Este año se han anunciado cerca de 20 aperturas y varios aumentos de capital e, inevitablemente, surge la pregunta de si el mercado será capaz de absorber todas estas operaciones. Y, según nos dijeron en la plaza local, los inversionistas estarían con suficiente liquidez para participar en estos negocios.
Algo que quedó reflejado además en la venta del 40% de E-CL en enero y en el aumento de capital que concretó Banco de Chile la semana pasada. En ambos casos la demanda de los inversionistas superó ampliamente el monto ofrecido.
“Con la colocación del Banco de Chile, en donde de los US$ 180 millones que se colocaron hubo una demanda competitiva cercana a US$ 1.000 millones, quedó demostrado que el mercado puede absorber cualquier colocación”, dice el gerente de inversiones de Santander Asset Management, Francisco Guzmán.
Misma visión tiene el director de WAC Research, Manuel Bengolea, quien señala que aunque la cantidad de aperturas es grande “hay recursos”. Explica que “las empresas más emblemáticas que transan en bolsa están con niveles de caja históricos y las AFP también, ya que con el mayor empleo les entra más dinero. Y si las cosas se ven bien hacia adelante las personas se cambian a fondos más riesgosos, lo que les da más holgura para invertir en acciones”.
Al respecto el gerente de renta variable nacional de Penta, Ramón Lagos, afirma que los fondos de pensiones disponen hoy de al menos US$ 2.000 millones para comprar acciones y que los dividendos de las empresas IPSA que están recibiendo los accionistas en el período marzo a junio debiesen superar holgadamente los
US$ 3.000 mil millones. En muchos casos estos montos están disponibles para ser reasignados a nuevas alternativas de inversión o bien para participar de los aumentos de capital.
A esto Guzmán agrega que el mercado está dispuesto a participar de estas operaciones si el precio es atractivo y que lo mismo ocurre con el resto de las acciones. “Una vez que la bolsa corrigió comenzó a repuntar y marzo fue un buen mes”, concluye.