Se acabaron las dudas respecto al primer gran paquete de reformas en materia de educación secundaria, luego de que la presidenta Michelle Bachelet anunciara el envío al Parlamento, con urgencia simple, de dos proyectos de ley, orientados a terminar con el lucro, el copago y la selección escolar, como a la creación de una nueva institucionalidad para le educación parvularia. “Hoy día estamos dando el primer paso de la reforma educacional más significativa que Chile ha tenido en los últimos 50 años”, expresó la Jefa de Estado en una de las ceremonias más concurridas que hasta ahora se han efectuado en La Moneda, para el anuncio de algún proyecto.
Bachelet, en un claro guiño hacia el movimiento estudiantil, hizo alusión a que esta reforma recogió las demandas planteadas “en la calle”, en cuanto a conseguir “una educación de calidad, gratuita e integradora”. Conceptos que comenzaron a tener relevancia en el movimiento social por la educación de 2011, en las cuales se aludían a los mismos elementos esgrimidos por la mandataria en el día de ayer en el Salón Montt Varas del Palacio Presidencial.
El proyecto que, al momento de su firma, causó mayor ovación cerrada entre los concurrentes a la ceremonia, fue cuando se mencionó el fin al lucro para cualquier establecimiento que utilice recursos públicos.
Otro de los pilares expuestos de la reforma apunta hacia el fin del copago, con la eliminación del financiamiento compartido en la educación subvencionada particular. Esta propuesta, que es la que ha producido más rechazo en la derecha, consiste en que ahora los padres dejarán de pagar y que será el Estado quien se haga responsable de todo el financiamiento. Este tipo de colegios, señaló Bachelet, deberá pasar a ser fundaciones y corporaciones sin fines de lucro, para poder seguir existiendo como tal.
El diálogo del ministro
Este anuncio se produce luego de que el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, sostuviera encuentros con los más diversos actores del mundo de la educación. La gran mayoría de los asistentes a estas reuniones ha valorado la capacidad de atención puesta por el ministro en cada una de estas sesiones: “el ministro está concentrado en cada reunión, y toma nota de cada palabra que emane de sus interlocutores”, expresa un asistente a varios de estos encuentros. Incluso, desde la derecha, han valorado este modo de operar, en contraste a las críticas recibidas por su par de Hacienda, Alberto Arenas. Y en ese plano, el secretario de Estado volvió a mostrar esa disposición ayer tras la firma de los proyectos: “puede que algún mecanismo en concreto tenga algún mecanismo alternativo que sea mejor”, indicó.
Siguiendo esa línea, el domingo por la noche el secretario de Estado sostuvo una larga cena que se extendió por más de tres horas, con una gran cantidad de representantes de la Nueva Mayoría, en orden a “debatir con franqueza” cada una de las dudas que en aquella mesa surgieron, según relata uno de los asistentes. “El ministro expuso por más de media hora, para luego dar la palabra sin apuros a cada uno de los concurrentes, logrando intercambiar los puntos de vista divergentes que allí comenzaban a emanar”, relata otro de los concurrentes.
Los primeros cambios
En esa reunión, los presentes se enteraron del primer gran cambio con el cual venía la reforma a la educación secundaria, y que se alejaría del principio rector establecido en el programa de gobierno referido a “terminar con toda forma de selección a nivel de escuela”. Dicho texto programático, como también las señales expresadas por Eyzaguirre en las últimas semanas, apuntaban a que se acabaría con este tipo de práctica, de forma gradual y en la cual se establecería un método aleatorio para contrarrestar la alta demanda, por ejemplo, de los colegios emblemáticos. Sin embargo, lo anunciado por la presidenta mantiene un tipo de selección para 50 liceos emblemáticos, a los cuales tendrán una prioridad en el acceso los estudiantes que pertenezcan al 20% de mejor rendimiento académico, relativo a su generación en sus respectivas comunas.
Este punto se habría ido discutiendo los últimos días, a raíz de algunas aprensiones emanadas desde sectores de la DC, como también del PS, quienes no estaban del todo convencidos de acabar con la selección de estos liceos de excelencia. Este punto consignó las primeras discrepancias en el oficialismo, con sectores que no querían realizar ningún tipo de modificación al programa. En ese bando, se adscribe el presidente del PC, diputado Guillermo Tellier, quien si bien respaldó el fondo de la reforma, no quedó del todo satisfecho en esta materia: “Desde mi punto de vista debiera terminarse con la selección de manera total. Ahora bien, ¿cuáles son los colegios emblemáticos, es lo que hay que preguntarse?, dijo el parlamentario.
Este primer matiz surgido en el oficialismo podría ser sólo un anticipo de otras materias de debate, como los mecanismos para el fin del copago, frente a los cuales han surgido algunas dudas.
Fin al lucro
La reforma prohibirá el lucro en todos los establecimientos escolares que reciben aportes públicos, es decir, en los colegios particulares subvencionados.
Para adecuarse a la nueva legislación, el gobierno dará un plazo máximo de dos años para que los colegios del sistema se transformen en fundaciones o corporaciones sin fines de lucro, para lo cual, los sostenedores podrán solicitar al Fisco la compra de inmuebles en los que funcionan sus establecimientos.
Sin embargo, la implementación de esta medida, plantea un escenario incierto de lo que ocurrirá con la oferta particular subvencionada, ya que no es seguro que todos los sostenedores del sector elijan continuar en el mercado como fundación. Al no poder retirar utilidades, viéndose obligados a reinvertirlas en fines educativos, es probable que algunos sostenedores opten por transformarse en colegios particulares pagados -que hoy son el 7% del sistema y que por no recibir aportes públicos, en nada les influiría la nueva Ley-, o bien, otros podrían decidir cerrar sus recintos educacionales y cambiarse de negocio. Con esta medida, todas las utilidades que perciban los establecimientos deberán ser reinvertidas exclusivamente en fines educacionales, tales como, mejorar las salas de clases, contratar a más profesores, fortalecer las bibliotecas o adquirir materiales.
El proyecto también especifica lo que se considera por lucro. Por ejemplo, no podrán arrendar inmuebles o comprar insumos escolares a ellos mismos o a parientes.
Fin del copago
El financiamiento compartido comprende, por un lado, el pago mensual de las familias y por otro, la subvención estatal. El proyecto de ley pretende eliminar ese gasto personal, prohibiendo el cobro a las familias, monto que deberá ir disminuyendo progresivamente. La reforma plantea que el Estado, en el tercer año de aplicación de la ley, no sólo pasará a pagar ese copago que hoy es proporcionado por las familias, sino que anuncia que en el período de 10 años, los colegios verán, al menos, duplicado ese monto y que todos los establecimientos recibirán la misma subvención estatal para funcionar.
Ese aporte que se verá significativamente aumentado, se hará también mediante la ampliación de la Subvención Escolar Preferencial (SEP) a los estudiantes del tercer y cuarto quintil, llegando a cubrir el 80% del universo de estudiantes (hoy la SEP beneficia sólo a los del primer y segundo quintil). Esta medida es un paso clave en el programa de gobierno para alcanzar la gratuidad en el sistema, ya que, a largo plazo, el Estado cubrirá la totalidad de los costos en educación escolar. Según las cifras que se manejan hasta ahora, el costo fiscal de terminar con el financiamiento compartido, sería cercano a los $US2 mil millones anuales. Esto, si se considera que hoy, la suma de lo que pagan las familias es alrededor de $US600 milones y la reforma pretende pagar, por lo menos, tres veces más que eso. Actualmente, el monto promedio que cobran los colegios a los apoderados ronda los $17 mil, siendo la mensualidad máxima es de $72 mil.
Fin de la selección
La reforma educacional prohibe a los colegio reconocidos por el Estado seleccionar a sus alumnos mediante entrevistas o pruebas de admisión. Esta medida se inserta en la pretensión del programa de gobierno de promover y defender la libertad de elección que tienen las familias respecto al proyecto educativo que estimen conveniente para sus hijos, ya sean programas laicos, religiosos, con énfasis en el desarrollo artístico, deportivo, etc. Así, pretende también, lograr una mayor integración en el sistema escolar. En los establecimientos en que la demanda supere la oferta de vacantes, se aplicaría un mecanismo de admisión "transparente y no discriminatorio".
Para facilitar el proceso, la postulación será mediante una plataforma web (entregada por el Ministerio de Educación), mediante la cual se promoverá un "proceso ciego" de postulación universal. Aunque el sorteo es el método evaluado para no seleccionar a los alumnos por cualidades específicas, se bonificaría a aquellos estudiantes que cuenten con hermanos en el mismo colegio en que desean matricularse.
Si bien se planteó, en un principio, que los 50 colegios emblemáticos tampoco podrían seleccionar según mérito académico, el proyecto incorpora una salida para mantener la excelencia de estos proyectos: En sus procesos de admisión, tendrán prioridad los estudiantes que pertenezcan al 20% de mejor rendimiento académico relativo de su respectiva generación de colegio. Se espera que este nuevo sistema comience a funcionar en 2016, es decir, un año después de la eventual entreda en vigencia de la ley.
Gregory elacqua, director del instituto de políticas públicas udp: "Terminar con la selección incentiva a los colegios a mejorar su calidad"
-¿Qué les parece que no se termine con la selección en los liceos emblemáticos?
-Es consistente con lo que hacen otros países de sistema mixto, tienen un grupo más pequeño de escuelas estatales de mejor rendimiento y un poco más selectivo en educación media. Terminar con la selección en general en el sistema, va en línea con mejorar la calidad, porque se alinean bien los incentivos para fomentar que los colegios se enfoquen en un valor agregado para mejorar la calidad de sus alumnos, en vez de tener buenos resultados por seleccionar.
-¿Es necesario terminar con el copago, dado el costo fiscal que implica?
-Sí. Gran parte de esos recursos se ocuparán en ampliar la SEP, que está muy bien evaluada, por eso creo que será una inversión eficiente. Hay que terminar con el copago porque en buena medida, está financiando el lucro de los sostenedores. La evidencia indica que no reinvierten el copago en más calidad. El copago no genera efecto ni en calidad ni en equidad."
-¿Qué tan complejo se ve el panorama de terminar con el lucro?
-Es muy heterogéneo el sector con fines de lucro. No va a ser un gran costo para los sostenedores pasar a ser una fundación o corporación sin fines de lucro, porque hay muchos de estos colegios que ya son sin fines de lucro. Esto, porque en términos legales es mucho menos engorroso armar una empresa que armar una fundación, entonces parte de los sostenedores tienen ya sus colegios como sin fines de lucro. Anticipo que muchos sostenedores van a cambiar su modalidad sin poner problemas, porque básicamente su lucro es su sueldo. Por otro lado, también es probable que un porcentaje de colegios que hoy cobran el máximo copago se conviertan en particulares pagados.
Raúl figueroa, director ejecutivo de acción educar: "Terminar con el copago no dice relación con mejorar la calidad"
-¿Qué les parece que no se termine la selección en los liceos emblemáticos?
-Me parece razonable que al menos, se hayan planteado alternativas para los liceos emblemáticos, para que puedan mantenerse como colegios de excelencia. La duda que queda es por qué sólo esos liceos y no otros. Esta excepción pareciera que es para hacerse cargo de algunos grupos de interés. Hay un trato discriminatorio respecto del resto de los colegios, porque sólo los emblemáticos podrán seleccionar. El hecho de dejar a los emblemáticos hacerlo, no es más que admitir que en algunos casos esa selección es conveniente.
-¿Es necesario terminar con el copago?
-No. Creemos que terminar con el copago no dice relación con mejorar la calidad del sistema. Al contrario, en algunos casos genera efectos negativos, porque el hecho de que las familias hoy hagan un esfuerzo adicional y se comprometan económicamente con la educación de sus hijos, tiene un impacto positivo en el sistema. Al terminar con el copago, se elimina eso.
-¿Y terminar con el lucro, considerando que el Estado invertirá dinero en la compra de inmuebles de sostenedores que así lo deseen?
-Ahí el gasto fiscal en cuestiones que no dicen relación con la calidad, es mucho más evidente aún. Esta medida no es más que invertir dineros estatales en infraestructura que hoy ya existe y que está destinada a la educación. Entonces en términos de gastos, lo que se está haciendo es destinar una cantidad importantísima de recursos a infraestructura escolar que ya existe. Además, es complejo pedirle a personas que han desarrollado proyectos e invertido montos cuantiosos en ellos, que renuncien a recuperar esa inversión.