Los directores ejecutivos de Wall Street intentan idear un nuevo plan para evitar el colapso de First Republic
Las acciones del banco, que han caído casi 90% en marzo, cerraron con una baja de 47% este lunes a pesar de un intento de 11 bancos por estabilizar al prestamista depositando US$ 30 mil millones la semana pasada.
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Los directores ejecutivos de los bancos de Wall Street están tratando de idear un nuevo plan para el atribulado First Republic después de que un salvavidas de US$ 30 mil millones no lograra detener una fuerte venta masiva de acciones de la entidad financiera.
Los ejecutivos discutirán si se puede hacer algo más por la firma con sede en California al margen de una reunión planificada previamente en Washington para este martes, que está siendo organizada por el Foro de Servicios Financieros (FSF), uno de los principales grupos de presión de la industria, según personas familiarizadas con el asunto.
Las acciones de First Republic, que han caído casi 90% este mes, cerraron con una baja de 47% este lunes a pesar de un intento de 11 bancos por estabilizar al prestamista depositando US$ 30 mil millones la semana pasada.
Eso ha llevado a Jamie Dimon, el director ejecutivo de JPMorgan que encabezó el plan de depósito, a explorar otras opciones para apoyar a First Republic, dijo una de las personas. Una de las posibilidades bajo consideración es convertir todos o una parte de sus depósitos en una inyección de capital, dijo otra persona.
El FSF consta de ocho bancos, todos los cuales contribuyeron al salvavidas de la semana pasada. “La reunión de esta semana se programó hace un año y brindará a los miembros la oportunidad de discutir la importancia de nuestro sector bancario estadounidense fuerte y diverso, el estado de la economía y otros temas de política importantes”, dijo el FSF en un comunicado.
Se espera que Jane Fraser, directora ejecutiva de Citigroup, asista a la reunión en persona, al igual que su homólogo de Goldman Sachs, David Solomon. La agenda de las reuniones organizadas por el FSF normalmente se limita a cuestiones de política, pero se espera que los directores ejecutivos discutan las opciones para First Republic al margen de la reunión.
JPMorgan se negó a comentar.
El desplome de First Republic
La continua caída en el precio de las acciones del banco el lunes se produjo después de que su calificación crediticia se rebajar por segunda vez en el espacio de una semana, luego de una fuga de depositantes que sacaron decenas de miles de millones de dólares de sus cuentas.
Los bonos de First Republic que vencen en 2046 bajaron 11% este lunes, cotizando a alrededor de 55 centavos por dólar. Recién a principios de marzo se negociaban por encima de 75 centavos.
S&P Global rebajó el domingo la calificación crediticia del banco a B plus desde BB plus, su segundo recorte en una semana, diciendo que la línea de vida de US$ 30 mil millones de los grandes bancos de Estados Unidos “debería aliviar las presiones de liquidez a corto plazo, pero es posible que no resuelva desafíos de negocio, liquidez, financiamiento y rentabilidad que creemos que el banco probablemente enfrenta ahora”.
Los inversores se han preocupado por la salud de los bancos regionales tras la quiebra de dos bancos, Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank, en otras tantas semanas.
Esos dos bancos, así como otros regionales, han sufrido una avalancha de retiros de depósitos en busca de seguridad, acelerados en una era de banca digital. Muchos de esos depósitos se dirigieron a los bancos más grandes de Estados Unidos, como JPMorgan Chase, Bank of America y Citigroup.
First Republic, que está luchando por restaurar la confianza de los inversores, ha perdido unos US$ 70 mil millones en depósitos desde principios de año, cuando totalizaban US$ 176.400 millones, dijo una persona informada sobre el asunto. Las cifras de retiros fueron reportadas anteriormente por The Wall Street Journal.
Sin embargo, las salidas se han ralentizado desde que First Republic anunció US$ 30 mil millones en ayuda financiera de 11 de los mayores bancos de Estados Unidos, informó el viernes Financial Times.
First Republic, con sede en California, dijo el domingo que el banco está "bien posicionado" para cubrir cualquier actividad de depósito a corto plazo.
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Caso a caso
Signature había perdido US$ 50 mil millones en depósitos, o casi 60% del dinero en las cuentas del banco, desde principios de año, según cifras reveladas el lunes por New York Community Bank (NYCB), que está adquiriendo casi todas las operaciones del quebrado banco. Los depósitos de Signature totalizaban US$ 88 mil millones a fines de diciembre.
NYCB dijo que la salida de depósitos de Signature había sido significativa, pero se había "estabilizado" la semana pasada. Los reguladores estadounidenses garantizaron los depósitos de Signature después de que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos los incautara. Las acciones de NYCB cotizaban al alza más de 30% tras el anuncio del acuerdo.
En SVB, los clientes retiraron US$ 42 mil millones, una cuarta parte de sus depósitos totales, en el último día de operaciones del banco, lo que subraya la naturaleza más rápida de una corrida bancaria cuando los clientes pueden retirar dinero electrónicamente.
Aún así, los índices más amplios del mercado estadounidense subieron ligeramente el lunes después de que la adquisición forzosa de Credit Suisse por parte de su rival local UBS mostró que las autoridades europeas estaban actuando con decisión para evitar el contagio global.
Las autoridades estadounidenses durante el fin de semana también intentaron calmar los temores sobre la salud de los bancos regionales, diciendo que las salidas de depósitos se habían desacelerado.
Los precios de las acciones de la mayoría de los bancos regionales que estuvieron bajo presión la semana pasada se mantuvieron estables o subieron, aunque siguen estando muy por debajo de los niveles previos a las recientes turbulencias bancarias.
Camden Fine, consultor de la industria bancaria y exjefe de Independent Community Bankers of America, dijo que a pesar de las salidas en los bancos regionales más grandes, las condiciones en los bancos más pequeños parecen estar estabilizándose.
“He hablado con docenas de directores ejecutivos de bancos comunitarios y, créalo o no, en todos los casos han visto una entrada de depósitos la semana pasada”, dijo Fine, que tiende a trabajar con bancos con menos de US$ 10 mil millones en activos.