En un mes, el proyecto que buscaba hacer cambios al sistema previsional logró pasar todas las vallas que le permitirán transformarse en la mayor reforma al pilar contributivo y a la industria de AFP desde la creación del sistema de pensiones en más de cuatro décadas.
Por 110 votos a favor, 38 en contra y ninguna abstención, la Sala de la Cámara de Diputados dio luz verde a la reforma de pensiones y la dejó ad portas de convertirse en ley. Esto, porque la iniciativa deberá ir al Tribunal Constitucional previo a su promulgación y publicación.
De hecho, durante la votación, algunos diputados presentaron reserva de constitucionalidad. Se espera que el paso por el TC quede resuelto en marzo.
En una jornada que se extendió por 10 horas, 130 intervenciones, dos suspensiones por falta de quórum y más de 50 votaciones separadas, la Cámara Baja despachó la iniciativa que logró destrabarse este mes luego de un acuerdo entre el Gobierno y Chile Vamos en el Senado, el que este miércoles fue ratificado por la Cámara.
“Se abrió la puerta que las AFP tuvieron trancada 40 años en este país, impidiendo los cambios”. Jeannette Jara, ministra del Trabajo y Previsión Social.
“Estoy seguro que este proyecto va a ser recordado como el momento en que nuestro sistema de pensiones empezó a cambiar”. Mario Marcel, ministro de Hacienda.
“La fuerza por ahora no nos permite avanzar más, pero es un hasta ahora”. Karol Cariola, diputada PC y presidenta de la Cámara Baja.
“Hacemos un llamado para que este sea el inicio de una buena y nueva política, donde vuelva la época de los consensos y el diálogo”. Ximena Ossandón, diputada y jefa de bancada de Renovación Nacional.
“Esta reforma va a matar a muchas pequeñas y medianas empresas”. Johannes Kaiser, diputado y candidato presidencial del Partido Nacional Libertario.
En la antesala de la votación, las casi ocho horas que duró la argumentación de los parlamentarios estuvieron marcadas por una serie de cruces entre los sectores que aprobaron la iniciativa y los que se declararon opositores, como el Partido Republicano, el Partido Social Cristiano y otros diputados que se descolgaron del consenso.
Los cuestionamientos a la negociación entre La Moneda y Chile Vamos; los lamentos del oficialismo por una reforma que no terminó por cumplir la ilusión del sector de terminar con las AFP; los beneficios en mejora de pensiones y una serie de críticas al proyecto, fueron los temas que más se repitieron.
El texto contempla un alza de la cotización con cargo al empleador del 7%, donde 6% va a capitalización individual: 4,5% directo a cuentas de cada trabajador y un 1,5% a un préstamo reembolsable con “rentabilidad protegida”, que será transitorio, heredable y estará registrado en las cartolas de los afiliados. En tanto, el restante se destinará a robustecer el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), agregándole la compensación a mujeres por mayor sobrevida.
Uno de los cambios más trascendentales a la industria es la licitación del 10% del stock de afiliados cada dos años, lo que bajará las comisiones. También, una mayor competencia, premios y castigos según rentabilidad y la entrada del IPS en el caso que un inversor quisiera subcontratar sus servicios de soporte.
Más de 800 días pasaron desde que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric ingresó al Congreso su proyecto de reforma. Sin embargo, ese texto sufrió una serie de modificaciones en el camino, pues la falta de viabilidad política exigía que si La Moneda optaba por no claudicar en la intención de sacar adelante su reforma, debía negociar con otros sectores políticos.
Y así fue. En diciembre de 2023 ingresó indicaciones en la antesala de la votación en la Cámara de Diputados y lo consiguió en enero del año pasado, asegurar su paso al Senado, aunque fueron rechazados artículos que formaban parte del corazón del proyecto, como el aumento del 6% de cotización adicional y su distribución.
Posteriormente, durante todo 2024 La Moneda acercó posiciones con los cinco senadores de la comisión de Trabajo, donde la oposición era mayoría. Y ese acuerdo llegó. Durante este mes, el Ejecutivo ingresó nuevas indicaciones, lo que permitió habilitar las votaciones en la Sala, aunque no exenta de complicaciones tanto en la derecha, como en la izquierda.
En el oficialismo, tener que renunciar a no poner fin a las AFP fue, sin duda, el mayor dolor. Sin embargo, ven la aprobación como un logro no solo para elevar pensiones, sino que también en la dirección de los cambios al sistema. “Se abrió la puerta que las AFP tuvieron trancadas 40 años en este país, impidiendo los cambios”, sentenció la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, tras la votación.
Y así quedó plasmado en la votación. “Sabemos que este acuerdo es imperfecto, que no es la reforma que soñábamos, pero es un paso cierto para avanzar y abrir camino a los cambios en materia de pensiones”, sostuvo la diputada del Frente Amplio, Emilia Schneider.
El diputado Héctor Ulloa (ind.- PPD) manifestó que al aprobar “hay un avance, tímido pero hay un avance al final (...) mas no vamos a dar por cerrado este debate”.
En tanto, desde el Partido Comunista, la presidenta de la Cámara, la diputada Karol Cariola, expresó que “la fuerza por ahora no nos permite avanzar más, pero es un hasta ahora” y aseguró que “hoy las AFP pierden poder, estamos dando un paso adelante para generar un sistema mixto de pensiones, para incorporar un rol activo del IPS”.
Con el fin de impulsar que el proyecto se despachara este miércoles y dado que había motivaciones por parte de algunos diputados del oficialismo por rechazar artículos que no gustaban como la reducción del encaje, el ministro de Hacienda, Mario Marcel, expresó que sabía que había muchos diputados que quisieran votar separadamente los temas de la industria. “Si esos son temas que no se aprueban en esta discusión quedan para una Comisión Mixta, podemos estar seguros que las presiones para desmantelar el mecanismo de licitaciones van a ser enormes”, les advirtió.
La derecha se dividió en dos de cara a la votación. Mientras diputados del Partido Republicano, el Social Cristiano y Nacional Libertario criticaron con fuerza la iniciativa, en Chile Vamos la mayoría de sus parlamentarios se cuadró.
De hecho, en las últimas horas, figuras clave de las directivas de RN, la UDI y Evópoli se desplegaron en el Congreso para amarrar votos a la reforma que sus senadores Rodrigo Galilea (RN), Juan Antonio Coloma (UDI) y Luciano Cruz Coke (Evópoli) consensuaron semanas anteriores.
Pese a los esfuerzos, se produjeron algunos descuelgues, los que ascendieron a unos 12.
Entre los opositores a la iniciativa, reiteraron que, a su juicio, la reforma incorpora reparto, cuestionaron el préstamo y lamentaron efectos en las PYME y el empleo.
Por su parte, el diputado y candidato presidencial del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, enfatizó que “esta reforma va a matar a muchas pequeñas y medianas empresas”.
En Chile Vamos, en tanto, había una convicción de que este era el momento para aprobar cambios en pensiones y que no hacer nada tendría efectos serios en materia social y fiscal.
“Hacemos un llamado para que este sea el inicio de una buena y nueva política, donde vuelva la época de los consensos y el diálogo, que tan bien le hizo a Chile en un período de la historia”, dijo la jefa de bancada de RN, Ximena Ossandón.
José Luis Daza califica de “descalabro” la iniciativa
El viceministro de Economía de Argentina, José Luis Daza, criticó la reforma de pensiones calificándola como un “descalabro” y acusando de centralizar el poder y vulnerar derechos de propiedad.
En su cuenta de la red social X (exTwitter), el economista chileno afirmó que la reforma previsional crea un “camello”, en referencia a una estructura mal diseñada, y argumentó que quienes la promueven no advierten sus consecuencias (figura que luego fue mencionada en la votación parlamentaria).
Asimismo, criticó duramente a los economistas locales: “Prácticamente todos los economistas chilenos que conozco no saben nada de métodos ni práctica financiera: Nada!”.