La tensión aumenta en Mar-a-Lago, donde el comando de Donald Trump trata de definir al candidato para el secretario del Tesoro. Es el nombramiento que tiene en vilo al mercado, pues determinaría qué tan radical será la política tarifaria de la administración del republicano.
Mientras espera la definición, el mercado tiene dificultades para encontrar una dirección clara. Hay sesiones mixtas en Asia y Europa, pero los futuros de Wall Street se alinean para una apertura al alza.
Otros factores que pesan sobre el ánimo de los inversionistas al inicio de la semana son el tono más restrictivo de la Fed y los resultados de NVIDIA.
La conferencia de Jerome Powell el jueves, advirtiendo que “no hay prisa” por recortar las tasas de interés, se interpretó como un giro en el sesgo del emisor estadounidense ante señales de un estancamiento en la baja de la inflación y expectativas de más presiones inflacionarias por las medida que se espera tome Trump desde el primer día. El recorte de 25 puntos base en la reunión del próximo mes es puesto en duda. El cambio de expectativas favorece al fortalecimiento del dólar y el avance de los rendimientos de los bonos del Tesoro.
El oro también se ve favorecido por las mayores expectativas inflacionarias. El metal sube 0,87% a US$ 2.592 por onza. Pero Goldman Sachs proyecta que el metal llegará a los US$ 3.000 hacia diciembre de 2025. Según los analistas de Goldman Sachs, la incertidumbre por la política arancelaria de Trump y una mayor demanda de parte de los bancos centrales impulsarán la demanda por el metal, haciéndolo uno de sus commodities favoritos para 2025.
NVIDIA será la protagonista de esta semana. La fabricante de semiconductores y procesadores de alta capacidad presentará sus resultados trimestrales el viernes. Analistas creen que la acción podría moverse entre 8% y 10%, según las cifras superen o no las expectativas. Se espera que la firma muestre un alza de 80% en sus ingresos respecto al mismo trimestre del año pasado.
La agenda geopolítica se muda de Lima a Río de Janeiro. La cumbre del G20 arranca hoy con la sombra de Trump pesando sobre la agenda. El presidente anfitrión, Luiz Inácio “Lula” da Silva, ha planteado la cumbre como una instancia para aprobar reformas y acuerdos para combatir la pobreza y modificar las instituciones de gobernanza internacional. Pero Financial Times reporta que Argentina y su presidente, Javier Milei, amenazaron con bloquear el comunicado conjunto por sus objeciones a temas como un impuesto global a los súper ricos y temas de igualdad de género.
Mientras “Lula” buscará hablar de la pobreza, los líderes mundiales tendrán en su agenda la guerra comercial con que amenaza Trump y cómo sortear las relaciones con China y EEUU. El presidente chino, Xi Jinping, se reunió ya con Biden en Perú y aprovechó la ocasión para recordar las “líneas rojas” que Trump no debería traspasar: evitar socavar el control del Partido Comunista en China, apoyar acciones para empujar a China a una democracia, limitar el crecimiento económico de China y apoyar la independencia de Taiwán.
La guerra en Ucrania es otro tema que pesa sobre la agenda del G20. Biden autorizó a Ucrania a usar misiles estadounidenses de largo alcance en territorio ruso, después de que Moscú lanzara 120 misiles hacia Ucrania durante el fin de semana. Trump ha prometido terminar con la guerra “en el día 1” de su mandato. Los aliados europeos de Ucrania están ansiosos a la espera del plan que propondrá el republicano.