Bienvenidos al mes más cruel para las acciones estadounidenses. El Índice S&P 500 inicia septiembre cojeando después de estancarse en medio de la intensificación de las tensiones en la península de Corea e históricas inundaciones en Texas.
Esto quebró un período de calma que será difícil reproducir en un mes cargado de acontecimientos de peso que podría definir el tono de los mercados financieros durante el resto del año, desde una decena de decisiones de los bancos centrales del G-20 a una fecha tope para la capacidad de Estados Unidos de pagar sus cuentas y elecciones en Europa y Oceanía. Esto es lo que vendrá:
1 Festival de los bancos centrales
El destino de los mercados cambiarios y de bonos dependerá de una serie de reuniones de política de los bancos centrales.
El euro es el que más probablemente reciba un empujón cuando el Banco Central Europeo decida el cronograma para poner fin a su relajación no convencional. El presidente Mario Draghi dijo que los funcionarios analizarán posibles ajustes en otoño y se negó a hacer comentarios cuando se le preguntó si eso incluía la reunión del jueves. Tendrán que vérselas con un euro que ahora está en el nivel más alto en más de dos años.
Los bonos del Tesoro estadounidense en tanto se han disparado, algo que tiene que empezar a preocupar a los funcionarios de la Reserva Federal que buscan iniciar el proceso de normalización del balance ya el 20 de septiembre. La medida ha sido abundantemente transmitida para evitar una repetición del "taper tantrum" (rabieta por la reducción paulatina de la liquidez) de 2013.
Hasta ahora, todo bien, ya que los rendimientos a diez años están cerca del nivel más bajo de 2017 y las acciones estadounidenses se sitúan en torno a máximos históricos. Pero no confíen demasiado en que esto durará, advierte el economista internacional jefe de Deutsche Bank Torsten Slok.
"Ahora que la relajación cuantitativa está a punto de ser revertida, no veo ningún trabajo o discurso que hable del gran efecto negativo que eso tendrá en las acciones, ampliando los diferenciales de los créditos e impulsando los rendimientos", escribió sobre los funcionarios monetarios que elogiaron los
beneficios de los programas de compra de activos. "Las cosas no pueden ser asimétricas de modo que la relajación cuantitativa sólo tenga efectos positivos y revertirla no tenga ningún efecto negativo".
2 Batallas en Washington
Septiembre ha sido duro con los inversionistas en acciones, al registrar una baja promedio de 0,7% y caer el 60% de las veces desde la II Guerra Mundial, según S&P Global. Este año, el mes contendrá un momento decisivo cuando que se definirá si EEUU pagará sus cuentas.
El secretario del Tesoro Steven Mnuchin declaró que el 29 de septiembre es la fecha "crucial" para la cual el Congreso debería elevar el techo de la deuda. "Prepárense para un septiembre accidentado, ya que la política del riesgo calculado será la fuerza que impulsará las negociaciones sobre el límite de deuda", dijo Ward McCarthy, economista estadounidense de Jefferies.
3 Elecciones y más elecciones
La vigilancia constante de los observadores del mercado está justificada porque un puñado de países se encamina a elecciones durante septiembre.
En general se prevé que el partido de la canciller Angela Merkel ganará la elección alemana del 24 de septiembre pero necesitará formar una coalición de gobierno... ¿con quién?
Las elecciones en Noruega y Nueva Zelanda del 11 y el 23 de septiembre respectivamente podrían llevar a que partidos actualmente opositores formen gobiernos de coalición. Cualquier efecto que surja de estos comicios probablemente se limite a los activos financieros locales.