La ONU alerta del tóxico legado de la guerra en Ucrania: cielos y aguas contaminadas
De acuerdo a datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, varias regiones del país registran contaminación grave en las aguas subterráneas y superficiales, derrames de residuos peligrosos y animales muertos.
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El Programa de Nacionales Unidas para el Medio Ambiente, Pnuma, la autoridad ambiental dentro del sistema de las Naciones Unidas, está apoyando al Gobierno de Ucrania en la vigilancia remota del impacto ambiental y ha estado preparando evaluaciones de impacto sobre el terreno, que se espera sean una tarea colosal dada la escala y la extensión geográfica de los incidentes reportados.
Según los datos recabados por el organismo de la ONU y como señala una nota publicada en su sitio web a un año de la invasión de Ucrania por parte de la Federación Rusa, el impacto de la guerra apunta a un legado tóxico para las futuras generaciones, con múltiples incidentes de contaminación atmosférica y una contaminación potencialmente grave de las aguas subterráneas y superficiales.
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Según el organismo, han visto daños en muchas regiones del país, como incidentes en instalaciones y centrales de energía nuclear; infraestructura energética, incluidos buques petroleros, refinerías de petróleo, plataformas de perforación e instalaciones de gas y gasoductos de distribución; minas, instalaciones industriales e instalaciones de procesamiento de productos agrícolas.
También han sufrido daños considerables la infraestructura de abastecimiento de agua, incluidas las estaciones de bombeo, las depuradoras y las instalaciones de alcantarillado, además, instalaciones industriales, almacenes y fábricas ha resultado seriamente dañadas, algunas de las cuales almacenan un conjunto de sustancias peligrosas que van desde disolventes hasta amoníaco y plásticos.
De acuerdo al Pnuma se han liberado sustancias peligrosas debido a las explosiones en instalaciones de almacenamiento agroindustriales, incluidos fertilizantes y plantas de ácido nítrico y se ha informado de ataques a diversas explotaciones ganaderas grandes, donde los cadáveres de ganado suponen un riesgo adicional para la salud pública.
En múltiples zonas urbanas, la limpieza de las viviendas destruidas planteará sus propios problemas, ya que es probable que los desechos se mezclen con materiales peligrosos, en particular el amianto (asbesto). Las imágenes obtenidas por satélite también han mostrado un aumento significativo de los incendios en diversas reservas naturales y zonas protegidas, así como en zonas boscosas.
Además, la contaminación causada por el amplio uso de armas, incluso en zonas pobladas, y los grandes volúmenes de desechos militares, como sus vehículos destruidos, plantean un importante problema de limpieza.
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El llamado de la ONU
La directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, señaló que “la cartografía y el análisis inicial de los peligros ambientales solamente sirven para confirmar que la guerra es literalmente tóxica y agregó que “la máxima prioridad es que esta destrucción sin sentido termine ahora. El medio ambiente tiene que ver con las personas: con medios de subsistencia, la salud pública, el aire y el agua limpios y los sistemas alimentarios básicos. Tiene que ver con un futuro seguro para la población ucraniana y sus vecinos, y no deben producirse más daños”.
Andersen señaló que Ucrania necesitará un enorme apoyo internacional para evaluar, mitigar y reparar los daños en todo el país, para que así se alivien los riesgos para la región en general”.
En tanto, Osnat Lubrani, Coordinadora Residente de las Naciones Unidas en Ucrania, dijo que “millones de personas desplazadas de Ucrania necesitan un entorno seguro y sano para volver a casa si se espera que puedan retomar sus vidas. Tan pronto como termine la lucha, y debe terminar pronto, se debe apoyar una operación colosal de limpieza”.