La consola es ya parte
esencial de la cultura y el ocio de los más jóvenes en Estados Unidos, según
una encuesta publicada hoy que muestra que un 97% de los
adolescentes dedican a los videojuegos parte de su tiempo libre.
El estudio, realizado por el instituto Pew Internet & American
Life Project entre noviembre de 2007 y febrero de 2008, concluye que
un 99% de los chicos de entre 12 y 17 años y un 94% de las chicas son aficionados a los videojuegos.
Los responsables de la encuesta no han encontrado diferencias
destacables entre grupos étnicos o clases sociales y concluyen que
todos parecen disfrutar de los videojuegos por igual.
En un 7% de los casos, los encuestados reconocieron no tener
ordenador personal en casa, pero sí poseer una consola como la
PlayStation de Sony, Xbox de Microsoft o Wii de Nintendo.
La mayoría juega a menudo -la mitad de los participantes dijo
haber jugado el día anterior- y entre los tipos de videojuegos más
populares hay opciones para todos los gustos.
Un 80% de los encuestados afirmó jugar a cinco o más
géneros diferentes de videojuegos, entre ellos títulos deportivos,
de acción o carreras.
Entre los favoritos están algunos éxitos de ventas como "Guitar
Hero", "Halo 3" o "Madden NFL".
El estudio de Pew Internet hace especial hincapié en la
interacción con los demás y el compromiso cívico de los jóvenes
jugadores, al concluir que los videojuegos no fomentan
necesariamente el aislamiento social.
Dos terceras partes de los encuestados dijeron que los
videojuegos son para ellos una forma de socializar cara a cara con
amigos o familiares, mientras que poco más del 25% indicó
que juega con amigos a través de Internet.
"Los videojuegos son sociales -la mayoría de los adolescentes
juegan con otros al menos parte del tiempo- y pueden incorporar
muchos aspectos de la vida cívica y política", sostuvieron los
responsables del estudio en la web de Pew Internet.
Así, los encuestadores descubrieron que la mayor parte de
aquellos que suelen divertirse con los videojuegos en compañía de
amigos son más proclives a comprometerse en acciones cívicas, por
ejemplo.