Poco a poco el petróleo recupera el nivel que ostentaba hace un par de años, en medio de un ambiente de optimismo entre los inversionistas, que prevén que los países productores prorrogarán las restricciones a sus cuotas de producción.
Junto con la caída del suministro al mercado, se anticipa un aumento de la demanda, lo que ha llevado a los fondos de capital riesgo a apostar por que el precio del petróleo seguirá subiendo.
En este contexto, el petróleo Brent anotó un alza de 3,08% para cotizarse en US$ 59,02 el barril, su nivel más alto desde julio de 2015, cuando estaba en US$ 60 el barril.
Por su parte, el alza del crudo de referencia en Europa coincidió con el avance del petróleo intermedio de Texas (WTI) en EEUU, que se revalorizó un 3,07% y cerró en US$ 52,22 el barril, su nivel más alto en cinco meses.
Por otra parte, el precio del barril de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerró la semana pasada al alza, al llegar el viernes a US$ 54,84, lo que supuso su novena apreciación consecutiva y su nivel más alto desde mediados de 2015.
El comité de vigilancia del recorte de la oferta petrolera de la OPEP y otros productores, como Rusia, vigente desde principios de año, declaró ese mismo día que la medida ha funcionado, en el sentido de que el mercado se está equilibrando.
"El mercado está moviéndose hacia un mayor equilibrio", afirmó el ministro ruso de Energía, Alexandr Nóvak, en una rueda de prensa.
El 13 de septiembre, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) predijo un incremento de la demanda mundial de crudo tanto para este año como para el próximo y destacó las expectativas de los operadores de un incremento del precio del barril.
En su informe mensual sobre el mercado petrolífero, la AIE indicó que calcula que el consumo aumentará en 1,6 millones de barriles diarios en 2017, hasta 97,7 millones, y en 1,4 millones en 2018, hasta 99,1 millones, lo que significa en ambos casos 100.000 barriles más de lo que había anticipado en agosto.