El banco suizo UBS completó la venta a la firma de capital riesgo
estadounidense Blackrock de un paquete de activos inmobiliarios de EEUU
valorados en US$ 15.000 millones. La mayor parte de la deuda son activos
'subprime' y valores respaldados por hipotecas residenciales.
En total, el valor real de la deuda asciende a US$ 22.000
millones y fue adquirida por un precio agregado de venta de US$ 15.000
millones. Blackrock hará frente al pago de la operación mediante un préstamo
concedido por el propio UBS. Los 3.750 millones restantes los pagará el grupo
de capital riesgo estadounidense para que la entidad suiza pueda compre los
activos.
Según ha explicado Marcel Rohner, consejero delegado de UBS,
"la reducción de riesgos sigue siendo una parte crítica de nuestra
reestructuración financiera y la venta constituye un gran paso hacia la
reducción de nuestras posiciones en este tipo de activos". Según la nota
que ha enviado UBS, Blackrock recaudó esta cifra mediante de una emisión de
acciones entre inversores para cancelar el resto del paquete.
En un principio los inversores recibieron con entusiasmo la
reestructuración de los riesgos de la entidad suiza, ya que esta medida
permitirá a UBS de su balance los activos que le han dejado como el banco
europeo más castigado a causa de la crisis hipotecaria importada desde EEUU.
No obstante, al ser el propio UBS quien le preste el dinero
a Blackrock para que compre sus activos, la firma suiza ha quedado comprometida
en una especie de arbitraje regulatorio -ya que cambia su exposición a activos
hipotecarios de alto riesgo por la deuda de Blackrock- y permanece expuesto a
parte del riesgo por los activos vendidos.
UBS, que no es accionista del fondo Blackrock, compartirá
las comisiones por desempeño con la estadounidense si el fondo rinde a un
cierto nivel. "Existe un retorno base para los accionistas y, una vez que
es alcanzado, entonces compartimos las comisiones," ha asegurado una
portavoz de UBS.