Los ministros de Interior de la Unión Europea adoptaron ayer formalmente su decisión de julio pasado de reubicar en dos años a 40.000 refugiados llegados a Grecia e Italia.
Este acuerdo se ha alcanzado pese a que los compromisos ofrecidos hasta ahora por los países sólo alcanzan a 32.256 personas y tendrán que ser revisados en diciembre.
"Estoy encantado de que el Consejo haya sido capaz de adoptar esta decisión. Es un importante mensaje político", aseguró el titular de Inmigración de Luxemburgo, Jean Asselborn, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la UE este semestre. El ministro luxemburgués destacó que "es un importante mensaje político. De hecho, las primeras reubicaciones de personas que necesitan protección internacional pueden comenzar rápidamente". Al tiempo, los centros de registro y toma de huellas en Italia y Grecia tienen ahora la "necesaria base legal para comenzar a trabajar", señaló Asselborn.
"Ahora que el Consejo está debatiendo una propuesta de reubicación adicional, es muy importante ver que ese primer mecanismo esté establecido y comience a producir efectos", recalcó.
La decisión de ayer beneficiará a las personas que hayan llegado o lleguen a Grecia e Italia entre el 15 de agosto de 2015 y el 16 de septiembre de 2017. Los países que participen en el mecanismo recibirán alrededor de 6.000 euros por cada persona reubicada.
Alemania eleva estimación de llegada de refugiados a 1 millón
El gobierno alemán anunció ayer que espera recibir este año alrededor de un millón de refugiados, 200 mil personas más que en la estimación previa. El país justificó así el restablecimiento de los controles fronterizos dentro del espacio Schengen, acuerdo adoptado por los países de la UE en 1995 para suprimir las fronteras comunes entre los países miembro.
La decisión contó con el apoyo de Austria y Eslovaquia, que anunciaron el envío de las Fuerzas Armadas para ayudar en los controles fronterizos con Hungría. Con alrededor de 500 mil refugiados hasta el momento, las autoridades europeas están desbordadas y Alemania alertó que el flujo de llegadas podría aumentar. El vice canciller alemán Sigmar Gabriel afirmó en una carta a su partido que "todo apunta a que no tendremos 800 mil inmigrantes este año como estaba previsto, sino un millón" sólo en Alemania. El gobierno alemán subrayó que el restablecimiento de los controles no implica que la frontera esté cerrada, sino que el proceso de llegada sea más ordenado.