, no creo que sea ese el camino hoy. La DC ha sido bastante responsable en insistir que, asumiendo la complejidad de un tema de esta naturaleza, lo que necesitamos es que se exprese voluntad política para enfrentarlo. Cuando hay un gobierno en el 20% y tiene esta oportunidad espectacular de demostrar que está comprometido con un tema tan sentido por la gente, es un profundo error dejarlo pasar.
- ¿Podría eso revertir la caída?
- No estoy diciendo que tenemos que hacerlo para lograr mayor aprobación, pero si el gobierno expresa opinión positiva en esta materia, existe la posibilidad de una reconciliación con parte de los adherentes al gobierno de la Nueva Mayoría.