El proceso de desaceleración de la economía chilena ha sido fuerte y tiene al gobierno de cabeza analizando medidas para inyectarle mayor dinamismo a la actividad.
En Goldman Sachs han tomado nota del frenazo que ha mostrado la actividad nacional, anticipando que el PIB crecerá apenas un 2,3% este año y 3,5% el siguiente ejercicio. ¿Las razones? Para el managing director y jefe de Estudios Económicos para América Latina del banco de inversión, Alberto Ramos, la desaceleración tiene raíces cíclicas y estructurales, argumentando que el país debe enfocarse en obtener ganancias de productividad que lo lleven a retomar la senda de crecimiento potenciales sobre el 5% de hace décadas.
Eso sí, pone paños fríos frente al tono que ha tomado el debate en el país y descarta tajantemente que la economía se encamine a una recesión.
- El Banco Central proyectó en el Informe de Política Monetaria (IPoM) que la economía crecerá entre 3% y 4% el próximo año.
- Es factible que el crecimiento se ubique en ese rango. Claramente, hay una percepción de que hay una desaceleración importante de la economía, que tiene que ver con factores domésticos pero también con factores externos. Es por eso que el Banco Central ha empezado a reducir la tasa de interés para dar algún tipo de soporte al ciclo económico.
- O sea, están completamente alineados con este rango.
- Sí, pero hay mucha incertidumbre por lo que puede venir. Hay que tomar esas proyecciones con el debido cuidado porque siempre se revisan cada tres meses. Me parece que hoy están dentro de un rango razonable.
- ¿Ve una posibilidad de que se revisen a la baja en el IPoM de diciembre?
- Sí, claro que hay una posibilidad. Hay mucha incertidumbre también sobre la economía global. Hay dos factores que son muy difíciles de proyectar: uno es la propia incertidumbre que se creó con el golpe que se ha dado a la confianza de los empresarios y consumidores, algo que es muy difícil para un economista porque no somos psicólogos para saber hasta qué punto los agentes económicos son más defensivos; y el otro tiene que ver con el entorno externo, muy relacionado con el precio de los commodities, pero también con lo que va a pasar en términos de tasas de interés en Estados Unidos y lo que haga la Reserva Federal. Y eso que ni siquiera estamos hablando de riesgos geopolíticos…
“PIB potencial difícil de cuantificar”
- ¿Qué factores locales podrían impulsar el crecimiento de Chile el próximo año?
- Hay que mirar hasta qué punto la desaceleración es cíclica o tiene factores estructurales. Si tiene factores estructurales, quizá no se deba hacer nada para acelerar el crecimiento, ya que sólo impulsará la inflación. Hay una caída del PIB potencial por factores externos y estructurales y eso hay que aceptarlo como una realidad.
Lo que siempre hay que hacer -independiente del momento- es encontrar ganancias de productividad, que se cree un ambiente de negocios que aliente la inversión, la innovación y aumente la productividad, que se haga la capacitación de la mano de obra.
Si hoy Chile crece 5% y mañana puede crecer 8%, mejor aún. Pero hay que entender lo que son las restricciones que determinado tipo de entorno externo pone.
No siempre es posible crecer a la velocidad que a uno le gustaría y muchas veces al acelerar la economía cuando no se debe, se crean problemas mayores.
- ¿La desaceleración chilena es más bien estructural o cíclica?
- Es una combinación de los dos. Tiene que ver con un ambiente externo no tan favorable para los emergentes como hace años atrás. También, con factores domésticos: un ciclo de inversión muy fuerte en la minería y hoy por razones estructurales quizá no es el momento para invertir al ritmo que se estaba haciendo en minería.
También hay un poco de incertidumbre que se creó por la reforma tributaria, la implicancia que tendría y cómo afectará los incentivos, por lo que la gente quizá resolvió esperar un poco a que se clarifique más el tema para decidir dónde y cuánto invertir.
- El Banco Central redujo a un rango entre 4% y 4,5% el PIB potencial de la economía. ¿Está en línea con sus estimaciones?
- Sí. El PIB potencial es algo siempre difícil de cuantificar. Desde el punto de vista estructural, es una baja moderada.
Hoy, quizá Chile no puede crecer más a un PIB potencial de 5% ó 6% y tiene que aceptar un crecimiento más moderado. Pero de todas maneras, si es posible sostener un crecimiento potencial entre 4% y 4,5% por un período razonable, es bastante bueno.
- No se acerca para nada a una recesión.
- Claro, pero si uno puede encontrar las condiciones para crecer a 7% u 8%, mejor aún. Siempre que sea con una inflación controlada, sin incubar desequilibrios macro o manteniendo un bajo déficit de cuenta corriente.
Las medidas necesarias
- ¿Qué condiciones estructurales debieran cambiar en Chile para que retome un crecimiento potencial más alto?
- Muchas veces el crecimiento tiene raíces estructurales que los gobiernos no pueden controlar. Lo que hay que hacer es controlar bien lo que hace. Hay que gastar el dinero de la forma más eficiente posible y para crecer más, hacerlo de una forma más eficiente. Hay que tener cuidado con invertir en actividades que no tengan un alto retorno económico y social. Hay que crear un marco regulatorio que sea estable y previsible para la inversión. Si uno hace eso, hace muchísimo. Si se hace un manejo muy disciplinado de la política fiscal, un manejo muy previsible y disciplinado de la política monetaria, no hay que preocuparse por el crecimiento, este vendrá al ritmo que sea posible. Me parece que el sector privado entiende bien dónde y cuándo invertir. Esa idea de que se crece por decreto, que el burócrata te va a indicar para dónde tienes que invertir, nunca termina bien.
Si hoy no da para crecer al 5%- 6%, maximicemos lo que es posible y para hacerlo tiene que haber una provisión adecuada de bienes públicos. Tiene que haber un gasto eficiente de la recaudación tributaria.
- De sus palabras se infiere que no sólo importa recaudar más, sino cómo gastar bien esos recursos. Ese tema se está debatiendo mucho en Chile.
- Claro, hay que manejar bien lo que se tiene y dejar también que los privados lo manejen bien. El Estado tiene que invertir y gastar bien. Hay Estados muy grandes y eficientes en los países nórdicos, pero Estados muy grandes e ineficientes en Brasil, por ejemplo.
Chile tiene que tener en consideración eso. Se puede quitar 3% del PIB al sector privado, pero se tiene que saber bien con qué grado de eficiencia se va a gastar. Tener una baja carga tributaria es una ventaja comparativa de Chile. Y aumentarla tiene un costo, vamos a ver si ese costo supera o no el beneficio.
- ¿Cómo se ve el escenario a mediano plazo para Chile?
- Claramente, ha habido una pérdida de eficiencia macro significativa de la economía, eso es muy claro con las últimas cifras publicadas. Hay que ver aún si la economía se estabiliza y si el impulso monetario que le está dando al Banco Central contribuye a estabilizar el ciclo económico. Y hasta qué punto se mejoran las expectativas empresariales, lo que será clave para que los agentes dejen de ser tan defensivos.
- ¿Comparte el mensaje del Central, de que la desaceleración es fuerte, pero tampoco nos encaminamos a una recesión?
- Sí, la desaceleración es clara, pero tampoco es un desastre. Chile tiene la capacidad de crecer más, pero por ahora está en un período de transición hasta que lleguen mejores días.
- ¿Ve la tasa bajo 3% este año?
- No veo factible tanta política monetaria expansiva. Si el problema de la desaceleración tiene que ver con factores estructurales y con el menor sentimiento empresarial, un activismo monetario excesivo puede traer riesgos para el tipo de cambio y la inflación. Vemos la tasa en 3%.