La renta variable asiática se dejó llevar por una
moderada corriente compradora, suficiente para alcanzar sus máximos en más de
un mes. La semana comenzó con avances generalizados en la región, del 1,18% en
su principal plaza, la de Tokio, gracias al impulso de las empresas ligadas a
las materias primas.
Los inversores de las bolsas asiáticas obviaron parte
de las incertidumbres que reflejó Wall Street al cierre del pasado viernes. La
revalorización del dólar frente a monedas locales como el yen ayudó a limitar
las incertidumbres derivadas del aumento del desempleo en Estados Unidos.
Junto al freno en la escalada del yen, las subidas
generalizadas entre las empresas ligadas a las materias primas se convirtieron
en otro de los factores decisivos a la hora de imponer los avances en la renta
variable de la región. Este tono alcista quedó patente con los repuntes próximos
al 1% en Hong Kong, por encima del 2,5% en Shanghai. y cercanos al 0,7% en Seúl
y Taiwan.
El índice regional MSCI Asia Pacific se apuntó avances
superiores al 0,5%, para alcanzar sus cotas más altas desde el pasado 29 de
febrero. En el Nikkei de Tokio, los avances se elevaron al 1,18%, hasta los
13.450 puntos.
Con los amagos de reacción en los precios del petróleo
y el oro, las empresas que más brillaron en la jornada inaugural de la semana
fueron las vinculadas a las materias primas, inmersas también en un nuevo
rebrote de especulaciones corporativas a escala global. En el Nikkei 225, la
mayor subida correspondió a la minera Nippon Mining, con un 8,89%. Tokai Carbon
y Sumitomo Metal Mining rozaron el 6% de ganancia, mientras que entre las
petroleras, Inpex superó el 3,5%, y Nippon Oil se apreció un 3%.
Las empresas financieras y exportadoras no
desentonaron, y las siderúrgicas se convirtieron en el principal obstáculo del
Nikkei, con descensos del 3,4% para Nippon Steel, y del 2% para JFE Holdings,
ante el temor a mayores costes en las materias primas.