Los persistentes avances del cobre en Nueva York están trayendo de vuelta los altos precios de mediados del año pasado, en medio de las amenazas arancelarias desde la Casa Blanca y los consecuentes traslados de existencias de una bolsa mercantil a otra.
Los futuros del cobre cerraron la semana en alrededor de US$ 4,7 por libra en el mercado estadounidense Comex, habiendo tocado por un instante los US$ 4,89 en la madrugada del viernes. De esta forma, acumula un alza de 17% en lo que va de 2025.
Algo que ha llamado la atención es la creciente brecha de estas cotizaciones con las de la Bolsa de Metales de Londres (BML), actualmente en niveles de US$ 4,4 por libra. Lo mismo ocurrió en mayo de 2024, cuando sólo el cobre Comex superó los históricos US$ 5,1 por libra.
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Esta vez, los movimientos vienen en clave arancelaria, ya que siguen a la guerra comercial impulsada por el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
"El diferencial de precios entre Comex y la BML ha aumentado debido a una posible tarifa que el Gobierno norteamericano pueda aplicar a las importaciones de cobre", dijo a Señal DF el analista de estudios y políticas públicas de Cochilco, Francisco Donoso.
Javier Vergara, socio de Valtin Consulting, notó que la amenaza arancelaria en general está influyendo en los inventarios, tomando en cuenta que el cobre almacenado en la BML vio una séptima semana consecutiva de desabastecimiento.
“Si vemos lo que ha pasado en el cobre en Nueva York, está ocurriendo lo mismo que con el oro y la plata. Ha habido un traspaso de inventarios principalmente desde el mercado de Londres hacia el de Nueva York. Ese es el driver principal y se debe, en gran medida, al riesgo de que Trump imponga nuevas tarifas", explicó.
Situación de la oferta
También ha cambiado la forma en que los agentes miran el balance entre oferta y demanda. Cochilco proyecta un déficit de 118 mil toneladas de cobre para 2025, lo cual "no es significativo para el mercado, por lo que no se proyecta un riesgo de suministro como el generado en el primer semestre de 2024, y que provocó una fuerte alza en la cotización", sostuvo Donoso.
Pero aseguró que el consumo del mineral por energías limpias sigue vigente y no le resta atractivo, a pesar de un menor dinamismo de la demanda para vehículos eléctricos por el fin de los subsidios del Gobierno estadounidense.
"El déficit de oferta de cobre sigue vigente, aunque su magnitud es menor a la proyectada inicialmente en 2024. Varias razones explican esto, principalmente una mejor producción en ciertos países como Chile y Congo, y temor a una moderación de la demanda de China ya que la desaceleración en ciertos sectores como el inmobiliario, han enfriado la demanda", evaluó por su parte el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo.
¿La hora de China?
De acuerdo con el CEO de GEM Mining Consulting, Juan Ignacio Guzmán, la nueva escalada del cobre responde en buena medida a una perspectiva de mayor demanda de China, por la posibilidad de que el gigante asiático llegue a convertirse en "el gran ganador de esta guerra económica".
El ejecutivo destacó que China "tiene el músculo suficiente para compensar la caída del comercio con EEUU", y que “Trump eliminó de la mesa la tensión exclusiva entre China y EEUU", distinto a lo que ocurrió en su administración anterior.
Guajardo, por su parte, también reparó en que China podría beneficiarse parcialmente, en caso de que se produzca una redirección de flujos de comercio.
"Si las restricciones de EEUU encarecen el cobre y otros commodities para sus importadores, China podría acceder a volúmenes mayores a mejores precios. Por otro lado, ha invertido significativamente en aumentar su capacidad de refinación, lo que la posiciona como un actor clave para aprovechar cualquier oportunidad generada por la desorganización del mercado global", analizó.
Desde Cochilco, Donoso descartó que el gigante asiático pueda sacar provecho, toda vez que "estas disputas no son beneficiosas para el crecimiento económico mundial, al disminuir el comercio entre países".
Atención cortos
El rally de 2024 pasó a la historia como un fenómeno de carácter fuertemente especulativo y financiero, ya que se vio exacerbado por un "apretón de cortos" (short squeeze).
El término se refiere a una situación donde los cortos -vale decir, quienes a través de contratos a plazo están apostando a la caída del precio del activo- se encuentran con una escalada tan súbita que se ven forzados a cerrar sus posiciones, vendiéndolas a pérdida. El brote de nueva demanda en el mercado spot (al contado) para poder cerrar estos contratos exacerba aún más las alzas de precios.
Vergara observó que “si bien los volúmenes transados no están muy altos, hay un riesgo de que ocurra un squeeze debido a la escasez de inventarios, sobre todo en Londres. En ese caso, quienes tienen posiciones cortas se verían obligados a cerrarlas, ya que no habría inventarios suficientes para entregar. Esto podría generar un squeeze en cualquier momento, especialmente en fechas cercanas a los vencimientos de futuros".
“Yo no veo todavía en el mercado una ola especulativa. Sin embargo, si en las próximas semanas el alza del precio del cobre se acentúa y se materializa la posibilidad de que China se posicione estratégicamente en medio de esta guerra comercial, podría superar losUS$ 4,8 por libra. Estimo que, una vez superado ese nivel, comenzaría a existir una especulación financiera más relevante, lo que nos podría llevar nuevamente a un escenario de volatilidad significativa", anticipó Guzmán.