En la últimas semanas han aparecido una serie de encuestas que junto con mostrar la tendencia a la baja en el apoyo ciudadano a las reformas clave impulsadas por el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, también han alimentado los rumores así como los llamados respecto a la necesidad de que la mandataria realice un ajuste en su equipo de ministros. Esto, cuando apenas se cumplirán -recién este jueves- seis meses de mandato. Aquí dos analistas políticos de distintas tendencias, Gloria de la Fuente y Gonzalo Cordero, entregan su balance de la gestión del gobierno, la coalición oficialista y el desempeño de la oposición. Con una mirada crítica ambos profesionales dan cuenta de las falencias que enfrenta esta administración. Mientras De la Fuente advierte que al bloque oficialista le falta "orden", Cordero acusa que la Nueva Mayoría erró el diagnóstico de los problemas que tiene la sociedad chilena.
POR V. FUENTES Y A. CHAVEZ
gloria de la fuente, cientista política de fundación chile 21: "La Nueva Mayoría sigue actuando en la lógica de la Concertación"
-¿Cómo evalúa estos primeros seis meses de gobierno?
-En general ha sido un buen gobierno, con un ímpetu de cambio importante, que tiene un desafío enorme.
-Considerando la baja en las encuestas de la gestión del gobierno ¿qué errores se podrían identificar en este período?
-La Nueva Mayoría sigue actuando en la lógica de la Concertación y ese no es el camino adecuado. Aquí hay diferencias que son sustantivas y que es importante que se den dentro de una coalición. El desafío más importante de la NM es generar una coalición que sea capaz de procesar adecuadamente los conflictos que hoy tiene.
-¿En qué sentido actúa en la lógica de la Concertación?
-Por ejemplo en materia tributaria y educacional, se han visto matices en torno a esas reformas. El punto es que esta coalición, en vez de lavar los platos o los trapos sucios en casa y tratar de generar mecanismos para discutir esas diferencias dentro de la coalición, termina peleando por los diarios. En ese sentido, a la NM le falta una mayor institucionalización.
-¿Existe todavía esa gran mayoría que votó por Michelle Bachelet en las elecciones?
-No me cabe ninguna duda, pero el punto es que la Presidenta y su gobierno necesitan una coalición ordenada en torno a ese mismo proyecto por el que los eligieron. Esto no se trata de construir una única línea jerárquica impositiva, pero sí procesar sus disensos para apoyar las reformas estructurales y creo que en eso, sin lugar a duda, la coalición está al debe.
-Esta falencia, ¿ha jugado algún papel en la caída del respaldo a las reformas?
-Acá ha habido una campaña de los detractores de las reformas, de los que quieren mantener el statu quo, que ha sido una cosa muy nefasta, de campaña del terror. Toda gran reforma genera incertidumbre, pero acá se ha jugado con esta al punto de generar temor. Por otro lado, ha habido poca pericia desde el Ejecutivo y de la NM para explicar los contenidos y el horizonte de llegada de las reformas.
- A pesar del bajo respaldo, ¿las reformas podrán llegar a puerto?
-La tributaria sí. La educacional, con conflictos, pero sí. La constitucional me temo, esperaría que llegara a puerto porque es el meollo del asunto de muchos de los problemas que tenemos. Pero lo veo cada vez más difícil, considerando cómo se enredan en estas otras discusiones.
-A pesar de lo complejo que ya ha sido la discusión tributaria y educacional, ¿la constitucional sería más difícil aún?
-Sí, porque requiere no sólo un ejercicio de mayoría, requiere también un ejercicio de consenso. Un cambio a la Constitución, requiere generar amplios consensos, para que efectivamente todos los chilenos sientan que esta Constitución les pertenece.
GOnzalo Cordero, (UDI) analista político: "El gobierno se embarcó en reformas que tenían mucho de ideologización"
-En este fin de ciclo que se habla ¿se justifican las reformas que impulsa el gobierno?
-En mi opinión no. Son cambios que responden, en buena medida, al triunfo electoral que tuvo la Nueva Mayoría y que a mi juicio parten de un diagnóstico errado de los problemas de la sociedad chilena. Lo que se está implementando en materia de reforma tributaria, no sólo es innecesario, sino que va a ser malo en el país. La promesa de que con esta reforma va a haber menos desigualdad y un país con mejores condiciones sociales no se va a cumplir. Creo que la reforma educacional como está planteada tampoco va a traer mejoras en la educación.
-En este cuadro ¿cuál es su balance de los casi 6 meses del gobierno de la presidenta Bachelet?
-Claramente no es bueno. El gobierno se embarcó en reformas que tenían mucho de ideologización y creo que el resultado ya se está viendo, y que no es el que se esperaba. El gobierno está retrocediendo en algunos sentidos.
-¿Ve un cambio en la hoja de ruta?
-No sé si está cambiando la hoja de ruta, pero al menos está retrocediendo en el entusiasmo con que estaba haciendo las reformas. Desde luego no se explica que teniendo las mayorías que tiene para aprobar la reforma tributaria por si misma, por ejemplo, haya llegado a una negociación que a mi juicio es expresión de las diferencias internas que tiene la Nueva Mayoría. Esto ha generado a seis meses una incertidumbre, siendo la primera incertidumbre el efecto que van a tener estas reformas. Ahora la incertidumbre es hasta dónde las van a hacer y cuáles más van a hacer. Todas están golpeando al país en su desarrollo. Me parece que la oferta del gobierno, y no dudo de su buena intención, de tratar de reimpulsar la economía a través del gasto público, es simplemente echarle una cucharada de sal al mar. -
¿Corresponde un cambio de gabinete?
-Yo tengo una visión crítica pero no de la personas, sino que de las políticas que se han aplicado, entonces como modesto opositor me sentiría contento de que el gobierno enmendara el rumbo y, en ese sentido, me resulta indiferente si lo enmienda con las mismas personas o con otras.
-¿Y cuál es su balance del desempeño de la derecha?
-No es tan crítico. Somos un sector que no tiene hoy votos en el Parlamento en ninguna de las dos Cámaras para oponerse eficazmente a los proyectos del gobierno y en parte porque esta reformas han encontrado oposición social, porque ha habido un buen recambio de rostros en la derecha. Por la combinación de las razones que sea la derecha ha logrado mantenerse como un actor político que está en la mesa y que está ejerciendo una presencia que si uno lo mira objetivamente va mas allá del poder formal que tiene y eso a mí me habla de que no ha hecho tan mal la pega.
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