Es como si fuera enero 2024 otra vez. Comenzamos el año con el mercado atento a las cifras de inflación. La diferencia es que esta vez no está en juego el inicio del ciclo de bajas de tasas de interés, sino su continuidad o incluso el regreso de las alzas.
Tras meses de desaceleración, a partir de octubre pasado las tasas de inflación de EEUU, la Eurozona y varios países en Latinoamérica han registrado un repunte. Pero mientras la Fed ha vuelto de hacer la inflación una prioridad en su política monetaria, el BCE se muestra confiado de que logrará llevarla nuevamente al rango meta.
Las proyecciones de los analistas no apoyan el optimismo de Christine Lagarde. Por el contrario, el consenso del mercado apunta a que la tasa de inflación de diciembre, a publicarse el martes 7, muestre una variación de 2,4% a doce meses. Se trataría de la mayor variación anual desde julio pasado y la tercera alza consecutiva.
El escenario del BCE es más complicado que el de la Fed, debido a la recesión en Alemania, y el estancamiento de las economías de Francia e Italia, que esperan ansiosas un apoyo monetario.
Como si fuera poco, las alzas recientes en el precio del gas en Europa amenazan con mantener las presiones inflacionarias durante el invierno, o hasta que la UE reemplace el gas ruso que se envió hasta el 31 de diciembre a través de Ucrania, como parte de un acuerdo que ni Moscú ni Kiev están dispuestos a renovar.
Pero también en Latinoamérica los bancos centrales ven con preocupación el repunte inflacionario. En Chile, el último Informe de Política Monetaria anticipa que la inflación habría llegado a 4,8% en diciembre. La cifra se conocerá el miércoles 8, y no marcaría el peak, pues el Banco Central anticipa un nivel de 5% para la primera parte del año.
Un nivel que ya habría alcanzado en Brasil en diciembre. El reporte de inflación deese país llegará el viernes 10 y se espera ver una cuarta alza consecutiva del índice.
El emisor brasileño se vio obligado a revertir en septiembre su ciclo de bajas de tasas. Desde entonces, ha realizado alzas por 175 puntos base a 12,25%. Una reciente encuesta del emisor a actores del mercado local muestra que se espera una tasa de interés de 15% hacia la mitad del año. La apreciación del dólar, que acumuló un alza de 27% frente al real brasileño en 2024, ha agravado las presiones inflacionarias.
Atentos al dato de empleo
De ahí que, al igual que Wall Street, los bancos centrales también esperan ansiosos los anuncios que pueda realizar Donald Trump en su posesión del 20 de enero. Medidas que aumenten la presión alcista del dólar implicarán un escenario más complejo para los emisores.
Al mismo tiempo, tienen que seguir con atención los pasos de la Reserva Federal. En el mercado se da un 90% de probabilidad de que la Fed haga una pausa en sus bajas de tasas en su reunión del 29 de enero.
Se buscarán más pistas en las minutas de la última reunión, que se publicarán el miércoles 8, pero pondrán especial atención al informe mensual de empleo de diciembre, programado para el 10 de enero, el cual entregará más información sobre la fortaleza de la economía estadounidense. En noviembre, el crecimiento del empleo mostró un fuerte repunte, con la creación de 227.000 empleos no agrícolas, tras la desaceleración en contrataciones provocada por huracanes y huelgas.
Las proyecciones apuntan a una moderación en la creación de empleo en diciembre, con unas 150.000 contrataciones no agrícolas. Cifras mayores a las esperadas aumentarían las posibilidades de una pausa en el ciclo de la Fed, y de un alza de tasas en el corto plazo.
Temporada de resultados
Finalmente, junto con el reporte laboral de EEUU, Wall Street recibirá el viernes 10 los primeros resultados de empresas. Walgreens (jueves 9) y Delta Airlines (viernes 10) marcarán la partida de la temporada para las grandes empresas estadounidenses.
Según datos de London Stock Exchange Group, citados por Reuters, los inversionistas esperan un crecimiento del 10,33% en las utilidades por acción para las empresas del S&P 500 en 2025, lo que se compara con el 12,47% proyectado para 2024.
Hay quienes son más optimistas y creen que las empresas estadounidenses lograrán un crecimiento mayor de sus utilidades en 2025, beneficiadas por altos márgenes, el buen momento de la economía estadounidense, e incrementos de productividad generados por la inteligencia artificial.
Eso sí, hay un riesgo, un repunte inflacionario que obligue a la Fed a elevar las tasas más de lo esperado.