Alberto Espina: “La derecha comete suicidio político cuando acepta que la Concertación ataque al gobierno de Piñera”
Además, hace una buena evaluación del protocolo de acuerdo suscrito entre el Ejecutivo y la Alianza para avanzar en la reforma tributaria, asegurando que siempre es bueno llegar a “entendimientos” en beneficio del país.
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En conversación con el DF, el senador de RN Alberto Espina, se pasea por la contingencia política. Defiende el gobierno de Sebastián Piñera y el acuerdo alcanzado en materia de reforma tributaria. Al igual que el gobierno, tiene la convicción de que el conflicto en La Araucanía, región que representa hace años, requiere una solución integral que va más allá del tema de seguridad ciudadana y que la Ley Antiterrorista que se aplica caso a caso y no como criterio general ante cualquier delito. Pero a diferencia de lo planteado por el Ejecutivo cree que ésta no requiere modificaciones, pues “cumple con todos los estándares internacionales” y quienes dicen lo contrario tienen una mirada “sesgada”.
-¿Concuerda con que el gobierno invoque la Ley Antiterrorista en unos casos de bomba y en otros sólo la ley de control de armas?
-El gobierno sostuvo que no había que aplicar la Ley Antiterrorista, por ilegítima. Hay que analizarlo caso a caso, ese es un tema de la investigación, es muy difícil para alguien ajeno a ella determinar si el instrumento más adecuado es uno u otro. Los gobiernos no tienen que tener complejos para aplicar la ley que corresponde con responsabilidad y criterio.
-¿Qué evaluación hace de la interpelación al ministro Peñailillo?
-Me parece bien que los diputados fiscalicen, pero tengo todo el derecho del mundo de construir con el ministro alianzas para enfrentar temas que hasta ahora la sociedad chilena no ha podido resolver.
-En su sector fue cuestionado porque cuando se anunció la interpelación se reunió con el ministro.
-Los que piensan así, precisamente transforman la interpelación en un acto de agresión equivocado, frente a una autoridad que sólo será interrogada. No voy a aceptar de nadie que se me aplique una de ley mordaza, para dialogar en temas que son de mi región y de seguridad pública al que he dedicado parte importante de mi vida y sobre el cual nos queda mucho por avanzar.
-¿Cuál es el mea culpa que se hace respecto de la actuación del gobierno de Piñera en La Araucanía?
-Las políticas públicas que impulsó el gobierno de Piñera fueron buenas, pero la solución integral ha sido un déficit de todos los gobiernos, sin excepción.
Grandes acuerdos
-¿Cómo ve el escenario político post acuerdo tributario?
-Sorprende que se critique que los políticos sean capaces de llegar a entendimientos sobre políticas de Estado, cuyos efectos repercuten por décadas, como el tema tributario, educacional, constitucional o laboral. En los ’90 había el mismo dilema: la oposición que se atrinchera, no quiere aportar nada a cambios que el país está pidiendo y otra que genera la democracia de los acuerdos. Nosotros generamos acuerdos que fueron vitales para una exitosa transición.
-Quienes se oponen, argumentan que el escenario actual es muy diferente.
-Los que se oponen son una minoría indiscutida en Chile, porque según todas las encuestas de opinión, lo que la gente quiere son cambios, pero con acuerdos.
-¿Les llamó la atención que teniendo los votos el gobierno optara por un acuerdo transversal?
-Lo hicieron porque haber establecido la renta atribuida como única fórmula de impuestos del global complementario, era absolutamente inconstitucional y el riesgo de que la reforma se cayera íntegramente era altísimo. Y porque se produjo el fenómeno de que la sociedad reaccionó. El gobierno se dio cuenta que su proyecto, como estaba concebido, era impopular y en el caso educacional está pasando lo mismo.
-¿Pero hay ambiente para llegar a acuerdos, por ejemplo, en educación con visiones tan diferentes?
-Dependerá de cómo el gobierno quiera enfocarlo. Si lo hace como hasta ahora, cuyo único proyecto busca jibarizar y eliminar la educación particular subvencionada, sobre la base de limitaciones que le impedirán operar, está cometiendo un error político y así va a ser difícil un acuerdo. Pero si reformula su propuesta, mejorar la educación pública escolar, generar acuerdos en esa materia debería ser absolutamente factible.
-¿El ambiente político está menos tensionado que antes del acuerdo o no?
-Por supuesto. Porque la tensión estaba entre la retroexcavadora, liderada por Quintana –él es la radiografía de lo que quiere el sector más izquierdista de la Concertación-, y otro sector que cree que el modelo neoliberal es perfectible, que quieren que se corrija, pero no se cambie. Este round lo ganaron los que son partidarios del entendimiento.
-¿A qué se debe que RN no haya alcanzado un acuerdo para cambiar el binominal entonces?
-RN suscribió un documento con la DC y si la Concertación pone mañana en votación ese proyecto se aprueba en 5 minutos. La DC suscribió un acuerdo con nosotros y de la noche a la mañana, las presiones de la izquierda lo hacen desistirse. Por lo que la DC está en falta y lo sabe. La fórmula que la Concertación construyó es inaceptable para nosotros, porque le hicieron un traje a la medida para tener una sobrerepresentación parlamentaria, no la que les corresponde. Y la propuesta que hicimos es que tengamos un sistema electoral neutro y que gane el que tenga más votos.
-¿Y hay posibilidad de que se llegue a un acuerdo de aquí a que se vote en Sala?
-Depende de la Concertación. Será muy difícil y los esfuerzos se van a hacer en el Senado. Lo que siempre criticaron del binominal, lo están tratando de hacer para ellos ahora, y en ese caso prefiero morir con las botas puestas.
-¿Cómo está el clima interno en RN con la nueva directiva?
-Muy bueno. Fue un acierto lo de Cristián Monckeberg, porque existe un diálogo permanente con él. Consulta todas las decisiones. Estamos trabajando muy bien.
-En RN se comenta que la presidencia de Monckeberg está siendo supervigilada por Carlos Larraín.
-No. Esa es una interpretación absolutamente equivocada. Él toma sus decisiones libremente, al punto que creo que este es el único presidente del partido que ha sido empoderado para cambiar el binominal.
-¿Qué le parece que en su sector se esté adelantando la carrera presidencial debido a la postura pública que ha asumido Piñera?
-Un sector político, como el nuestro, que sufrió una estrepitosa derrota electoral tiene la obligación de fortalecer todos los liderazgos que tenga para llevar adelante un proceso de primarias y resolver quién es el mejor candidato.
-¿Con los eventuales candidatos que ya se ven?
-Mira, todo el mundo habla de que los eventuales candidatos de la derecha van a ser Ossandón, Allamand, yo, dentro de Renovación, más Piñera. Ossandón, Allamand y yo estamos trabajando para rearticular una centroderecha que quedó muy deteriorada, disminuida y desanimada después de la derrota que sufrimos. Lo que Piñera está haciendo es defender el legado de su gobierno, porque en su primera etapa, la Concertación, entró en un proceso de demolición de su gobierno.
-¿O sea, ustedes están tratando de arreglar los platos rotos que dejó Piñera? Se lo pregunto porque Larraín lo responsabilizó de la derrota y de como quedó la derecha después de su gobierno.
- He escuchado ese argumento, pero lo encuentro de una injusticia enorme. Piñera hizo un gran gobierno; tuvo dificultades permanentes con los partidos y tuvo un déficit político propio de un sector que no gobernaba hacía más de 50 años en democracia. Si la Concertación, hoy día gobernando, desde el punto de vista político, ha sido un desastre. Pocas veces he visto a un gobierno que vaya metiéndose más autogoles que éste, con gente que tiene experiencia de haber gobernado anteriormente. No hay duda que nuestro sector cometió errores y el gobierno también los cometió, pero echarle la culpa a Piñera es de una injusticia enorme, porque el déficit que tuvo el gobierno, también lo tuvieron los partidos respecto de hacer política. Considero que la derecha comete un suicidio político cuando acepta que la Concertación ataque al gobierno de Piñera impunemente, sobre hechos que son falsos y no salen todos a defenderlo, porque ese es nuestro capital político y eso no significa que no se hayan cometido errores.
"LA NM ESTÁ EN UN CONFLICTO DE DIVISIÓN INTERNA AGUDO"
-Hay quienes piensan que Eyzaguirre ha demostrado no ser idóneo para encabezar la reforma, ¿comparte esa visión?
-El ministro ha dicho cosas imprudentes, pero es suficientemente capaz e inteligente para darse cuenta y si la presidenta Bachelet actúa con el pragmatismo que demostró en la reforma tributaria van a generarse las condiciones para lograr un acuerdo que resulte bueno para el país. El problema es que ideológicamente un sector de la Concertación no quiere una educación particular que se financie con recursos públicos. Y la llamada Nueva Mayoría está viviendo la crisis más profunda desde que se formó el año '90. Las fisuras que hay al interior es gigantesca. Esa es una nueva coalición agotada, porque las diferencias entre el mundo demócratacristiano y la izquierda son enormes. ¡Si no tenían los votos para aprobar la reforma tributaria!, porque un sector de la Democracia Cristiana no estaba dispuesto a perjudicar a la clase media y las Pyme, que ellos entienden que es su bastión. Siento que, a poco andar, la coalición gobernante está en un conflicto de división interna agudo, que tarde o temprano va a provocar su fin, aunque ellos digan lo contrario. Lo noto, porque no hay proyectos de ley en que no voten en desacuerdo y que se descalifiquen. ¡Si ellos se han hecho autooposición! ¡Si la izquierda trata más mal a la Democracia Cristiana que a la derecha! Entonces ocurre que viéndolo de afuera, se entiende que la DC es un partido opositor al gobierno. Lo que pasa es que en un régimen presidencial los gobiernos tienen un elemento de "extorsión" a los partidos, que son los cargos públicos.