Fitch califica como positivo el requerimiento de mayor capital a bancos y apunta a que sus niveles son “relativamente delgados”
La agencia consideró que los ratios de capital del sistema chileno “son ajustados” y que las entidades “tienen suficiente margen de maniobra para cumplir con el nuevo requisito”.
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Los agentes del mercado continúan reaccionando a la activación de los requerimientos de capital contracíclico que puso en marcha el Banco Central esta semana. Ahora la medida fue evaluada por la clasificadora de riesgo Fitch Ratings, que calificó la medida como “positiva”.
La agencia dijo que “pone de relieve los colchones de capital relativamente delgados del sistema bancario en comparación con las referencias de calificación, mientras que está en proceso de convergencia hacia las ratios de capital de Basilea III”.
Profundizaron que los ratios de capital de los bancos chilenos “son ajustados” en relación con sus pares internacionales e incluso regionales que están ubicados en jurisdicciones que ya siguen las directrices de Basilea III.
Fitch recordó que la banca chilena está avanzando de manera progresiva a los cargos de capital de Basilea III. Muestra de ello, es que en el ejercicio de 2022, sólo se aplica el 15% de estas deducciones, mientras que para 2023 se aplicará el 100%.
La entidad indicó que los bancos que se encuentran bajo su análisis tienen ratios de capital “suficientemente por encima del mínimo reglamentario para cumplir con la nueva carga macroprudencial”. E incluso observó que “los bancos tienen suficiente margen de maniobra para cumplir con el nuevo requisito”.
Destacó que la banca cuenta con amplios espacios de liquidez y que este estado se mantendrá en el corto plazo ya que las facilidades del Banco Central que proporcionó en 2020 vence en 2024 y representaban alrededor del 9% de la financiación de todo el sistema a marzo de 2023.
Los efectos en el negocio
De acuerdo a las estimaciones hechas por Fitch Ratings, bajo los actuales niveles de capital y las perspectivas de crecimiento, consideró que “el sistema podría cumplir razonablemente con los requisitos sin interrumpir el crecimiento del crédito”.
De hecho, hicieron ver que los ingresos de la banca chilena “seguirán viéndose respaldados por unos márgenes netos de intereses relativamente más elevados, ya que la inflación y las tasas de interés seguirán siendo altos en relación con la última década”.
Fitch consideró que el actual ciclo crediticio “es acorde con la desaceleración económica y la recesión, y está en consonancia con la elasticidad del crecimiento de los préstamos del sistema bancario con respecto al crecimiento económico de aproximadamente 2 veces el PIB, antes de la pandemia”.
Manifestaron que el crecimiento reciente de los créditos “ha sido modesto y negativo en términos reales (ajustado por la inflación), una tendencia que continuará en 2023 debido a la menor propensión al riesgo de los bancos y a unas normas de suscripción más estrictas”.