Credit Suisse vio una fuga de activos por US$ 69 mil millones antes de ser adquirido por UBS
Las cifras ofrecen una imagen más completa del drama que puso fin a los 167 años de Credit Suisse como uno de los bancos europeos con más historia, y da una idea del trabajo que le espera a UBS.
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Credit Suisse Group reportó salidas de flujos por 61.200 millones de francos (equivalente a US$ 69 mil millones) y vio fuertes pérdidas en su unidad de gestión patrimonial a lo largo del trimestre, lo que pone de relieve el desafío que enfrenta UBS en la retención de clientes y activos clave tras la adquisición de emergencia de su mayor rival.
Credit Suisse perdió más de US$ 220 mil millones en depósitos de clientes durante los seis meses que culminaron en los días frenéticos de marzo, antes de ocurriera la venta orquestada por el gobierno suizo. Los resultados mostraron que sus principales unidades siguieron perdiendo dinero y clientes, y que la empresa pidió prestado al banco central helvético un respaldo de liquidez mucho mayor a lo que se sabía.
Las cifras ofrecen una imagen más completa del drama que puso fin a los 167 años de Credit Suisse como uno de los bancos europeos con más historia, y da una idea del trabajo que le espera a UBS.
Irónicamente, en el que podría ser su último trimestre como empresa independiente, Credit Suisse obtuvo una ganancia récord de US$ 13.900 millones, pero sólo gracias a una ganancia vinculada a la controvertida decisión regulatoria de eliminar a muchos de sus tenedores de bonos en la operación. Sin ello, habría vuelto a registrar pérdidas.
El mes pasado, clientes acaudalados y depositantes minoristas retiraron miles de millones del banco después de que su principal accionista saudí dijera que no invertiría más en la empresa. Ello desencadenó la segunda crisis de confianza en cuestión de meses y, en última instancia, llevó al gobierno suizo a mediar en el rescate ante el temor de que se dirigiera hacia la quiebra.
"La magnitud de las pérdidas y las salidas es alarmante", escribieron analistas de Keefe, Bruyette & Woods en una nota a los inversionistas. "La trayectoria de los ingresos está tan dañada que el acuerdo bien podría seguir siendo un lastre para los resultados operativos de UBS, a menos de que se anuncie un plan de reestructuración más profundo".
Los flujos de salida y las pérdidas previstas para este año en negocios clave como la banca patrimonial y de inversión son algunos de los indicios más claros de los riesgos que corre UBS en una integración que, según el banco, puede durar hasta cuatro años. Su presidente, Colm Kelleher, ya ha advertido de que la adquisición es más difícil que muchos de los rescates bancarios que se llevaron a cabo durante la crisis financiera de 2008.