Quito, Lima y Santiago son las ciudades con economías más vulnerables a una catástrofe
La caída del mercado bursátil y un terremoto son los mayores riesgos entre los países de Latinoamérica en la próxima década.
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Una investigación realizada por el Centro de Estudios del Riesgo del Judge Business School de la Universidad de Cambridge y el banco Lloyd's, demostró que Quito, Lima, Santiago y Bogotá son las ciudades latinoamericanas más propensas a perder un gran porcentaje de su Producto Interno Bruto al ser expuestas a una crisis catastrófica.
Según el Índice de Riesgo (Lloyd's City Risk Index), la caída del mercado y un terremoto son los riesgos más inminentes entre los países del cono sur, para la próxima década.
Carlos Fernando Martínez, docente de economía de la Universidad Politécnico Grancolombiano, explicó que buena parte del riesgo que se anota para estos países se debe a que "la mayor parte de la producción económica nacional está localizada en estas capitales, lo que significa que cualquier riesgo que las afecte, tendrá una repercusión directamente en el porcentaje de su PIB".
Este estudio pone en perspectiva el impacto potencial de 18 amenazas hechas por el hombre y/o la naturaleza (ciberataques, terremotos, pandemias, caídas del mercado bursátil, accidentes nucleares, crisis del precio del petróleo, impago de la deuda soberana, etc.), en la producción económica de 301 ciudades alrededor del mundo.
Para Bogotá y Medellín, incluidas en el análisis, se estimó que el PIB anual conjunto de ambas ciudades ascendería a US$ 255.340 millones, no obstante, el 16,88% de este crecimiento económico quedaría en riesgo al enfrentarse a cualquiera de las 18 amenazas.
Lloyd's confirma que la mayor exposición económica, tanto para Medellín como para Bogotá, procede del riesgo de un terremoto, que sería capaz de poner en peligro un monto de US$ 15.030 millones del PIB; seguido de un desplome de los mercados, que afectaría otros US$ 14.500 millones.
Existen además otros riesgos menores pero con un potencial igualmente significativo, como es el caso de los US$ 3.790 millones que quedarían expuestos por una de epidemia; US$ 2.660 millones de hipotéticos ataques terroristas o los US$ 2.580 millones que podrían perderse por la acción de los volcanes.
Más allá de las consecuencias y pérdidas, este análisis también contempla la rapidez con la que una ciudad se recupera tras una catástrofe de este tipo. Según Lloyds "un componente fundamental de la probabilidad total del riesgo tiene que ver con la posibilidad de los países de acceder rápidamente al capital, que ayude a recuperar la economía".
Para Jorge Iván González, analista económico de la Universidad Nacional, "lo que ayuda a los países a reducir la afectación ante una catástrofe son los sistemas de prevención que haya desarrollado, además de la consolidación de sus mercados internos". De acuerdo con el especialista, "en Colombia, durante la bonanza petrolera, estos aspectos tuvieron la oportunidad de ser mejor desplegados, pero no se tomaron las medidas".