Bci responde cómo enfrenta las tensiones bancarias en EEUU: “No somos SVB”
Durante el primer trimestre activaron una serie de medidas que llevaron a un aumento de la solidez y liquidez del banco.
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Los embates de la crisis de los bancos regionales en Estados Unidos fue uno de los temas abordados en la presentación de resultados corporativos que hizo Bci este jueves con los analistas del mercado.
El banco ligado a la familia Yarur está presente en el mercado norteamericano a través del City National Bank (CNB) que tiene presencia en varias localidades del estado de Florida.
“En los días inmediatamente posteriores al cierre de SVB, nos pusimos en contacto con todas las entidades depositarias de más de US$ 1 millón para tranquilizar a los clientes y ofrecerles nuestros servicios”, dijo Marina.
El peso de CNB en los números de Bci es importante: el 27% de los activos totales proviene de la firma asentada en Florida y el 32% de las ganancias son originadas desde el CNB.
El chief financial officer de CNB, José Marina, explicó a los analistas cómo el banco enfrentó la crisis de la banca regional y resaltó que “fortalecimos nuestra posición de liquidez en el primer trimestre y mantuvimos unos sólidos ratios de capital”.
El ejecutivo indicó que durante el período de mayor tensión tuvieron un importante crecimiento de los depósitos de sus clientes, experimentando un alza de US$ 862 millones, aumentando un 20% interanual. Esto, en momentos en que la industria bancaria estadounidense experimentó en su conjunto una reducción de 14% de los depósitos.
Otra de las medidas que destacaron fue la mantención de US$ 12 mil millones de liquidez disponible y comprometida, lo que representa el 43% de los activos totales del banco.
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Control de daños
La caída de Silicon Valley Bank (SVB) produjo resquemores entre los inversionistas sobre la liquidez y solvencia de las entidades financieras estadounidenses de menor tamaño.
Marina aseguró que “hemos actuado con rapidez ante la dinámica actual del sector” y especificó que se activó un plan denominado “Liquidity Contingency Task Force” para supervisar de cerca la posición de los depósitos y liquidez, y para definir las acciones necesarias dada la situación de SVB.
“En los días inmediatamente posteriores al cierre del SVB, nos pusimos en contacto con todas las entidades depositarias de más de US$ 1 millón para tranquilizar a los clientes y ofrecerles nuestros servicios”, relató.
Entre los servicios que CNB ofreció a sus clientes estuvieron los insured cash sweep (ICS), un tipo de instrumento que se encuentra garantizado por las autoridades regulatorias de EEUU y que además genera intereses.
CNB también creó un grupo de trabajo para los clientes que mostraron interés. En este proceso, se transfirieron US$ 1.700 millones de fondos a ICS en cuestión de semanas, con lo que se redujo el nivel de depósitos no asegurados.
Como medida preventiva, se inició un proceso temporal para supervisar todas las transferencias salientes superiores a US$ 1 millón y se mantuvo un estrecho contacto con los usuarios.
Uno de los mensajes que el ejecutivo más reiteró a los analistas fue que “no somos SVB”. Y advirtió que “las dificultades normativas derivadas de la quiebra de SVB podrían traducirse en mayores requisitos de capital”.
En todo caso, aseguró que “estamos bien posicionados para afrontar los retos del sector y nos encontramos en el mercado adecuado”.
CNB logró ganancias trimestrales de US$ 58,7 millones, un 8% menos que en 2022. A pesar de ello, Marina manifestó que existen oportunidades de negocios: “Trabajamos para aumentar nuestra cuota de mercado en Miami-Dade y las oportunidades de banca privada y de gestión de activos siguen siendo atractivas”, manifestó.