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DF Lab Opinión / Davos, DeepSeek y el momento Sputnik de la IA
"Si los costos de entrenamiento caen de esta manera y el valor de uso baja un 95%, significa que cualquier startup, institución académica o empresa emergente puede competir en el desarrollo de la IA, sin depender de la infraestructura de gigantes".
Por: Por Komal Dadlani, bioquímica y CEO y cofundadora de Lab4U
Publicado: Lunes 3 de febrero de 2025 a las 06:50 hrs.
Komal Dadlani, bioquímica y CEO y cofundadora de Lab4U
La semana pasada, en el encuentro anual del Foro Económico Mundial en Davos, quedó claro que la Inteligencia Artificial sigue marcando la agenda global. El tema central fue la “colaboración para la era inteligente”, con discusiones que abarcaron desde su impacto en la educación, fuerza laboral hasta la promesa (y el riesgo) de la Inteligencia Artificial general (AGI). Las conversaciones giraron en torno a la escalabilidad, la eficiencia y la accesibilidad de estos modelos. Pero nadie esperaba que, apenas unos días después, el ecosistema tecnológico mundial fuese sacudido por la irrupción de un nuevo jugador: DeepSeek.
El lunes pasado, el modelo R1 de DeepSeek, una startup china, se convirtió en el protagonista de la conversación global, al punto de ser llamado el "momento Sputnik de la IA" por el influyente inversionista Marc Andreessen. ¿Por qué? Porque su tecnología ha logrado igualar el rendimiento de los modelos más avanzados de OpenAI y Anthropic, pero con una fracción del costo. Mientras que entrenar un modelo de IA de primer nivel ha requerido inversiones de más de $100 millones de dólares en infraestructura, DeepSeek afirma haberlo logrado con sólo US$ 6 millones.
El impacto fue inmediato: el Nasdaq enfrentó su peor día de 2025, y ese mismo día, Nvidia perdió más del 17% de su valor de mercado, equivalente a $593.000 millones de dólares de su valor de mercado, en la mayor pérdida en una sola sesión para cualquier empresa, lo que demuestra que el modelo de costos de la IA está siendo reescrito en tiempo real. La clave de DeepSeek radica en la optimización extrema del uso de memoria, el procesamiento en bloques en lugar de palabra por palabra, y la activación selectiva de parámetros del modelo según la tarea, reduciendo radicalmente la necesidad de hardware costoso.
Más allá del efecto en las finanzas, lo realmente transformador es que DeepSeek ha demostrado que la IA de alto nivel puede ser mucho más accesible. Si los costos de entrenamiento caen de esta manera y el valor de uso baja un 95%, significa que cualquier startup, institución académica o empresa emergente puede competir en el desarrollo de la IA, sin depender de la infraestructura de gigantes.
Esto representa una disrupción en donde la ventaja competitiva ya no estará en el acceso a grandes volúmenes de capital, sino en la capacidad de innovar con menos recursos. Para los emprendedores en IA, este es un punto de inflexión similar a la llegada del software open-source o cloud computing: una reducción de costos que democratiza el acceso y multiplica las oportunidades.
Sin embargo, esta revolución no está exenta de desafíos. En el encuentro anual en Davos el protagonismo de China y EE.UU era evidente, y ahora que DeepSeek empuja los límites de la eficiencia, su modelo sigue operando bajo las restricciones del gobierno chino, lo que plantea dudas sobre su neutralidad y transparencia. Además, está en espera la reacción de los gigantes tecnológicos y de los reguladores.
Lo que es seguro es que estamos entrando en una nueva fase de la Inteligencia Artificial. La barrera de entrada se redujo drásticamente y el juego ya no es sólo para los grandes. La pregunta no es si esta disrupción cambiará la industria, sino qué tan rápido lo hará.
Si DeepSeek es realmente el momento "Sputnik" de la IA, entonces la carrera ya comenzó. ¿Quién será el próximo en dar el gran salto? ¿Podría salir de Chile? Todo está por verse.