Actividad crediticia de las MiPYME no levanta cabeza y enciende preocupación en la banca

Desde el gremio explicaron en un reporte que estos bajos niveles de actividad crediticia, tal como se ha señalado en informes previos, están directamente vinculados a condiciones de demanda, en especial, una caída en el financiamiento para inversión en activos fijos.

El flujo de créditos a las micro, pequeña y mediana empresas (MiPYME) continúa “teniendo un desempeño particularmente débil, ubicándose aproximadamente un 50% por debajo del promedio prepandemia, según cifras disponibles a diciembre de 2023, sin observarse un repunte”, dijo la ABIF.

Lo anterior, a pesar que las tasas han disminuido en los últimos meses, en línea con el recorte de 400 puntos base (pb) a la Tasa de Política Monetaria (TPM) desde julio del año pasado. En febrero la tasa de interés de nuevos créditos comerciales en cuotas registró un promedio de 9%, completando una caída interanual de 380 pb.

Por su parte, el crédito a grandes empresas se encuentra en torno a su nivel prepandemia.

Estos números estuvieron en línea con el bajo dinamismo que tuvieron las colocaciones de la banca durante el segundo mes del año. “El saldo de colocaciones totales tuvo una variación real nula en 12 meses a febrero, al tiempo que el Imacec acumulado de 12 meses móviles registró un aumento acotado de 0,3% a enero”.

Como porcentaje del PIB, las colocaciones totales llegaron a equivaler el 81,4% el año 2023, observándose una disminución de 10,3 puntos porcentuales durante los últimos cuatro años, de los cuales ocho puntos corresponden a la cartera comercial

Morosidad

En tanto, la morosidad comercial subió cinco puntos base en febrero hasta 2,30%. Esta cifra es la más alta de los últimos 10 años.