El llamado del Central: “Es crucial evitar medidas que afecten el normal funcionamiento del sistema financiero"
El ente rector enfatizó que “es particularmente relevante que en esta coyuntura más desafiante se prioricen medidas y políticas orientadas hacia favorecer un ahorro estable de largo plazo”.
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El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, correspondiente al segundo semestre, indicó que Chile no ha estado inmune al deterioro del escenario externo en términos financieros y de los riesgos que esto conlleva.
Añadió que “han aumentado los riesgos de que se produzcan episodios de corrección abrupta de precios de activos y salidas de capitales, especialmente desde economías emergentes”.
El IEF señaló que el mercado financiero chileno “se ha visto afectado por las tendencias globales, donde resalta la mayor volatilidad del peso y las tasas de interés de largo plazo respecto de su comportamiento histórico”.
Ejemplificaron que desde el cierre del IEF anterior -a inicios de mayo- los premios por riesgo medidos por los CDS han subido transversalmente, en torno a 50 puntos base tanto para América Latina como Chile.
Asimismo, detallaron que desde comienzos de año, el peso se depreció 15%, la bolsa local aumentó 20% y la tasa de interés de largo plazo (BCU-10) se incrementó en 26 puntos base. Adicionalmente, recordaron que durante la primera quincena de julio “la depreciación del peso se dio con una intensidad y volatilidad inusualmente altas, lo que tensionó la formación de precios del mercado cambiario, aumentando el riesgo de distorsiones en otros mercados”.
“Esto es reflejo de un mercado de capitales menos profundo, lo que reduce la capacidad de la economía para acomodar presiones financieras externas”, sostuvo el IEF.
Así, el Central remarcó que se “destaca la mayor volatilidad que han mostrado el peso y las tasas de largo plazo ante las tensiones financieras internacionales, la que se ubica por sobre el promedio de economías comparables”.
Manifestaron que esta situación se “contrasta con lo que ocurría previo al 2019, cuando en general, Chile se ubicaba en la parte baja de la distribución de volatilidad de las tasas largas”.
El instituto emisor recalcó que “la mayor volatilidad del tipo de cambio y de las tasas de interés locales se da en un contexto de un mercado de capitales menos profundo, lo que reduce su capacidad de estabilización de presiones externas, y donde se mantienen niveles de incertidumbre mayores a los niveles históricos”.
Sostuvieron que “si bien el mercado de capitales no ha seguido deteriorándose, la liquidación de ahorros de largo plazo ya realizada, el debilitamiento del entorno macroeconómico y la mayor incertidumbre, han incidido en el perfil de inversión de diversos agentes y en el dinamismo del mercado financiero”.
Aseguraron que ello se ha reflejado en una reducción de las emisiones de instrumentos, de los montos transados, de la duración y liquidez de los portafolios de inversionistas institucionales y de su participación en el mercado de derivados cambiarios.
Otro aspecto abordado es la moderación de las salidas de capitales de residentes, pasando de flujos acumulados anuales de más de US$ 15 mil millones en septiembre de 2021, a alrededor de US$ 5 mil millones en el mismo mes de este año.
El llamado
El Banco Central enfatizó que “es particularmente relevante que en esta coyuntura más desafiante se prioricen medidas y políticas orientadas hacia favorecer un ahorro estable de largo plazo”.
Explicó que este tipo de iniciativas “contribuirá a recuperar la profundidad del sistema financiero y su capacidad para amortiguar turbulencias externas”.
A su vez, mencionó que “es crucial evitar medidas que afecten el normal funcionamiento del sistema financiero o pongan en riesgo su capacidad de contribuir al financiamiento de proyectos de largo plazo”.
Planteó que la coyuntura actual “resalta la importancia de incorporar consideraciones sobre los efectos en el mercado de capitales de las iniciativas en curso. Es necesario que ellas se desarrollen e implementen con la debida gradualidad, considerando los efectos en cambios de decisiones de inversión de los agentes”.
Recordó que en el ámbito interno, la principal vulnerabilidad “proviene de un mercado de capitales que no ha logrado recuperar su profundidad y rol estabilizador frente a shocks financieros externos”.