Allamand: “Chile Vamos tiene que encender, de una vez por todas, su motor político”
Para el ex timonel de RN, la idea de llegar a la primera vuelta presidencial significa “ponerle una lápida por anticipado” al pacto que se está consolidando.
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Se está volviendo una figura recurrente en el Tribunal Constitucional. Si ayer, junto a un grupo de parlamentarios, presentó un requerimiento en contra de algunos aspectos de la reforma laboral, antes había hecho lo propio en Educación. Haciendo gala de su espíritu de rugbista, en esta entrevista con DF, el senador Andrés Allamand reivindica el derecho de su sector de llevar cuanta ley sea necesaria ante el organismo.
Con similar pragmatismo desmenuza la situación de su sector y del joven referente Chile Vamos. Y advierte que la idea que se debate en RN de llegar con un candidato a primera vuelta es “muy mala”, porque “qué sentido podría tener -dice- el esfuerzo que se ha hecho para, después de dos años, ir configurando una alianza política y electoral, si a la primera de cambio uno de los componentes sostiene que no quiere tener una alianza electoral. Eso es ponerle una lápida por anticipado a Chile Vamos”.
- ¿Lo está haciendo bien la coalición?
- De las tres patas en que hoy día empieza a pararse en la cancha Chile Vamos, yo siento que hay una en la que anda bien, otra que anda lenta y una en la que le falta un remezón y un empujón de energía y vitalidad.
- ¿Cuál es cuál?
- La que anda bien es el debate de ideas. No había visto un ambiente de ebullición intelectual en el plano de las ideas, en la centroderecha, desde hace mucho tiempo; y en esto le doy un enorme mérito a los independientes que se han incorporado a Chile Vamos y creo que el rol que han jugado Hugo Herrera y Pablo Ortúzar ha sido muy destacado.
Estamos atrasados en la parte propiamente electoral, a estas alturas deberíamos tener –y esto es una coincidencia que tengo con Sebastián Piñera- a lo menos 150 candidatos a alcalde proclamados, instalados y corriendo en la cancha, no veo razón alguna para que no sea así, podríamos ir mucho más rápido. Y existe un gran déficit en que Chile Vamos tiene que tener muchas más definiciones políticas.
- ¿En qué línea?
- Chile Vamos debe ser un referente político y un referente político para generar adhesión tiene que generar definiciones. Entonces, tenemos que darle fuerza a este pilar que es propiamente el de la conducción política.
- El comité político que se reúne los lunes y reacciona a lo que ha hecho el gobierno durante la semana anterior se parece más al desalojo 2.0 de Allamand, ¿o no?
- ¿Cómo?
- Reacción con poco contenido.
- Echo de menos en Chile Vamos más liderazgo y conducción política colectiva, que es distinto. Efectivamente, no se trata solamente de reaccionar, se trata de poner sobre la mesa los temas y tener capacidad de cambiar la agenda de debate público. Veo que el 80% de las declaraciones de los dirigentes de Chile Vamos son absolutamente funcionales a la agenda que tiene el gobierno, en circunstancias que a estas alturas debiera tener una agenda propia. Dicho en simple, Chile Vamos tiene que encender, de una vez por todas, su motor político y pararse en la cancha como una alternativa al gobierno de la Nueva Mayoría.
- Ya abandonó la idea del partido único, ¿y la del desalojo 2.0? Hay quienes dentro de su propio sector no creen en ella.
- Esto ya lo viví. Cuando planteé que teníamos que tener una estrategia que se denominó “el desalojo”, que era convencer a los chilenos de que después de cuatro gobiernos de la Concertación el tiempo se les había pasado, que tenían fatiga de material, que estaban avanzando derechamente hacia fenómenos de corrupción, que su ineficiencia era terminal y que el país necesitaba cambiar. Fue una actitud opositora con perfil nítido.
Recuerdo hasta el día de hoy que la tesis del desalojo, que fue la finalmente aceptada, fue en ese minuto muy controvertida ¿por quién? Por Joaquín Lavín que inventó el bacheletismo-aliancista. Siempre es más difícil ser opositor con claridad, decir las cosas que están mal, convocar a nuestra gente y poner sobre la mesa una propuesta alternativa. Yo voy a dedicar lo que queda de este año y el próximo, precisamente a tratar de inspirar, porque esta es una tarea colectiva, el cambio de actitud que echo de menos en la oposición.
- ¿Y cómo tiene que aspirar a ser la oposición?
- Me gustaría una oposición con más carácter, con más talante, con más gravitación.
- En diciembre habrá elecciones en RN, ¿postulará?
-Lo que no voy a hacer es volver a cometer el error de analizar una situación y que posteriormente caiga en el vacío, porque hasta que empecé a analizar la posibilidad de postular nadie discutía que iba a haber elecciones. Cuando surgió esta exploración o posibilidad, bruscamente se postergaron las elecciones. De manera que voy a volver a tomar el tema cuando tenga claro que va a haber elecciones y no antes.
“Geometría variable”
- Se habla de un duelo presidencial entre Piñera y Lagos, ¿lo cree probable?
- Es una alternativa que está arriba de la mesa, pero lo que estoy convencido que no va a existir es un enfrentamiento Nueva Mayoría-Chile Vamos.
- ¿Cómo sería entonces?
- Chile tiene hoy un esquema político sobre la base de cuatro polos, el paisaje político es muy parecido al español. Hay una izquierda a la izquierda de la Nueva Mayoría, que es lo que podríamos denominar el Podemos chileno, que agrupa a ME-O y a toda la generación de Jackson, Boric, Camila Vallejo, de Karol Cariola; de alguna forma en ese grupo también está el MAS y un conjunto de fuerzas emergentes que se van a nuclear en una posición más radical incluso que el gobierno actual. Hay una Nueva Mayoría que se está adelgazando, porque por un lado está siendo tironeada por ese polo de la izquierda que antes no existía y, por otra parte, porque está surgiendo a la derecha de la Nueva Mayoría un tercer polo que todavía no tiene nombre, que aún no tiene identidad, pero que sí tiene ideas y una presencia.
- ¿Representado por quién?
- Es lo que hoy día representa el grupo de Mariana Aylwin, el partido de Andrés Velasco, si la DC resuelve tener un candidato a primera vuelta, naturalmente va a ocupar ese lugar. Todo lo que es el mundo profesional con tendencia tecnócrata de lo que representa el PPD, está en ese espacio. Y hay un cuarto polo que es la centroderecha. El escenario político hoy día es de geometría variable, porque estas cuatro piezas pueden crecer, achicarse, mutar y combinarse de muy distintas maneras. Entre otras cosas, porque los sistemas proporcionales inevitablemente generan tres, cuatro o cinco polos.
- Algunos expertos plantean la vuelta a los tres tercios.
- Cuando digo geometría variable es que entre tres tercios y cuatro cuartos hay una frontera porosa, móvil. Pero ni la Nueva Mayoría ni Chile Vamos tiene fuerza por sí sola para ser gobierno. Por lo tanto, los gobiernos que vienen hacia adelante son de coalición.
- ¿A qué atribuye que se esté pensando ahora en un enfrentamiento Piñera-Lagos?
- Los ex presidentes naturalmente tienen una gravitación en términos de opinión pública incomparable, tiene que ver con la fuerza que tiene el régimen presidencial chileno. Entonces, no me extraña que las figuras de Lagos y de Piñera tengan esa preponderancia, pero bajo esas figuras el paisaje cambió.
- ¿Eso no habla también de una falta de renovación en los liderazgos en todos los sectores?
- Sí, pero también creo que las nuevas reglas van a hacer emerger con mucha fuerza liderazgos presidenciales múltiples. Creo que Lagos no va a ser el candidato de la Nueva Mayoría, porque no lo van a nominar con la unanimidad a la que él legítimamente aspira. Por lo tanto, a contar de la elección municipal vamos a tener un festival de candidatos corriendo por el país y se aplicará la vieja regla de que en la cancha se ven los gallos.
"protegemos el emprendimiento"
- ¿No estima que se ve a lo menos feo que la derecha recurra al TC como una tercera cámara cada vez que está en desacuerdo con un proyecto?
- Me encanta esa pregunta. Si aquí lo único feo es que el gobierno y la Nueva Mayoría legislen sin respetar la Constitución.
- Pero lo que ha quedado del debate es que la oposición no está por fortalecer los sindicatos.
- Yo no creo eso. Si fuera así, la reforma laboral tendría apoyo y no rechazo, y tiene un gran rechazo en la opinión pública en todos los segmentos.
- ¿No están protegiendo al empresariado como se les atribuye?
- Nosotros estamos protegiendo el emprendimiento y tenemos una visión equilibrada y contemporánea de lo que tienen que ser las relaciones al interior de las empresas. Esto es tan absurdo como que en la última semana hemos estado discutiendo con los dirigentes de la Nueva Mayoría, mientras los países de la OCDE, hace dos semanas Francia, un gobierno socialista, está dejando atrás la negociación ramal, ya está ocurriendo lo mismo en Italia y en otros países de Europa. Y resulta que nosotros en Chile, con esta lógica sesentera que es la que le encanta a la CUT, al Partido Comunista y al Partido Socialista, la estamos reinstalando. Es decir, estamos reinstalando una práctica que los países avanzados están abandonando precisamente por los efectos que, entre otros, tiene en una economía globalizada.